viernes, 8 de febrero de 2013

“Mujeres y jóvenes sufrimos un gran revés”



Scarlet Romero, electa  candidata a diputada por el departamento de Copán (FRP-LibRe), hace un balance autocrítico de su participación en las elecciones primarias e internas de noviembre 2012.

Además de mujer, es joven y no tiene dinero acumulado ni pertenece a un grupo económico o banda del crimen organizado. Ocupa la cuarta posición entre 7 competidores en un departamento dominado por el machismo y la tradición jurásica de nacionalistas y liberales.

Es clave su afirmación sobre el discurso y práctica del partido LibRe que planteó el 50 por ciento de mujeres y el 25% de jóvenes en todas sus planillas a cargos de elección popular y estructuras de dirección partidaria. Los resultados para mujeres no pasan del 25% y las juventudes abajo del 4%, en muchos municipios es el 0%.

Interesante reflexión sobre el adulto centrismo en cuotas, la compra vulgar de voluntades en especie y dinero efectivo, y la presencia monstruosa del narcotráfico en la zona, que envía mensajes de silencio a diestra y siniestra, inclusive a ella.

La única mujer joven de Copán que figura entre hombres y mujeres adultos aspirantes al Congreso Nacional para el período 2014 – 2017 habla con la redacción central de www.defensoresenlinea.com.

Su balance de la experiencia en las primarias
Logramos  muchas de las propuestas que planteábamos, pero no logramos todo lo que esperábamos; de cerca de 400 mil nuevos votantes identificados a  nivel nacional -con un importante referente a nivel de Copán-, no salieron a las urnas; no vieron opciones reales de cambio en los partidos políticos, sin importar la apuesta de los nuevos partidos como LibRe.

En los partidos tradicionales siguieron utilizando a las juventudes como porta banderas y camisetas, activistas de candidatos en las esquinas y plazas, no incluidos como actores del proceso. Con dinero.

En diferentes aldeas y municipios que visitábamos, los jóvenes calculaban qué les beneficiaba más: 100 lempira diarios por entregar pegatinas, camisetas, panfletos y pedir votos, o nuestros llamados al cambio. Nos hacía sentir tristes esa realidad, ese retrato instrumental de la juventud activista

La negación a ser actores
Las personas jóvenes resienten la falta de credibilidad en el sistema político y electoral, no confían en los beneficios de la participación ¿qué gano yo con participar, hacemos realmente la diferencia?, se preguntan y se sienten incapaces políticamente hablado.

No los culpo, son víctimas de la alienación que producen  los medios de comunicación con telenovelas y series que les ponen enfrente modelos fáciles de éxito y consumo; no saben nada en esencia sobre el golpe de Estado ni sobre la creación de nuevos partidos políticos, sólo repiten las tradiciones de sus padres: Partido Nacional y Partido Liberal.

Los jóvenes que trabajan en aldeas y caseríos nos decían cuando llegábamos a hablar con ellos: aquí si yo no trabajo no como, y punto; los políticos vienen solamente cada 4 años y de ahí los perdemos de vista, las cosas siguen igual o peor. Entonces?

Valoración regional de la participación juvenil
En los estatutos del partido LibRe decía que en toda planilla a cargos de elección popular o estructura nacional del partido, el 50% de los cargos debía ser para mujeres y el 25% para jóvenes menores de 30 años. Formalmente se cumplió ese mandato antes del proceso, pero sufrimos un gran revés después de las elecciones primarias e internas. Los resultados no reflejan esa relación porcentual.

Una autocritica revela que, aunque el partido manejó mucho la inclusión de las mujeres y juventudes, en la sociedad en general no hay conciencia de ello, no damos confianza las mujeres y las juventudes.

Los resultados arrojan entre un 20 y 25% de candidaturas de mujeres a nivel nacional y menos de un 4% del universo de candidaturas electas para jóvenes, en algunos lugares el 2% y en varios lugares el 0%.

