miércoles, 7 de septiembre de 2016
Kevin Donaldo Ramírez Vásquez, un ambientalista perseguido en Honduras
Por Rodolfo Cortés Calderón *
El calvario de hombres y mujeres ambientalistas en Honduras no tiene nombre, es peor que una cacería de terroristas. Son centenares los ciudadanos perseguidos, amenazados, criminalizados y asesinados por los últimos gobiernos hondureños de corte neoliberal ligados a las transnacionales extractoras, sean: hidroeléctricas, mineras, madereras, petroleras, etc. Entre los últimos asesinados están María Enriqueta Soto, Armando Fúnez Medina y Ricardo Soto de la etnia Tolupán, el 2013; Margarita Murillo, el 2014; Luis de Reyes Marcía y Erásimo Vieda, tolupanes y Tomás García, el 2015 y Berta Isabel Cáceres Flores, el 2016, estos dos últimos de COPINH.
Kevin nació en una hermosa montaña fronteriza con Guatemala cargada de límpidas aguas, fértiles tierras y una belleza natural incomparable de la comunidad de El Listón, aldea de Quimistán, Santa Bárbara, Honduras, el 12 de julio de 1987 en el hogar formado por don José Silvestre Ramírez y doña María Santos Vásquez. Está casado con Dilcia Rodríguez Santiago y tienen dos pequeños niños: Kevin Josué y Jesús Ariel.
A sus 29 años Kevin ya goza del liderazgo y el aprecio de las comunidades y organizaciones locales, municipales y nacionales por su fiel entrega a organizaciones eclesiales, comunitarias, ambientalistas y de derechos humanos. Sin embargo, su lucha le ha llevado a ser un perseguido de parte de estos empresarios y políticos (protegidos del gobierno) causantes de tanto daño ambiental a las comunidades hondureñas. Aunque el caso de Kevin no es único, lo mismo pasa a jóvenes ambientalistas, pueblos originarios y garífunas en Atlántida y Colón, concretamente en el Aguán; los Tolupanes en Yoro; campesinos de Zacate Grande en Valle; las organizaciones Lencas MILPAH y COPINH en el Occidente de Honduras; el pueblo Chortí de Ocotepeque y Copán. Una guerra racial inmisericorde e inhumana.
Pero este emporio de riqueza y belleza natural no corresponde sólo a este municipio, es una joya de natura incrustada en la cordillera de El Merendón y que tiene su principal núcleo en el Parque Nacional “CUSUCO”. De aquí fluyen torrentes de agua superficial o acuíferos subterráneos que alimentan los municipios de OMOA, PUERTO CORTÉS, CHOLOMA, SAN PEDRO SULA y QUIMISTÁN.
En esta montaña de El Cusuco hay una red de abundantes ríos con agua pura y de calidad que podrían satisfacer las necesidades de todas las poblaciones, altas y bajas, pero los gobiernos municipales y nacionales están más interesados en regalar estas aguas a las grandes empresas hidroeléctricas y mineras que pretenden establecerse en estos municipios.
Kevin describe así esta riqueza pluvial, negada a los pobladores rurales y concesionadas por el gobierno a los empresarios capitalistas: La hidroeléctrica Paso Viejo pretende represar la confluencia de 4 ríos: el río Chiquito alimenta las comunidades de La Colonia, Río Chiquito y Las Flores; el río Cuyamel recorre Nueva Esperanza, Las Juntas, San Felipe, Santa Lucía, Brisas de Cuyamel, San Miguelito, La Providencia, Las Vegas y Paso Viejo; el río Listón avanza por las aldeas de San Antonio, La Estrella, Santa Teresa y El Listón; el río Negro nace en la comunidad de Santa Teresa y atraviesa la comunidad de Brisas de Río Negro. Mientras la Hidroeléctrica Cuyagual represará algunos de estos mismos ríos aguas más arriba y las represas de Omoa represarán aguas más abajo ya casi desembocando al mar.
La destrucción ecológica que realiza actualmente la Hidroeléctrica Cuyagual en las faldas del Parque Nacional Cusuco es desastrosa, dinamitando y destruyendo la biodiversidad y la vida humana con la complicidad de la Corporación Municipal de Quimistán.
Por su trabajo pastoral y teniendo como fundamento e inspiración la Doctrina Social de la Iglesia impulsada por el papa Francisco sobre el amor a la vida, la naturaleza y la casa común con su carta apostólica Laudato Si, Kevin y otros jóvenes de diferentes iglesias de estas comunidades iniciaron desde el 2012 un proceso de concientización y defensa de la naturaleza de unas 40 comunidades.
Quimistán es el municipio más grande y más rico del departamento de Santa Bárbara, pero a la vez el más empobrecido y atrasado a pesar de su excelente ubicación geográfica. A pesar de su inmensa riqueza acuífera, la mayoría de las 80 comunidades de este municipio tienen serios problemas de agua, misma que se ha visto afectado por las sequías (fenómenos de El Niño y La Niña) de los años 2014 y 2015, pero agravado el 2016 cuando varias comunidades quedaron literalmente sin agua potable.
Dentro de las empresas hidroeléctricas apoyadas por el Gobierno de JOH alimentadas de esta montaña están: La Hidroeléctrica Paso Viejo de Johnny Canahuatti; Hidroeléctrica Cuyagual, de Emilio Medina; la Hidroeléctrica Cuyamel (COHCUY); PRODECOM de Darío Gámez, pero hay otras.
En un documental Publicado en la web de Radio Progreso, Kevin D. Ramírez V. señala como responsables de estas amenazas, intimidación y persecución al presidente del gobierno Juan Orlando Hernández; al alcalde de Quimistán, Juan José Guevara Figueroa; a Martha Concepción Figueroa, diputada nacionalista; a los propietarios de las hidroeléctricas Paso Viejo y Cuyagual Johnny Canahuatti y Emilio Medina, respectivamente, y a Juan Ángel Martínez y Apolonia Quintero de la comunidad de El Listón, como testaferros. Agregó en su denuncia a un ingeniero de apellido Luna de la Hidroeléctrica Cuyagual que está pidiendo que lo desaparezcan a él.
En un angustioso llamado a la solidaridad nacional e internacional Kevin manifiesta: “Yo no tengo carros, ni casas, ni negocios y lo único que puedo heredar a mis hijos y las nuevas generaciones son estas inmensas riquezas regaladas por Dios para toda la humanidad, no para unos pocos.”
Actualmente Kevin Donaldo Ramírez Vásquez que goza de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, está fuera de la comunidad con su familia por temor a ser asesinados, después de ser hostigados y amenazados con quemarles su casa y sufrir su esposa un atentado de asesinato en su propia casa el día 28 de julio de 2015 de parte de Isaías Méndez, cuñado de Juan Ángel Martínez.
La Abogada Brenda Mejía del ERIC lleva la defensa de Kevin ante las autoridades judiciales hondureñas y la CIDH, sin embargo, sus agresores no se detienen. Mientras un equipo de abogados del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, MADJ, defiende y asesora a los ambientalistas del lado este de El Merendón.
Es un deber de la sociedad hondureña, de las organizaciones ambientalistas y de derechos humanos y además del Gobierno, aunque no lo quiera, defender proteger y asegurar la vida de este ejemplar ciudadano.
¡Esta es la lucha de los ambientalistas y defensores de la vida en Honduras, enfrentando a un gobierno dictatorial que se autodenomina de la Vida Mejor, apoyado y financiado por Estados Unidos!
* Ingeniero agrónomo hondureño
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