Radio Progreso
El 2012 nos dejó las esperanzas en harapos. Sin embargo, siempre es posible arañar vida y alegrías aun de las penurias más ásperas. Para que las preocupaciones no nos hundan en la frustración, necesitamos tener y alimentar deseos, para convertir los problemas en preocupaciones esperanzadas. Desde el ERIC y Radio Progreso, nuestras preocupaciones esperanzadas las ponemos en los siguientes diez deseos:
1.- Tener opinión propia. Que las personas, familias, comunidades y organizaciones contemos con nuestra propia opinión frente a la política hondureña. Que no nos dejemos arrastrar por quienes dominan y controlan la política hondureña. En este año electoral tan engañoso y complejo, nuestro deseo es que sepamos analizar lo que ocurre y se dice sin dejarnos llevar por lo que nos dicen otros.
2.- Lucha contra impunidad y corrupción. Que crezcamos en conciencia y en lucha contra la impunidad y la corrupción, exigiendo que la depuración de las instituciones operadoras de justicia no la realicen los mismos promotores de la impunidad, sino que se oiga y se atienda la voz de las víctimas.
3.- Que tengamos elecciones. Es un deseo que de cumplirse será en sí mismo una gran hazaña, pues los vientos que soplan anuncian más desgracias para la resquebrajada institucionalidad del Estado. Que haya elecciones, pero que lo que la gente vote en las urnas sea lo que el Tribunal Supremo Electoral refleje en los resultados oficiales.
4.- Defender nuestros bienes y riquezas naturales. Que crezcamos en conciencia y lucha en defensa de nuestros bienes y riquezas naturales. Que no nos dejemos arrebatar nuestro derecho por defender la riqueza mineral, el agua, los bosques, nuestros territorios y que defendamos el derecho de los campesinos a luchar por la tierra.
5.- Que haya gobierno. Aunque sea para sostener la fragilidad en la que ha quedado la institucionalidad del Estado. Que lo que haya de gobierno no sea únicamente como correa de transmisión de la campaña política al servicio del candidato oficialista.
6.- Salud para los pobres. Que la gente enferma pueda contar con medicamentos y que reciban atención médica, aunque sea raquítica, en los centros de salud y hospitales, y que el personal médico atienda a la gente enferma con respeto, cariño y dignidad.
7.- Educación digna y pública. Que la niñez y la juventud sean la prioridad fundamental de los gremios magisteriales, el gobierno y los políticos. Que la crisis educativa se convierta en un punto central en la búsqueda de consensos mínimos entre los principales actores de la educación, en el marco de garantizar la educación pública y gratuita de alta calidad para toda la niñez y la juventud.
8.- Empleo digno y respeto a derechos laborales. Que haya mayor oferta de empleo digno para las mujeres y los hombres desempleados, y que se respeten los derechos humanos y laborales de toda la clase obrera trabajadora.
9.- Que la gente coma los tres tiempos. Que no aumente el precio de los productos básicos, y que el combustible en lugar de subir, que cada semana el gobierno anuncie la disminución de su precio.
10.- Fe y testimonio en la vida desde la lucha popular. Que crezca nuestra fe en la vida en la comunidad y en la lucha del pueblo en defensa de nuestra soberanía; que disminuya drásticamente las muertes violentas; y que aumente nuestra conciencia por ofrecer signos testimoniales de diálogo, apertura y escucha hacia la diversidad y a lo diferente, de paz desde la solidaridad con las víctimas, y que jamás perdamos el sueño en crecer como sociedad en donde todas las personas tenemos las mismas oportunidades, corremos por igual los mismos riesgos y asumimos con dignidad y entusiasmo los desafíos por construir lo público como bien común.
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