Por Serapio Morazán
El 14 de noviembre del año pasado, el Ex presidente Manuel Zelaya denunció en conferencia de prensa, la posibilidad de que se ejecute un magnicidio en Honduras, ya sea en contra de su persona que coordina el nuevo partido Libertad y Refundación o contra Xiomara Castro quien es candidata presidencial por el mismo partido, su esposa y con muchas posibilidades de resultar electa a la presidencia en caso de que se den elecciones libres. Es necesario recordar que las denuncias de Zelaya de un presunto magnicidio se dieron por primera vez en septiembre de 2009 mientras él se encontraba refugiado en la Embajada de Brasil, después de haber entrado clandestinamente al país y burlado todo el aparato de seguridad del estado hondureño controlado por el régimen golpista.
Estos primeros días del año nuevo, los medios nos han inundado de noticias sobre capturas de jefes mareros y de incautación de arsenales, lo que ha sido publicitado con bombos y platillos. Especialmente llama la atención el allanamiento de una propiedad en la ciudad de Choloma, al norte de San Pedro Sula, de un arsenal que incluye fusiles de guerra, pistolas, uniformes de la policía, chalecos antibala con leyenda “Policía”, placas de policía, botas militares, explosivos, granadas, radios de comunicación, entre otros.
Pese a que los medios no han informado mucho y más bien, se esmeran en resaltar lo banal, lo cinematográfico, para lograr que el morbo de las masas se exalte, hay detalles a los que debe prestarse más atención. Por supuesto, los medios masivos, en manos de los mismos que han controlado el país para satisfacer sus mezquinos intereses individuales y de clase, no han dicho, ni dirán nada al respecto. Se han centrado en resaltar la existencia de un fusil AK47 plegable con revestimiento de oro e incrustaciones de diamantes y esmeraldas.
En el arsenal, pese a que casi nada se dijo en los medios, resalta la incautación de dos fusiles de uso de francotiradores. El primero, un fusil especializado de denominación Kel Tec RFB calibre 5.56 mm con mira telescópica y otro fusil de tipo Sturm Ruger, calibre .22 con mira telescópica. Aunque se publicó que este era el segundo fusil, nosotros creemos que se trata más bien de un fusil de fabricación rusa MTs-116M, o el fusil Beretta modelo 501, ambos de calibre 7.62 mm . muy especializados para francotiradores y con alcances efectivos de entre 800 y mil metros.
Además de los detalles técnicos de estos súper fusiles que no se hallan en la tienda de la esquina, resalta el hecho que fusiles con estas mismas características fueron hallados y confiscados en los predios de la Empresa Nacional Portuaria en Puerto Cortés, el 24 de octubre de este mismo año. Estos fusiles venían consignados en un embarque para una persona con dirección en el departamento de Olancho. Más de lo que publicaron los medios en ese día no se sabe.
Las preguntas obligatorias que salen a la luz son las siguientes: ¿Son los fusiles incautados esta semana los mismos que se incautaron en Cortés en Octubre pasado? Si son los mismos fusiles, ¿Acaso la policía los hizo llegar a los presuntos criminales que regentaban el predio donde fueron encontrados recientemente? ¿Quién tenía la custodia de estos fusiles de alta especialización?
Podemos especular aún más, si son los mismos fusiles y han sido encontrados de forma fácil, sin capturar a responsables de alto nivel, parece más bien una operación de bandera falsa. Con el desprestigio que ha ganado con mucho esfuerzo la policía, pareciera que esta quiere decirle al público que son los criminales (ya que se encontraron uniformes, botas, chalecos antibalas y, aún más importante, placas de policías) los responsables de innumerables delitos cometidos, haciéndose pasar por policías.