Las mujeres no fuimos a votar por las mujeres ni las juventudes por los jóvenes. La explicación es el machismo patriarcal a nivel nacional: las mujeres no son capaces y los jóvenes no tienen experiencia, deben hacer fila mientras los adultos terminan su historia y mientras nosotras aprendemos. Estamos casi aniquilados.

Los otros partidos, los tradicionales, se vieron presionados por el mandato estatutario de LibRe e incluyeron mujeres y jóvenes en todas sus planillas, pero los resultados son similares.

Adulto centrismo en cuotas
Los resultados reflejan una mezcla de adulto centrismo férreo en la sociedad hondureña, pero es un deber decir también que la mayoría de mujeres fueron un relleno para completar el 50% de las exigencias formales, inclusive colocadas en posiciones ventajosas, pero sin un perfil trabajado, sin construcción colectiva de oportunidades, en orfandad estratégica del partido. No era por llenar un porcentaje que debían ser colocadas, sino por capacidades; no por adorno, pues eso también se puede hacer con hombres, jóvenes y adultos mayores.

Respecto a la juventud, nos falta generar unas propuestas que llamen la atención y toquen los intereses de la juventud. Hay ideas sobre lo que tendríamos que proponer, pero los mecanismos de organización y formación para el cambio en la conciencia, son débiles aún.

¿Cómo fue qué salió electa?
Hicimos dos meses y medio de campaña, de lunes a domingo, de casa en casa, con un equipo de 6 a 10 jóvenes en apoyo directo. Nuestro mensaje era fraterno, pero frontal en las líneas definidas por el partido, pero las personas adultas referían de entrada nuestra edad y género, nos decían: ¿las niñas a su edad pueden aspirar al Congreso?

Personalmente, necesito analizar cómo es que salí favorecida en las elecciones primarias; de momento, reconozco que tengo  un capital político acumulado por ascendencia, mi madre y padre han estado involucrados casi siempre en la política; es decir, no sé qué porcentaje lo hice yo y cual habían hecho ellos. Pero me siento responsable de haber ido de casa en casa, diciendo: recuerden, pues, la de los anteojos, porque en medio de 28 personas aspirantes yo era la única con ese símbolo. Mi nombre nunca lo recordaban.

No gasté más de 30 mil lempiras en toda la campaña con aportes de amigos y familiares, porque la campaña la hicimos caminando, de casa en casa, muchas veces sin comer y generalmente sin dormir. Recuerdo que nos decían: tengo 30 o 40 años de votar, pero usted es la primera que llega hasta a mi casa a pedirme el voto mientras platica conmigo. Antes los activistas convocaban a la gente y hacían las reuniones en racimo para que llegara el candidato a hablar, pero no había visitas ni diálogos personalizados. Eso fue lo que hicimos.

Los obstáculos y amenazas
En mi campaña tenía dos desventajas: ser mujer en política en una zona donde el patriarcado domina y los candidatos han sido hombres adultos, reconocidos, con recursos, una mujer genera dudas y resquemores; y ser joven, igual o peor. Joven y mujer ¿por qué votar por ella si tenemos 5 o 7 hombres compitiendo por la misma posición que ella? Esto es así en muchos municipios y departamentos del occidente de Honduras.

Pero también tenía serias desventajas económicas. Al principio nosotras decíamos que la refundación no necesita plata para concretarse en la conciencia colectiva, necesita voluntariado, pero no es cierto. Hay que hacer gastos e inversiones, porque la gente sigue eligiendo entre  las personas que no conoce pero que ve bonitas en la tele o en afiches. Mi candidatura no podía costearse una campaña política mediática costosa; teníamos que luchar en desventaja contra candidatos dentro de nuestro mismo partido, que destinaron muchos recursos para salir elegidos. Ser mujer, joven y no tener dinero, fueron dificultades para no haber salido mejor posicionada en este proceso.

