El representante Hank Johnson (GA-04) y 57 colegas mandaron una carta al Secretario de Estado, John Kerry y al Fiscal General Eric Holder pidiéndo una investigación sobre supuestos abusos por fuerzas de seguridad hondureñas y el posible papel jugado por agentes de la Drug Enforcement Agency (DEA) en un incidente que resultó en la trágica muerte de cuatro indígenas en el Río Patuca en el noreste de Honduras.
El Departamento de Estado y la DEA han reconocido su participación en el incidente del 11 de mayo de 2012. Una mujer embarazada y un niño de 14 años fueron entre los muertos. Varias otras personas inocentes fueron heridas.
Johnson y sus colegas están instando al gobierno estadounidense a que “avance con una investigación completa para mejor determinar exactamente lo que ocurrió y que papel fue jugado por agentes de Estado Unidos,” ya que “investigaciones oficiales sobre el tema han sido perfunctorias y profundamente falladas.”
También hicieron saber su preocupación en cuanto a la situación de derechos humanos que viene empeorando para comunidades afro-indígenas desde el golpe militar de junio de 2009 en Honduras. Estas comunidades han sido fuertemente golpeadas por violencia relacionada al tráfico de drogas y a la guerra anti-droga en Honduras apoyada por Estados Unidos.
“la tasa de impunidad en los casos donde las fuerzas de seguridad del Estado han cometido presuntos abusos se ha elevado a niveles sin precedentes. ---“ y consecuentemente, se les recomienda hacer “una evaluación de las operaciones en contra del narcotráfico realizadas por el Gobierno de EE.UU. en Honduras, teniendo en cuenta las condiciones singulares y la alta vulnerabilidad de las comunidades afro-indígenas“ dice la carta.
El texto de la carta:
January 30, 2013
Estimado Secretario Kerry / Estimado Fiscal Gerente Holder:
Nos dirigimos a usted para expresar nuestra preocupación ante la grave situación de derechos humanos en Honduras, en particular la situación dramática de los hondureños afro-indígenas desde el golpe militar de junio de 2009. Solicitamos una investigación exhaustiva y fiable de los asesinatos trágicos del 11 de mayo en Ahuas para determinar exactamente lo que ocurrió y qué papel tuvo la Administración de control de drogas de los EE.UU. (Drug Enforcement Agency—DEA), si es que tuvo alguno. También pedimos una investigación inmediata sobre los presuntos abusos cometidos por la policía hondureña y por militares en ese país.
Nos preocupa enterarnos de amenazas y represión dirigidas a afro-hondureños que han estado advirtiendo valiosamente sobre el deterioro constante de la democracia en su país. También estamos preocupados con respecto a los actos de violencia e intimidación contra los afro-indígenas que defienden derechos históricos sobre sus tierras. Nos preocupa particularmente los efectos, en las comunidades afro-hondureñas, de una política de lucha contra el narcotráfico que sea de carácter militar, y de la participación de agentes estadounidenses en operaciones que han resultado en la muerte de civiles afro-indígenas.
El 11 de mayo de 2012, cuatro campesinos afro-indígenas, entre ellos un niño de 14 años, fueron matados en el transcurso de una operación antidrogas en Ahuas, Honduras. Otras tres personas fueron gravemente heridas. Por lo menos diez agentes de la DEA participaron en la misión como miembros del Equipo asesor y de apoyo en el extranjero (Foreign-Deployed Advisory Support Team—FAST), una unidad de la DEA creada en 2005 en Afganistán. Según el New York Times, agentes de la policía hondureña que participaron en la operación el 11 de mayo “contaron a los investigadores del gobierno que sus órdenes provinieron de la DEA.”
Entendemos que este incidente trágico ha sido extremadamente traumático para la comunidad tranquila y unida de Ahuas. Aunque grupos hondureños de derechos humanos y organizaciones internacionales como Human Rights Watch han exigido que las autoridades estadounidenses y hondureñas conduzcan una investigación exhaustiva e imparcial sobre este incidente, la investigación no ha sido realizada adecuadamente. Por ejemplo, las investigaciones oficiales sobre el incidente han sido superficiales y deficientes. Testimonios creíbles indican que las víctimas eran personas inocentes y no narcotraficantes. Dado que las autoridades hondureñas no han realmente abordado este tema, nuestro gobierno debe seguir adelante con una investigación exhaustiva para determinar exactamente qué fue lo que ocurrió y cuál fue el papel desempeñado por agentes estadounidenses.
