sábado, 17 de septiembre de 2016
Campesino atacado por militares empieza a caminar tras operación
Por Sandra Rodríguez
Después de siete meses de su operación, el dirigente campesino Neftalí Esquivel, ya camina apoyado de un andador, imponiéndose a los pronósticos de estar en silla de ruedas; el 30 de mayo del 2011 fue víctima de un grupo militar que con fuertes golpes le quebraron la pierna, en la comunidad de Planes, Sonaguera, Colón.
Poco a poco empezó a caminar apoyado de un palo de madera, pero un hueso de su pierna izquierda quedó desecho, y el clavo ortopédico que se le colocó en ese entonces en el hospital de la ciudad de La Ceiba, se le quebró, y así anduvo por casi seis años, imposibilitando el mismo nivel de sus extremidades inferiores.
Desde el pasado 5 de febrero, cuando con la medición del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, fue sometido a un procedimiento quirúrgico para remediar en parte su pierna izquierda dañada, la recuperación es lenta, pero siento que el avance es enorme, pues sigo las indicaciones, ya que me quiero recuperar totalmente para traajar como lo hacía antes, expresó Esquivel.
esquivel1En su momento, los militares que lo dejaron por muerto, y después una mala praxis en el hospital regional de Atlántida, en la costa norte de Honduras, recién operado el personal médico lo sentó en una silla de ruedas, por lo que el campesino al lamentarse, escuchó que le dijeron “hacete hombre”.
El joven padre de seis hijos, ha pasado momentos difíciles, su lucha por la defensa de los derechos humanos no se limita solo a la tenencia de la tierra, sino a mostrar solidaridad con otros grupos sociales. El día del ataque quedó en medio de un brutal desalojo que ejecutaron militares del XV Batallón de Fuerzas Especiales y policías de Tocoa y Sonaguera contra una manifestación pacífica acompañando al magisterio hondureño que exigían respeto a sus conquistas laborales, en ese entonces tenía 31 años de edad.
Sus hijos están en la escuela y el colegio, el que tiene 13 años de edad, se ha tenido que hacer cargo se su puesto como secretario de la Empresa Asociativa Campesina “San Esteban”, afiliada al Movimiento Unificado Campesino del Aguán, MUCA, para poder tener un ingreso económico en la familia, que todos están pequeños.
Hoy más que nunca, recuerda que, hasta antes de la operación, se apoyaba de un bastón, el cual tiene cerca de su cama, ese aparato ortopédico se lo obsequió don Wilfredo Yánez, padre del niño Ebed Jassiel Yánez que perdió la vida a manos de tres militares en un retén que formaba parte del Operativo Relámpago (2012), en la salida a Danlí, por este caso solo uno de los tres responsables guarda prisión, Eleazar Abimael Rodríguez, y la Sala quinta de Juicios Orales y Públicos de la Corte Suprema de Justicia dejó en libertad a Felipe de Jesús Rodríguez y Josué Antonio Cerrato, porque la Fiscalía de DDHH, no los acusó por homicidio.
Me di cuenta que don Wilfredo falleció recientemente, me da mucha tristeza, no lo volví a ver, y él apenas sin conocerme, cuando me vio que me sostenía en un palo de madera, me dijo que tenía un bastón, y horas después me lo dio, recordó con cierta mirada de nostalgia, Esquivel, quien al igual que Ebed Jassiel y don Wilfredo, son víctimas de la militarización en Honduras.
La familia de Esquivel, nunca perdió la esperanza de que un día volviera a caminar sin la ayuda de aparatos ortopédicos, hoy asistió a otra cita médica, siempre con el apoyo del COFADEH, organización que estará hasta el final del proceso.
“El doctor me chequeó y me dijo que voy evolucionando bien, debo seguir caminando poco cada día para agarrar firmeza, así que seguiré con el andador, porque si hemos llegado hasta este punto, no me voy a desesperar aunque la necesidad de volver a trabajar es fuerte” agregó Esquivel.
Neftaly Esquivel de 36 años fue presidente de la Empresa Asociativa Nuevo San Esteban, más tarde se unió al Asentamiento Campesino Marañones en el valle del Aguán y actualmente es Secretario del Asentamiento Campesino La Confianza. Ahí la comunidad siembra plátano, yuca, granos básicos y caña de azúcar.
