martes, 7 de julio de 2020
¿Una "ciudad Modelo" (ZEDE) dentro de un aparente narco estado?
“As yet there had been no actual uprising in Coralio. Military law prevailed, and the ferment was bottled for the time.”
Cabagges and kings O’Henry
El pasado 6 de mayo fue lanzado la “ciudad modelo” PROSPERA, en la isla de Roatán, iniciando un experimento de gobernanza, que tendrá sus propias leyes y seguridad, enmarcadas en la visión política de los “libertarios” neorreaccionarios estadounidenses.
La Zonas Económicas Especiales (ZEDE) de las cuales existen más de 5400 en el planeta, se han convertido en la nueva estrategia de colonialismo. Siendo el caso de la ZEDE en Honduras, una variante singular, ya que se acude a la tercerización de la justicia como un aliciente para atraer inversión, situación que dará lugar a la creación de islas de bonanza en medio de un mar de miseria.
Desde del 2011, el partido en el poder, acompañado del economista Paul Romer iniciaron las reformas constitucionales destinadas a la creación de ciudades-nación independientes dentro del territorio hondureño. Previamente en el 2019 se dio un golpe de estado defenestrando el poder legislativo al ejecutivo, con elecciones efectuadas tres meses después del atentado contra la democracia, situación que conllevó a la elección anómala de un congreso nacional, caracterizado por la inexistencia de partido de oposición, dando lugar a la aprobación de un sinfín de leyes, en detrimento del estado de derecho y los intereses del pueblo.
A un siglo de haberse llevado a cabo la invasión financiada por Sam Zemurray a Honduras (1911) -mediante la cual obtuvo enormes tractos de tierra para su empresa, la Cuyamel Fruit Company- en Honduras se repitió una vez más la concesión de territorios a emporios e inversionistas extranjeros.
La maldición de “república bananera” (término acuñado por el escritor estadounidense O’ Henry) se repite en el siglo XXI. Para finales del 2012, ante el dictamen de inconstitucionalidad emitido por la Corte Constitucional en relación a las ciudades modelo, el poder legislativo dio un golpe al poder judicial.
Da la casualidad de que Honduras se convirtió desde 2011, en el país más violento del planeta, llegando el 2012 a 92 muertos por cada cien mil habitantes. En la última décadas se registran más 70 mil muertos y se dieron alrededor de 500 masacres; situación que ha sido alentada por el narcotráfico, el que terminó aparentemente absorbiendo a las fuerzas de seguridad y el sistema de justicia.
Paul Romer en septiembre de 2012 se retiró del Comité para la Adopción de Mejores Prácticas (CAMP) -el ente rector de las ciudades modelo- ante la ausencia de transparencia que demostró el gobierno, el que, a final de cuentas, entre otras, no publicó en la Gaceta Oficial la creación del Comité, restando de esta forma su autoridad.
El golpe a la Corte Constitucional, ha servido no solamente para pasar de nuevo la ley desechada por la Corte Constitucional, sino que además ha dado lugar a una siniestra y larga lista de decretos inconstitucionales, que fueron aprobados de forma automática por el Congreso Nacional, erosionando el estado de hecho.
La “democracia” en Honduras está basada en una farsa electoral financiada por grupos afines al crimen organizado, dando lugar a una predominancia del Partido Nacional, que, según la Corte del Distrito Sur de Nueva York, existe hoy día una simbiosis entre el partido en cuestión y los capos del narcotráfico.
Es indudable que la actual crisis que confrontamos en Honduras, se agudizó por los diversos golpes en la última década, dirigidos tanto al ejecutivo como al poder judicial. Además de la existencia de una corrupción generalizada de los funcionarios públicos, que no han vacilado en saquear y de destruir instituciones. Al mismo tiempo que actúan bajo el mandato de los carteles de la droga, de la cual el Departamento de Justicia de Estados Unidos se refiere como “la impía alianza de funcionarios hondureños y narcotraficantes”.
Entre los interesados en invertir en las ciudades modelo, se han destacado los denominados “anarco capitalistas”, y los que cobijan bajo “iluminación oscura”. Los que forman parte de la tribu de libertarios de ultraderecha, seguidores de Ayn Rand. Parece ser que la violencia y narcotráfico instaurado en Honduras, no es impedimento alguno para efectuar sus inversiones, que, según la página oficial de las ZEDES, estos inversionistas pueden recurrir a mecanismos como el CIADI.
Falta ver si la tabula rasa (pizarra en blanco) en materia de orden jurídico, reconocerá los convenios y tratados internacionales que han sido firmados y ratificados por el estado de Honduras, tales como el Convenio 169 de la OIT, el Protocolo de Cartagena, el Convenio de Diversidad Biológica, y otros más; a pesar de la renuencia del estado de Honduras a plegarse ante los compromisos adquiridos y las frecuentes violaciones en las que ha incurrido
Con anterioridad las ZEDE se habían disociado de Seasteading, que ahora bajo el nombre de PRONOMOS reaparece financiando la ciudad modelo instaurada por la empresa PROSPERA. En junio de 2015, Seasteadrs convocó a una reunión en San Francisco California, intitulada Disrrumpiendo la democracia en Honduras, a la cual Juan Orlando Hernández era uno de los invitados de honor. En la página la ZEDE se emitió un comunicado desmintiendo la participación Hernández en dicha conferencia, al mismo tiempo que se desligaban de cualquier tipo de experimento en gobernanza, meses después el comunicado fue borrado del portal de las ZEDES.
Es bastante curioso la insistencia de los libertarios en efectuar inversiones en un país que se encuentra sumido en el caos, en donde la cutícula que define la legalidad del crimen cada vez es más invisible. La alianza que ha confirmado entre libertarios y “políticos” asociados al régimen deja mucho que pensar sobres la fibra moral de los inversionistas, al pretender construir una ciudad modelo libertaria dentro de un aparente narcoestado.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
Twitter:@ofraneh
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