Siendo de manejo público el hecho que es la policía culpable de un gran porcentaje de los delitos que se cometen en este país, especialmente asesinatos por encargo (sicariato), narcotráfico, secuestro y extorsión, no sería extraño pensar que el hallazgo de estas armas especializadas para francotiradores (olvidemos el AKA bañado en oro), llegan a manos de la policía, donde nadie puede supervisarlas y donde, por casualidad, están los más eficientes y especializados sicarios. Recordemos como muestra, el asesinato asesor antidrogas Alfredo Landaverde y los jóvenes universitarios, incluido el hijo de la rectora. En ambos casos, aunque con matices, se sabe que fueron sicarios de la policía los ejecutores.
No sería absurdo pensar que estos fusiles puedan pasar de la policía (institución formal) a sicarios (policías en trabajo privado) para cometer con ellos un magnicidio. Preguntando a varios amigos sobre la persona a quien podría dirigirse este posible atentado, todos coincidieron en que es Mel Zelaya o su esposa los únicos candidatos posibles para este tipo de atentado.
Mel Zelaya dijo en la conferencia de prensa en noviembre pasado, cuando denunciaba la posibilidad de un magnicidio que “…este partido es pacífico, es revolucionario, es socialista, y es una esperanza para este país”. Sea esto cierto o no, el partido LibRe, claramente pone en duda la posibilidad de los partidos tradicionales de ganar, en elecciones libres, las próximas elecciones. Siendo el estado, el instrumento predilecto -mecanismo por excelencia- para el enriquecimiento ilícito usado por las elites hondureñas, el estado no va a entregarse a un partido nuevo que ha dicho públicamente que va a acabar con la corrupción y con los manejos ilícitos de los bienes públicos de forma fácil.
En otras palabras, ellos no están dispuestos a entregar la gallina de los huevos de oro por los votos. Por esto y mucho más, no es descabellado pensar en la posibilidad de un magnicidio. En este país, donde el cinismo se ha instalado en el poder público, donde la violación a la constitución y las leyes comienza por el presidente y es algo cotidiano y sin implicaciones, donde la impunidad reina y el disfrute de la cosa pública para beneficio privado se exalta y es motivo de adulación, cualquier cosa es posible.
Debido a que Honduras es un lugar geoestratégico para el imperio, nada que ponga en entredicho su hegemonía tendrá posibilidades reales de prosperar. El partido LibRe tiene mucha voluntad popular a su favor y toda la institucionalidad del estado y todo el poder y la fuerza de los grupos de poder en contra. El panorama no se ve nada halagador para esta nobel fuerza política que capitaliza el cansancio, el hastío y el hartazgo de la mayoría de población hondureña. Pero como el único entrenador de la selección de futbol del país que la ha llevado a un mundial dijo, aquí nunca se sabe.
Lo cierto es que este gobierno que ha llevado al país a un estado de postración, en el que la ley solo se aplica para el más débil, donde los niveles de violencia son los más altos posibles, aún en países con guerras, no le importa la solución de nada que no sea su propia ambición, que por cierto, no tiene límites. La desfachatez, la corrupción, la colusión con el crimen organizado y el delito, no tiene parangón en la historia moderna del país. Estamos conscientes que esto, más que amilanar la lucha que el pueblo hondureño ha emprendido para construir un país nuevo, con dignidad, más bien la potencia.
En un escenario real de magnicidio, ya sea contra Xiomara (candidata presidencial de LibRe) o contra Zelaya, es difícil predecir un panorama que no represente un baño de sangre masivo. La violencia que ha venido sufriendo y aguantando el pueblo por muchos años y la acumulación de rencor e impotencia amenazan con estallar. Este pueblo, al que quienes no conocen han calificado insistentemente o interesadamente de “pacífico”, “aguantador”, incluso de “pendejo” puede sacar lo que ha mantenido oculto. Las guerras intestinas que destrozaron el país en el siglo diecinueve pueden volver con mucha más crudeza. Aquellos que azuzan detrás de sus amuralladas mansiones, no pueden imaginar la furia de un pueblo enardecido. La historia, puede darles muchas lecciones. El sufrimiento esquivado en los ochenta, vendrá con mucha más violencia. Los pobres, que son muchos, no podrán ser olvidados entonces. Nunca más.
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