sábado, 9 de febrero de 2013

Entrevista de 3F (Sindicatos de Dinamarca) a Carlos H. Reyes




¿Qué piensas de lo que pasa en Honduras?

En Honduras se induce a la población a decir que nuestro principal problema es la inseguridad, la educación, el desempleo. Pero esos son efectos, no causa.

Pero a nadie se le induce a decir que la causa de esos y otros problema es el Atraso y la Dependencia que venimos arrastrando desde la colonia; problema que no resolvió la Independencia de 1821 porque no fue para eso; y, que se profundizo como consecuencia de la desintegración de las Provincias Unidas de Centroamérica en 1836 en cinco republiquitas, producto de la Anarquía originada en lucha de los conservadores junto al imperio ingles por combatir y revertir la Revolución Morazánica.

Pero ese atraso y dependencia se profundizo aun mas, con la Revolución Liberal de finales del siglo antepasado, que también negó la Revolución Morazánica, al conjugar los intereses del neocolonialismo gringo y de las oligarquías nativas, dando como resultado el maridaje entre los latifundistas y la inversión extranjera de las transnacionales mineras y bananeras, que desde el Estado emitieron Leyes para otorgarles concesiones leoninas por cien años, legalizar la explotación del trabajo asalariado para que el capital transnacional, se apropiara y acumulara la riqueza producida con el trabajo no pagado, haciendo aparecer la explotación como algo natural e introduciendo el sistema capitalista con una súper estructura institucional, llamada democrática, que se legaliza con procesos electorales bajo su control, sistema que también institucionaliza la corrupción, convierte la producción en social y en privada la apropiación de la riqueza, dando como resultado el aumento de la riqueza en un polo y la pobreza en el otro, dividiendo la sociedad en nuevas clases sociales, capitalistas y proletarios y agudizando la lucha de clases.

Posteriormente a la década de los cuarentas, la evolución del capitalismo y sus crisis, en el marco del modelo del Estado del Bienestar para combatir el comunismo, trajo la llamada modernización, las políticas de sustitución de importaciones, la integración centroamericana que tenían como eje central seguir atrayendo inversión extranjera y para defenderla firmaron tratados militares con Estados Unidos. No hubo en todo ese periodo la intención de desarrollar nuestras fuerzas productivas, sino las de las transnacionales; ni de integrarnos para desarrollar nuestros mercados internos, dando como resultado la reproducción del atraso y la dependencia con efectos más deformantes en la economía y la política, que agudizaron aún más la lucha de clases, el crecimiento de las fuerzas represivas del Estado y varios golpes de Estado.

Pero ese modelo capitalista fracaso, porque a nivel mundial siguieron sus crisis y para superarlas han venido imponiendo el Modelo Neoliberal que ha invadido el radio de acción del Estado en: servicios públicos, control de recursos naturales, control del crédito y la moneda, procediendo a privatizarlo todo y a rebajar o eliminar los impuestos a las corporaciones, dejando al Estado sin su papel regulador y cada vez más achicado, como policía del gran capital y del imperio, con menos poder económico y sin capacidad para resolver los principales problemas de educación, salud, obras públicas, etc. Para acabar de atentar contra el desarrollo de nuestras fuerzas productivas legalizaron el “libre comercio” y la “libre inversión”, lo que ha traído mas atraso y dependencia.

Hoy ese capitalismo neoliberal hecho ley, aparece como algo natural no histórico y bendecido por la iglesia. Lo que produce riqueza es el capital y no el trabajo, se nos ha dicho históricamente y esa mentira ha tenido tal evolución que hoy los gobiernos, de estos países empobrecidos por el sistema capitalista, por ser sus lacayos, solo nos recetan el pensamiento único, más capitalismo y más neoliberalismo.

Por más de cuatro siglos los capitalistas a nivel mundial se han venido apropiando de la riqueza producida por el trabajo no pagado y hoy el capital financiero domina las principales fuerzas productivas de la humanidad en la llamada globalización neoliberal. Ese grupo de holgazanes llamados grandes inversionistas, se pasean por el mundo chantajeando gobiernos, explotando trabajadores, apropiándose los recursos naturales, servicios públicos y territorios concesionados.

Para que venga la inversión de capital extranjero, que hoy como hace más de cien años nos dicen es nuestra salvación, hay que ceder a sus chantajes. Los distintos gobiernos, la mayoría producto de elecciones “estilo Honduras”, les han dado hasta lo que no piden convirtiendo en ley sus voluntades, sostenidas y defendidas por tribunales y un ejército de ocupación con varias bases militares gringas. Hoy tenemos como resultado un país más atrasado y dependiente: más pobre, insalubre, con altos niveles de desnutrición, analfabetismo, desempleo, criminalidad, con una institucionalidad destruida, un Estado colapsado fiscalmente, que reprime, atenta contra la vida, los derechos humanos, sociales, económicos y políticos del pueblo. Estamos tocando fondo.

