lunes, 13 de julio de 2020

En medio de la pandemia, los migrantes buscan renovar TPS



Umaine Louis-Jean beneficiario del programa migratorio TPS. Fotografía: Nuevo Herald.
Ni la pandemia ha detenido las acciones de incidencia que los migrantes amparados en el Estatus de Protección Temporal, TSP, realizan en diversas ciudades de Estados Unidos en demanda a la renovación de este beneficio que protege su permanencia en aquel país.

En la actualidad, más de 300 mil personas beneficiarias del TSP pueden continuar en Estados Unidos hasta enero 2021, según la última renovación realizada en 2019 por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Teofilo Martínez, originario de Langue, Valle, migró a Estados Unidos desde 1988, ahora teme que el gobierno de Donald Trump cumpla sus amenazas de continuar los procesos de deportación contra migrantes. Esta amenaza lo llevó a organizarse junto a otros hondureños y hondureñas en los Comités que forman la Alianza Nacional TPS.

Desde el 2017, los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal de Haití, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Nepal se juntaron en Washington D.C para formar una estructura que les permitiera defender este beneficio de permanencia en EE.UU.

La Alianza es una estructura que combina actividades de promoción a nivel nacional para salvar el estatus de protección en el corto plazo y elaborar una legislación que cree un camino a la residencia permanente en el largo plazo.

Con más de 30 años viviendo en Estados Unidos, con hijos y nietos, Teofilo sabe que ahora su vida está en aquel país, ama Honduras, pero teme que una deportación se concrete regresando a las causas que lo expulsaron 3 décadas atrás.

“Estamos trabajando para defender los derechos de los migrantes que ya no pueden volver a sus países de origen. Esta protección es una medida legal y comprobada que permite que los inmigrantes tengan autorización de trabajo y puedan contribuir a la economía, sociedad y cultura de los Estados Unidos”, dice Teofilo.

Muchos de los beneficiarios del TPS vivimos y trabajamos en los Estados Unidos desde hace muchos años, algunos con 20 o más de 30 años. Tenemos familias, niños ciudadanos estadounidenses, y somos dueños de hogares y negocios. Nuestras familias no deben ser separadas, dijo Yesica Girón, hondureña beneficiaria del TPS.

Yesica migró a Estados Unidos desde hace 20 años. Ella salió de Honduras para reunificarse con su madre tepesiana, quien debió huir en busca de empleo y oportunidades, solo así podría alimentar a los hijos que dejaba en su país de origen.

Tanto Teofilo cono Jessica creen que regresar a Honduras no es una opción. “Tenemos hijos nacidos aquí, es aquí donde está nuestro hogar”.

Los Comités TPS han exigido al Congreso de Estados Unidos la extensión por 18 meses para todos los países con Estatus de Protección, con énfasis en los plazos de la próxima renovación/terminación. Además de avanzar a una legislación de apoyo que otorgue la residencia permanente a los beneficiarios del TPS.

Durante décadas, Estados Unidos renovó de manera automática el TPS, pero el presidente Donald Trump había decidido acabar con algunos de esos permisos. En enero de 2018, retiró el TPS a casi 200 mil salvadoreños, después de hacer lo mismo con unos 60 mil haitianos amparados con este beneficio, 5 mil nicaragüenses y 56 mil hondureños, estos últimos en mayo de 2019.

La cuenta regresiva comenzó, dice Jessica. Tienen menos de seis meses para lograr una nueva renovación y continuar luchando por su permanencia definitiva. “Sabemos que vivimos momentos muy difíciles, que la pandemia ha provocado muertes y que nos ha confinado, pero es necesario entender que si no accionamos podemos ser deportados por el gobierno de Donald Trump, dijo la migrante hondureña en el programa Foros Populares de Radio Progreso.

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