Así han transcurrido casi 5 años después de que un militar del XV Batallón de Infantería con sede en Río Claro, Trujillo, disparara su arma de reglamento y sin ningún escrúpulo atentara contra la humanidad del dirigente campesino, y lo dejara lisiado por muchos años su vida.
“Agradezco mucho al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) porque ellas siempre han estado pensando en mí, no se han olvidado de mí, han estado haciendo acciones en mi favor, como ahora con esta operación”, recalcó Neptaly Esquivel.
Ataques de militares y policías en la impunidad
Los responsables de este hecho siguen en la impunidad, para el caso, en abril de 2011, el COFADEH presentó una denuncia ante la Fiscalía Especial de los Derechos Humanos en la que insta al Estado de Honduras a que se adopten las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad de las víctimas y se inicie un proceso exhaustivo e imparcial de investigación y los que resulten culpables sean requeridos ante el tribunal de competencia mediante requerimiento fiscal.
La solicitud también incluyó que las autoridades brindaran el listado de los agentes policiales y militares que participaron en la represión así como los comandantes del operativo y se establezca la responsabilidad de la cadena de mando.
Copia de la denuncia también fue remitida a la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la Relatoría Especial contra la Tortura de Naciones Unidas, Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y a la Comisión de Verdad, a través de su Coordinadora, Elsy Monge, con el objetivo de que quedara constancia de los hechos.
El COFADEH denunció por Abuso de Autoridad, Falta a los Deberes de los Funcionarios, Atentados, Detención Ilegal, Lesiones Graves y Golpes y Tratos Crueles Inhumanos y Degradantes contra varias personas y señalando como responsables de estos hechos aparte de los agentes que participaron, al presidente del régimen, Porfirio Lobo Sosa, al ministro de Seguridad, Oscar Álvarez Guerrero y el ministro de Defensa Marlon Pascua.
Otro campesino que se recupera.
COFADEH también buscó los medios a través del fondo de emergencia que funciona desde el proyecto binacional “Apoyo y protección a los defensores de derechos humanos, trabajando en conflicto por la tierra y recursos naturales en las zonas rurales de Honduras”, para que se realizará un procedimiento quirúrgico el pasado 6 de febrero en Tocoa, donde se le extrajo una ojiva que tenía alojada en su espalda al joven José David Ponce, campesino del Bajo Aguán, quien fuera víctima de una represión policial durante un desalo violento el 4 de julio del 2014.
Ponce recibió un disparo cuando fueron atacados por fuerzas militares en un desalojo violento a miembros de la comunidad Gregorio Chávez en la comunidad de Panamá en el municipio de Trujillo, también en el departamento de Colón.
Las acciones violentas del 3 de Julio en la Finca Paso Aguán que colinda con la comunidad Panamá, dejaron heridos de bala a los campesinos David Ponce y José Isaías Sánchez (36) además de 7 personas heridas con arma contusa en diferentes partes del cuerpo y una docena de detenidos, entre ellos a mujeres y menores de edad.
Información procedente del Observatorio Permanente de Derechos Humanos del Aguán reveló que durante el desalojo del 3 de julio ejecutado contra unas 200 familias que se encontraban en la recuperación de las tierras en la Finca Paso Aguán, participaron cerca de 300 elementos entre militares y policías.
Ambos defensores del derecho a la tierra se recuperan de las operaciones para reparar daños que han hecho policías y militares en el Bajo Aguán, uno permanece en Tegucigalpa y el otro en Tocoa, pero con el mismo entusiasmo y esperanza de que podrán retomar su vida en las fincas y la defensa por el territorio.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos por medio del proyecto “Apoyo y protección a los defensores de derechos humanos, trabajando en conflicto por la tierra y recursos naturales en las zonas rurales de Honduras”, con el apoyo de la UE-OXFAM, hizo posible que la espera de Esquivel llegara a su fin. Cuando se le comunicó que todo estaba listo para la operación, pero tenía que viajar a Tegucigalpa, yo me dispuse a estar con él el tiempo necesario, pues mi hija no lo puede acompañar porque tiene que cuidar a los niños, dijo doña Petrona.
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