Por Rodolfo Cortés Calderón
El cerril Juan Orlando Hernández, uno de los principales golpistas y hoy jefe de las hordas del mal llamado congreso nacional, está terco y empecinado en que la policía hondureña sea una policía militar. Habrase visto semejante majadería en una sociedad harta de atracos y desafueros militaristas.
Pero esta retrógrada forma de pensar de este vándalo tiene que ver mucho con su origen porque su tata fue un coronel de cerro, acuñado en los tiempos del dictador Carías Andino, que él y su familia pretenden presentar como “General” Juan Hernández, graduado en los montes gracianos persiguiendo y reprimiendo a los dignos hijos de Lempira; obviando que la historia ya días está escrita. Tan coronel de cerro fue Don Juan como mi tata.
Y es por toda esta distorsionada escuela e historia vivida por este singular seguidor del dictador de Zambrano, que ahora este “indito” se cree heredero y con derecho para proponer a la sociedad hondureña semejante desproporción en estos tiempos modernos.
Esta situación se da porque los escleróticos y seniles miembros de la Comisión de Reforma a la Seguridad Pública, CRSP, señores Jorge Omar Casco, Víctor Meza y Matías Fúnez no dan señales de vida, sabiendo que esto es un parto de emergencia, y mientras, la sociedad se ahoga en un mar de sangre, represión y saqueo provocada por policías y militares corruptos que hacen su agosto los doce meses del año. Mientras tanto, se da un reacomodo y respiro que favorece a delincuentes como Héctor Iván Mejía requerido actualmente por la justicia hondureña, por muerte, torturas y represión y el “tigre” muy pintado, se prepara para su caza.
A esta Comisión integraron hace unas semanas a Aquiles Blu policía de la universidad de Pinochet, los carabineros, y a un canadiense, Adam Blackwell, que desempeña un alto cargo en el gobierno canadiense, pero que representa el pensamiento imperial de la corona inglesa, responsable de las fechorías en América Latina y Honduras, con el saqueo de su subsuelo con sus ya famosas empresas mineras que no pagan impuestos y hacen tanto daño a la población y a la madre natura.
Juan Orlando, visita aunque sea una vez en tu vida las miserables aldeas de Mariposas, Tejeras, Quelacasque, El Limón, Cedros, El Cañón, Las Crucitas, El Adino, El Tontolo, Apangual, La Meande, entre cientos, tan cercanas de tu natal Gracias y te darás cuenta que más que armas, militares, policía corrupta y leyes nefastas los pueblos urgen desarrollo y levantar su dignidad.
Callar la Verdad,
Aplasta la Dignidad de las Víctimas.
Movilicémonos.
No más Impunidad.
Lema de Radio Progreso.
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