sábado, 18 de julio de 2020

La pandemia evidenció lo despreciable que puede ser la clase política en Honduras



Para el abogado Raúl Pineda Alvarado, la pandemia que golpea fuertemente al país dejando luto, dolor y preocupación al pueblo hondureño, ha puesto en evidencia lo peor y lo mejor de la sociedad, además de evidenciar lo despreciable que puede ser la clase política.

“Puso en evidencia que todavía no todo está perdido, que hay gente con solidaridad y visión cristiana que puede dar la vida por otros: los médicos, enfermeras, algunos auxiliares de salud. Puso en evidencia lo despreciable que puede ser la clase política: robar, tomar dinero a costa de la vida de los demás no sólo puede ser un delito sino un pecado y un pecado que no tiene redención, y finalmente establecer la necesidad de que hay cosas que podemos hacer”, dijo Pineda.

Aseguró que en Honduras se puede tener el mejor sistema de salud de Centroamérica, que no se requiere un esfuerzo muy grande, y que ojalá el próximo gobierno se prepare para las futuras pandemias y se pueda construir un sistema de sanitario que devuelva la dignidad al pueblo.

Radio Progreso (RP) dialogó con el abogado Raúl Pineda Alvarado (RPA), analista político hondureño, miembro del Partido Nacional y ex diputado al Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano.

RP. ¿Cómo lo trata la pandemia?

RPA. Pues ha servido para muchas cosas, para valorar la libertad. Hemos estado inmersos en un discurso de más penas, más encarcelamientos, hay que prolongar la reclusión, y cuando uno está recluido, reducido a espacio físico de su casa con algunas modestas comodidades, se da cuenta y valora lo que es la restricción de la libertad. También sirve para hacer un montón de cosas que uno tenía pendiente, como ordenar documentos y se encuentran cosas muy interesantes (…) y hay tiempo para reflexionar sobre lo que sucede en el país y hacia dónde vamos.

RP. ¿Qué conclusiones ha llegado?

RPA. Se llega a la conclusión de que hemos sido detractores por costumbre, hemos visto, para seguir una sentencia bíblica: el sucio en el ojo ajeno pero no hemos visto la viga en el nuestro, y lo que está pasando tiene matices de responsabilidad, claro que los políticos que nosotros elegimos son responsables, son un grupo particularmente corruptos e incapaces, pero también somos una sociedad apática.

RP. ¿Por qué apáticos?

RPA. En Honduras estamos esperando que los norteamericanos, que los militares o que la empresa privada nos traiga las transformaciones que necesita el país. Cambios que se necesitan no como antes, hoy necesitamos una estructura gubernamental más eficiente, más pequeña, más productiva, más honesta, una sociedad que entienda que tiene derechos y tiene el derecho a reclamar sus derechos.

Radio Progreso · Raul Pineda- Pandemia 01
RP. ¿Hay algún verdadero líder en la estructura política actual capaz de conducir al país en nuevos rumbos?

RPA. Creo que sí. Honduras tiene gente competente, es más tiene gente honesta pero tiene muy poca gente valiente. Es decir, aquí hay gente honesta y con capacidad de sacar adelante al país con un equipo multipartidario o con un equipo sin partido, pero no hay gente que tenga el valor de enfrentar el inevitable choque que se va a tener que dar con la gente que está manejando Honduras. Los corruptos, los malvados tontos no son, ellos tienen su tanque de pensamiento y por eso hacen lo que hacen con la oposición.

RP. ¿Tiene posibilidad la oposición de dar un cambio en este país?

RPA. Yo veo que la oposición unida puede generar un cambio si son sinceros, y puedo también considerar que ese cambio puede darse a través del apoyo de un nuevo hombre o mujer que no haya tenido participación política.

RP. ¿Qué es lo más grave de esta pandemia: el virus, la corrupción o la politización?

RPA. Creo que el tema se ha politizado, pero la oposición es tan incompetente que ni siquiera ha podido politizarlo de manera inteligente. Usted solo oye un discurso genérico: el gobierno es corrupto, sí, pero no le dicen por qué es corrupto, o por ejemplo los hospitales no van a venir y si vienen no van a venir en las condiciones en las que fueron contratados, sí, pero los hospitales no han llegado y no hay manera de presentar una evidencia fáctica de que lo que decimos es verdad, y tampoco masificamos el mensaje porque los medios, en su mayor parte, están cooptados.

RP. ¿Cuál es su valoración de cómo el gobierno ha manejado la pandemia?