El golpe de Estado de 2009 que fue para convertirnos en gendarmes del imperio gringo en la región, militarizarnos y profundizar el neoliberalismo, está cumpliendo con ese papel y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) que nació para hacerle resistencia, lo hemos desmovilizado y con la creación del partido LibRe privilegiado la lucha electoral y abandonado la lucha social, desarticulando al movimiento popular que le dio vida a la resistencia.

Los golpistas en Honduras y el imperio gringo aparentan estar preocupados por la Seguridad, el Empleo, la Educación y la Institucionalidad Democrática. Temas que se usan para hacer demagogia partidista, dar golpes al Poder Ejecutivo y a la Corte Suprema de Justicia, atentar contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras, los campesinos, etc., y sus organizaciones.

Hoy a cambio de empleo precario, hay que darle todo lo que le hemos dado y más al gran capital, principalmente al transnacional, y aprovechando la Anarquía a que sistemáticamente nos conducen, igual que cuando dividieron Centroamérica en 1836, hoy pretenden subdividir o desmembrar Honduras en las llamadas Ciudades Modelo o Zonas Especiales de Desarrollo y para aparentar que no violan la Constitución la reformaran. Estamos ante Poderes del Estado que delinquen contra el pueblo, contra nuestra soberanía y se dan golpes y contra goles que acaban con la poca institucionalidad que queda.

Además de profundizarse esa anarquía, provocada por la derecha golpista que ya ha llevado a que Naciones Unidas nos declare Estado Degradado, puede conducir que a Honduras se le declare Estado Fallido para una mayor intervención gringa que apoye el desmembramiento de nuestro territorio. El control de los Tres Poderes del Estado, al seguirse agudizando la crisis, puede traer mayores niveles de represión, véase que la única partida que creció sustancialmente en el presupuesto de 2013 es la de las fuerzas represivas del Estado y lo contrario sucede con las partidas que tienen que ver con el gasto social y la inversión, sin duda para seguir con las privatizaciones, no pagar salarios adeudados y congelarlos, aumentar el desempleo y seguir atentando contra el derecho a la libre sindicalización, la huelga y la contratación colectiva. Seguir criminalizando la protesta social y la lucha por la tierra estará también a la orden del día.

Ante la ausencia de institucionalidad y de un Estado de Derecho, hoy más que nunca se hace necesaria una Asamblea Nacional Constituyente que siente las bases para la Refundación del Estado, una manera de revertir todo lo que el régimen golpista ha hecho y parar la impunidad.

¿Fue correcto como izquierda no participar en las elecciones y permitirles hacer y deshacer?

La historia es la mejor prueba que la oligarquía y el imperio en este país, han hecho y deshecho con o sin elecciones, debido a nuestro atraso y dependencia que genera una débil institucionalidad que nunca se ha fortalecido ni se va a fortalecer con elecciones “Estilo Honduras”.

El neoliberalismo se venía imponiendo desde finales de los ochentas, lo único que pudo detenerlo un poco fue la lucha del Bloque Popular primero y la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular después. Los partidos políticos mayoritarios siempre se confabularon para imponer el modelo neoliberal y en las elecciones del 2009 participaron esos partidos y fue correcto no votar por ellos, cuando el no volver al orden constitucional, como lo exigía la ONU y la OEA, obligo a las pocas candidaturas independientes a retirarse. Esas elecciones fueron, según el guion del imperio gringo para lavar el golpe de Estado; participar en ellas era hacerles el juego y significaba tener la oportunidad de participar del “Gobierno de Conciliación Nacional” que surgiría.

Lo incorrecto fue abandonar aquella lucha por la Asamblea Nacional Constituyente, para refundar el Estado con un nuevo Orden Institucional, y privilegiar la lucha electoral después de los Acuerdos de Cartagena de Indias del 22 de mayo del 2011 a los que se opuso el FNRP.

Las elecciones de noviembre del 2009 respondían a un pacto político de cúpulas, responsables del golpe de Estado, y en ese pacto no cabía ninguna alternativa que no fuese para darle legitimidad.

Tegucigalpa, 22 de enero 2013

Carlos H Reyes

Presidente STIBYS y miembro de la Coordinación del

Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras

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