El 22 de junio, la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), uno de los grupos más importantes representando a hondureños afro-indígenas, se opuso a declaraciones de funcionarios estadounidenses publicados en el New York Times y el Washington Post días después de las matanzas del 11 de mayo considerándoles prejuiciosas del punto de vista racial y “escandalosas y peligrosas.” OFRANEH afirma que funcionarios estadounidenses hicieron acusaron falsamente a comunidades afro-indígenas en La Moskitia de estar involucradas en el narcotráfico.
OFRANEH afirma que desde que ocurrió el golpe de Estado las comunidades afro-indígenas han sido victimizadas por los narcotráficantes, reclamando sus tierras tradicionales, y matando a aquellos que interfieren con ellos. Grupos de derechos humanos confirman que el sistema judicial hondureño ha hecho poco para defender los derechos fundamentales de estas comunidades. Por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos ha ordenado que el Estado de Honduras cese la aprobación de transferencias de títulos de tierra en la comunidad afro-indígena de Triunfo de la Cruz, con el fin de proteger su población, que es vulnerable a los ataques de narcotraficantes que desean obtener el acceso al Caribe. Actualmente, muchas otras comunidades afro-indígenas buscan protecciones similares. Tomamos nota de que, incluso en este contexto, los líderes afro-descendientes e indígenas afirman que la guerra contra las drogas en Honduras, apoyado por los EE.UU., perjudica a sus comunidades.
Además, desde el golpe militar de junio de 2009, según numerosos informes, la tasa de impunidad en los casos donde las fuerzas de seguridad del Estado han cometido presuntos abusos se ha elevado a niveles sin precedentes. Según el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), una de las organizaciones de derechos humanos más importantes de Honduras, en los últimos tres años más de diez mil denuncias se han presentado en relación con abusos cometidos por la policía y los militares, pocos de los cuales han sido investigados. Además, hay represión en contra de críticos del gobierno por las fuerzas de seguridad del Estado. Por ejemplo, Miriam Miranda, una líder afro-indígena y dirigente de OFRANEH, fue agredida y detenida por un jefe de policía departamental en mayo de 2011.
Por último, recomendamos una evaluación de las operaciones en contra del narcotráfico realizadas por el Gobierno de EE.UU. en Honduras, teniendo en cuenta las condiciones singulares y la alta vulnerabilidad de las comunidades afro-indígenas, que se ven desproporcionadamente afectadas por las actividades de tráfico de drogas.
Atentamente, Henry C. “Hank” Johnson, Jr. Gregory W. MeeksMember of Congress Member of CongressJohn Conyers, Jr. Karen BassMember of Congress Member of Congress James P. McGovern Barbara LeeMember of Congress Member of Congress Sam Farr Luis V. GutierrezMember of Congress Member of Congress Michael M. Honda John LewisMember of Congress Member of Congress Bobby L. Rush Peter DeFazioMember of Congress Member of Congress Frederica Wilson Janice D. SchakowskyMember of Congress Member of Congress Sheila Jackson-Lee Danny K. DavisMember of Congress Member of Congress Lacy Clay Edward J. Markey Member of Congress Member of Congress Raúl M. Grijalva Charles RangelMember of Congress Member of Congress Jared Polis John TierneyMember of Congress Member of Congress Emmanuel Cleaver II Yvette ClarkeMember of Congress Member of Congress Jose E. Serrano Gary PetersMember of Congress Member of Congress Anna G. Eshoo David CicillineMember of Congress Member of Congress Paul D. Tonko Chaka FattahMember of Congress Member of Congress Jackie Speier Michael E. CapuanoMember of Congress Member of Congress Rosa L. DeLauro Jim LangevinMember of Congress Member of Congress George Miller Michael H. MichaudMember of Congress Member of Congress Zoe Lofgren Maxine WatersMember of Congress Member of Congress Doris O. Matsui James P. MoranMember of Congress Member of Congress Peter Welsh Eleonor Holmes-NortonMember of Congress Member of Congress Carolyne B. Maloney Bill FosterMember of Congress Member of Congress Earl Blumenauer Lois CappsMember of Congress Member of Congress Keith Ellison Marcy KapturMember of Congress Member of Congress Alcee L. Hastings John YarmuthMember of Congress Member of Congress Louise M. Slaughter Chellie PingreeMember of Congress Member of Congress Donna F. Edwards Jim McDermottMember of Congress Member of Congress Al Green Ed PastorMember of Congress Member of Congress
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