El adverso perfil de Copán y la región
Los problemas aquí son básicos, como el acceso a la educación. En la zona rural de Copán los niños y niñas salen de la escuela a mitad de año o antes de completar los ciclos para ir a trabajar a los cafetales o a las milpas de los patrones, o para cuidar a los más pequeños mientras sus padres se van a los cortes. No hay conciencia de la educación ¿por qué no estás en la escuela?, preguntábamos: mi papa me sacó para ir ellos a trabajar. También hay falta de escuelas y colegios para seguir estudiando, hay que ir hasta otras aldeas o municipios distantes, donde hay que pagar hospedaje, comida y transporte. Y me encontré con casos donde hay remodelaciones costosas de parques y plazas de hasta 300 mil lempiras o más, pero no tienen un centro de salud, enfermera, doctor ni medicinas. Hay aldeas con centro de salud pero no tienen siquiera alcohol, y se mueren. Hay lugares donde aún sacan a los enfermos en hamacas.
Hay una precariedad en la forma de vivir de las personas que entumece el alma. La mayoría de niños descalzos sobre lodo y pisos de tierra, con goteras en sus casas, con padres adultos y jóvenes sin esperanza. ¡Ayyy no, váyase, aquí seguimos igual, aquí no cambia nada!.

Los caminos, calles y carreteras, inclusive la internacional hacia Guatemala y El Salvador, son pésimas, impiden que los pequeños productores movilicen sus productos a los mercados, pero a nivel nacional más de 200 alcaldes van por la reelección y para lograrlo raspan con máquinas las áreas más visibles. Por eso digo, no repitamos que al momento de decidir a la gente le falta conciencia social porque le sobran necesidades básicas que satisfacer.

Posibilidades alternativas en este contexto
Yo quedé en la cuarta posición de los candidatos de LibRe, entre 7 posibilidades para Copán. Hemos hecho valoraciones que con los datos de las internas LibRe sólo sacaría una diputación en las generales, que sería la persona ubicada en la primera posición, Elvia Argentina. Entonces, la disposición del partido ahora es pedir el voto en plancha para lograr más marcas y ganar cociente electoral; el reto para mí es captar votos de los otros partidos hacia mi casilla, para saltar a la primera o segunda posición y alcanzar cociente electoral en las generales. Si logro atraer el voto en plancha para pasar a la segunda, tercera o primera posición del partido, por cociente puedo lograr la diputación. Sin embargo, estoy consciente que vamos a competir con monstruos que ya han sido alcaldes y diputados, con trayectoria, recursos y medios; ahí sabremos cuánto pesa ser joven y mujer.

Para saber esto necesitamos articular trabajo, movernos anticipadamente en organización y movilización, que no está limitado por el Tribunal, y comunicar. No será fácil, pero podemos inclusive pelear dos diputaciones en el departamento, si  la gente cambia su forma de pensar.

El partido que creíamos muerto, está vivo con un caudal fuertísimo, real  o inflacionario. Por eso tenemos que pelear en las urnas para defendernos de las cosas oscuras y ser realistas, además de la inflación enfrentamos el narcotráfico y el crimen organizado en la zona. A mí ya me advirtieron que me calle la boca, que guarde silencio sobre este tema. Pero si en la historia del país siempre vamos a callar, entonces seguiremos en lo mismo. Y no queremos eso.  

Habrán cosas fuera de orden y legalidad que influirán en las elecciones generales, no puedo decir en qué cantidades, qué sectores o lugares, pero es una realidad en todo el departamento y en todo el país. Eso influirá mucho en las próximas elecciones.

Los temas de la comunicación política en 2013
Tenemos directrices centradas en la refundación a través de la Asamblea Nacional Constituyente para elaborar un nuevo pacto político y social. Hay partidos que apoyan esta iniciativa, lo que es clave para trabajar los puntos coincidentes, porque la sociedad la constituimos todos. Otros temas son el acceso a la tierra, satisfacer necesidades básicas y reestructurar el edifico del Estado que no funciona y que se entrega a pedazos. Las ciudades modelo, por ejemplo, en Copán tiene rechazo de casi todos los sectores o de la mayoría. La clave es articular propuestas en estos temas que nos unen.

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