martes, 19 de febrero de 2013

La constituyente, oportunidad histórica para resolver la exclusión social en Honduras




Por Germán H. Reyes R.

Durante 190 años los hondureños se esforzaron por consolidar el Estado. Sin embargo, el intento fracasó y solo se pudo lograr una nación ilusoria.

El párrafo anterior es una de las conclusiones del libro “Honduras evidencias de un estado fallido y la necesidad de refundación”, del escritor, Juvenal Quispe.

La obra será presentada en Tegucigalpa, el viernes ocho de febrero a las cinco de la tarde en el auditorio del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH).

El texto hace referencia de la realidad nacional y destaca los niveles de exclusión social, el empobrecimiento de los hondureños, la violencia sistematizada y el fracaso de todos los modelos económicos instaurados por los gobiernos civiles militares.

Quispe también relata el despertar que tuvo la población a partir del golpe de estado militar, que en junio de 2009 sacó por la fuerza al entonces presidente constitucional, Manuel Zelaya Rosales.

Con el golpe de estado se rompió el orden constitucional instituido a inicios de la década de 1980.

Diversos sectores agrupados en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) claman la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente que redacte la nueva Constitución Política, con propósitos de refundar el país.

La constituyente es la bandera de lucha del FNRP y por mucho tiempo se mantuvo como un tabú en los medios de comunicación. Sin embargo, ahora muchos hablan a su favor, incluso los que ejecutaron y apoyaron el golpe de estado.

Ante esa situación es importante reflexionar en las interrogantes siguientes: ¿qué constituyente proponen?, ¿cómo escogerían a los diputados constitucionalistas?, ¿quiénes serían? y ¿qué tipo de constitución redactarían?.  

Para Quispe la constituyente debe salir de un proceso incluyente de todos los sectores sociales y su tarea no debe limitarse a la redacción y aprobación de la nueva constitución política.

Según él, un estado no se constituye solo con la aprobación de una constitución.

“Estos procesos constituyentes son caminos largos que requieren del compromiso activo de varias generaciones”, asegura el escritor.

Afirma que el proceso constituyente en Honduras sería la oportunidad histórica para resolver la exclusión social de las grandes mayorías.

Para él, la histórica exclusión social no ha permitido que Honduras se consolide como estado.

El trabajo de Quispe recoge experiencias de los procesos constituyentes de en las repúblicas de Ecuador y Bolivia.

También hace referencia de los procesos de construcción de movimientos sociales y ciudadanos en Brasil, Venezuela, El Salvador, Nicaragua y México.

Quispe acompaña y milita en las comunidades y organizaciones sociales de la zona occidental de Honduras y su obra es producto del trabajo que realiza en aquella región.

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