jueves, 16 de julio de 2020

El Gobierno lleva más de una década ignorando al pueblo, según Sondeo de Opinión Pública


Hondureñas y hondureños opinan sobre la crisis de institucionalidad, los principales problemas del país, y su valoración sobre el desempeño del mandatario Juan Orlando Hernández en su último año de gestión.

En su 40 aniversario, el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), presentó a la sociedad hondureña la décima edición del Sondeo de Opinión Pública, destacando una década de ingobernabilidad, desconfianza y corrupción extrema, porque los tomadores de decisiones en el país han sido incapaces de escuchar a la ciudadanía que demanda empleo, seguridad, salud y consensos encaminados a construir una sociedad democrática. 

Esta edición contiene la percepción de la población sobre las instituciones conductoras de la emergencia por Coronavirus, así como las valoraciones sobre la corrupción e impunidad, al tiempo que evalúa los principales problemas y sueños de la sociedad hondureña.

Uno de los actores principales en la crisis por la pandemia de Covid-19 y quien más sale en las cadenas nacionales para hablar de la emergencia, es el titular del Poder Ejecutivo. Siempre llama a quedarse en casa y anuncia que lo peor estaba por venir. Sin embargo, cuando se le preguntó a la ciudadanía por la confianza que depositaba en el gobierno central, el 82.5 por ciento (8 de cada 10) manifestó no tener confianza en él y solamente el 17.4 dijo tenerla.

La desconfianza en el Gobierno central y la certeza de que la corrupción está extendida en esa instancia, se expresan de manera clara en la nota de 3.69 que le asignó la población a JOH, por su desempeño en el último año de gestión, sobre una escala de 0 a 10.

Esta calificación está en sintonía con el 51.8 por ciento de la población hondureña que desaprueba su gestión, calificándola de mala o muy mala. Muy por debajo está el 30.2 por ciento que la evalúa como buena o muy buena. Y un 18.1 por ciento que cree que la gestión de Hernández Alvarado es regular.

Para Ismael Moreno sj, director del Eric, el nivel de desconfianza es porque en Honduras una corporación criminal tiene el control de la institucionalidad y solo beneficia a sus integrantes y aliados a través del saqueo de las instituciones e impunidad. 8 de cada 10 piensan que la corrupción está extendida en el Gobierno central.

Durante la presentación de los resultados dijo que, el pueblo lleva 10 años sin ser escuchado por la distancia que se ha establecido entre esa élite que detenta el poder del Estado y la sociedad”, explicando que, para la gente son mentiras las noticias más severas o sagradas como enfermedades o muertes de altos funcionarios. El 82.5% de la población no tiene confianza en el Gobierno central según el sondeo.

Otro dato que sustenta la baja calificación a Juan Orlando tiene que ver con los logros y fracasos que la ciudadanía identifica en este último año gestión. El 50.2 por ciento de la población no identifica ningún logro y entre los que sí identifican, el 17.5 por ciento destaca al programa Vida Mejor, el 7.4 por ciento identifica como logro el combate a la delincuencia y el 5.8 por ciento destaca como logro el bono diez mil.

El sondeo muestra a flor de piel los problemas estructurales de país que se han agudizado en estos diez años de gobierno del Partido Nacional. El problema fundamental para la sociedad es la crisis económica, tal y como lo afirma el 51.7 por ciento de los encuestados, que se expresa en el desempleo, la pobreza y el alto costo de la vida; el segundo problema es la crisis de seguridad y violencia, señalado por el 23.5 por ciento (inseguridad, narcos y extorsión); el tercero, la corrupción y la impunidad identificado por el 13.2 por ciento de la población.


Contrario a la desconfianza hacia los tres poderes del Estado, en el 54.5 por ciento de la población consultada en el sondeo dijo sentir confianza en la iglesia católica y un 53.8 por ciento en la iglesia evangélica. Actores que en ediciones anteriores eran menos confiable.

El investigador del Eric-sj, Gustavo Cardoza, cree que la iglesia ha recuperado la confianza de la gente gracias a las fuertes palabras que ha pronunciado la Conferencia Episcopal contra los actos de corrupción e impunidad, además, por el papel que juega en las comunidades que se oponen a la instalación de proyectos mineros e hidroeléctricos.

Y en sintonía con lo anterior, explicó que el sondeo refleja que las comunidades rechazan el modelo económico impuesto por el Gobierno que se basa en la explotación de los ríos y montañas. En este sentido, el 88.2 por ciento dijo estar en contra de la explotación minera y solo un 9.4 por ciento dijo estar a favor.

En relación con la venta y tala de los bosques, el 97.9 por ciento está en contra y 1.9 por ciento está a favor de ello. En cuanto a la privatización del agua, la opinión de la población consultada fue de un 95.8 por ciento en contra y un 4.1 por ciento a favor. Sin embargo, en lo referido a la construcción de represas hidroeléctricas, la opinión presenta un empate técnico en los resultados: el 48.8 por ciento dijo estar en contra de la construcción de represas hidroeléctricas y el 48.3 por ciento manifestó estar a favor.

En esta edición del sondeo de 2020 se le consultó a la población hondureña sobre el principal legado de Berta Cáceres, líder indígena asesinada en marzo de 2016. Las respuestas fueron variadas, pero coincidentes en la mayoría de los casos: un 17.7 por ciento dijo no conocer sobre ella, un 32.9 por ciento dijo que su principal legado es la defensa de los ríos, un 16 por ciento que la defensa de los pueblos indígenas, un 11.7 por ciento dijo que su principal legado fue la defensa de los derechos de las mujeres, el 6.9 por ciento la valoró por denunciar la corrupción en el país y el 3.1 por ciento reconoció que su legado fue enfrentarse a una familia rica del país, entre otras razones mencionadas.


“Este sondeo es la palabra viva de un pueblo que lleva diez años deprimido, enfermo, hambriento, pero con esperanza y algunas alegrías”, dijo Cardoza, quien inició devolviendo los resultados del sondeo haciendo énfasis sobre la percepción de la gente respecto al futuro de Honduras.

Ante la pregunta, “cuando piensa en el futuro del país, ¿qué es lo primero que siente, esperanza o miedo?”, la población hondureña expresó sentir esperanza en un 54.1 por ciento; en cambio, quienes dijeron sentir miedo fue el 40.9 por ciento. La población que dijo no sentir ni esperanza ni miedo es el 4.8 por ciento. Estos resultados dejan entrever un sentimiento repartido entre esperanzas y miedos, provocados por la inestabilidad política, social y económica que ha primado en los últimos años.

A través de la investigación el Eric-sj elementos a la ciudadanía para que desde los comunitario construya las bases de un nuevo modelo económico democrático, donde se respeten los derechos fundamentales de forma equitativa.

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