RPA. La ha manejado muy mal, y por una razón muy sencilla: éste es un gobierno que orbita alrededor del culto de la personalidad del presidente Hernández. Yo siempre he insistido: si se da la coyuntura, el presidente Hernández va querer quedarse en el poder y para eso hay que exaltar su imagen, y qué mejor oportunidad que él aparezca como el salvador del pueblo hondureño en esta crisis.

RP. ¿Cuáles han sido los errores en esta pandemia?

RPA. El primer problema es que: un presidente sale rodeado de militares y policías en lugar de salir rodeado de científicos de batas blancas. También ha sido una crisis que se ha querido aprovechar para sacarle brillo a la armadura del presidente, ese fue un error tremendo, todo esto ha sido muy mal manejado y ojalá haya, aunque sea tardía, una rectificación saludable.

RP. ¿Quiénes son Gabriel Rubí y Marcos Bográn en este mal manejo de los fondos de la emergencia?

RPA. En Derecho Penal, los penalistas hablamos de autores inmediatos y autores mediatos. El autor inmediato es el ejecutor, el autor mediato es lo que antes llamaban autor intelectual, y la sociedad se va furibunda contra el autor inmediato. ¿Quiénes están detrás de la decisión de disponer, de una manera tan imprudente, de 47 millones de dólares?, ¿habrá un hondureño tan ingenuo que crea que esa fue una iniciativa única y exclusiva de Marcos Bográn’, sí, pero a dónde va la crítica: hay que crucificar a Marcos Bográn. Estoy convencido que a esos señores, a esos muchachos, los van a llevar a la cárcel.

RP. ¿Qué simboliza Rubí y Bográn en el Partido Nacional?

RPA. Es gente que no son nacionalistas ortodoxos, son parte de una generación de buena presencia física, de hablar inglés, conocen informática pero carecen totalmente de integridad y patriotismo, y esos, bajo el liderazgo de Juan Orlando Hernández, entraron al asalto de la estructura del partido. Esos no conocen del Partido Nacional cuando estaba en la llanura o cuando los nacionalistas fueron perseguidos, no, a ellos, para usar la frase de un carnicero, no les tocó la parte del hueso solo les tocó la parte del filete.

RP. ¿Qué efecto produce eso en la gente del Partido Nacional?

RPA. La gente del Partido Nacional está incómoda. Aparecen algunos fogonazos de inconformidad como el de “Pepe” Lobo (ex presidente de Honduras) que surge porque le tienen presa a su esposa, pero hay otro montón de gente que está incómoda. Conozco muchos nacionalistas, diputados que no van a votar por el Partido, se siente avergonzados y resentidos porque les toca pagar una factura de algo que no consumieron.

Radio Progreso · Raul Pineda-Pandemia 02
RP. ¿Habrá elecciones el próximo año?

RPA. Tres países recientemente fueron a elecciones, uno de ellos fue dominicana, y lo hizo bien, ganó la oposición, hay países como El Salvador que fueron a elecciones en medio de las balas. Creo que el otro año van a haber elecciones y de hecho el presidente del Congreso ha empeñado su palabra en eso, y recuerde que para cambiar la fecha de las elecciones hay que cambiar la ley y el presidente del Congreso ha sido muy claro en que la ley no se va a cambiar.

RP. ¿Qué escenario puede dibujar usted para las elecciones generales?

RPA. Pues si no se da una coyuntura extraordinaria, que puede darse como un autogolpe, la convocatoria de una constituyente en una alianza de don Juan Orlando Hernández con Manuel Zelaya, también van a haber elecciones y van a ser muy diferentes, van ser muy observadas, y si la oposición no aprendió de lo que pasó en 2017 pues no merecen tener acceso al poder de este país.

RP. ¿Qué lecciones nos deja la pandemia?

RPA. Puso en evidencia lo peor y lo mejor de la sociedad. Puso en evidencia que todavía no todo está perdido, que hay gente con solidaridad y visión cristiana que puede dar la vida por otros: los médicos, las enfermeras, algunos auxiliares de salud. Puso en evidencia lo despreciable que puede ser la clase política, robar, tomar dinero a costa de la vida de los demás no solo puede ser un delito sino un pecado y un pecado que no tiene redención, y finalmente establecer la necesidad de que hay cosas que podemos hacer. En Honduras podemos tener el mejor sistema de salud de Centroamérica, eso no requiere un esfuerzo muy grande, y ojalá el próximo gobierno se prepare para las otras pandemias y que tengamos un sistema de sanitario que nos de dignidad.

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