martes, 4 de febrero de 2020

Extorsión: Amenaza al transporte público en Honduras



La extorsión continúa siendo uno de los grandes flagelos que la población enfrenta en Honduras. Al año miles de millones de lempiras son las ganancias de los grupos criminales que, ante la pasividad del Estado siguen actuando bajo el manto de la impunidad.

La extorsión se extendió a todos los sectores en Honduras (empresas, pequeño y mediano comercio, barrios, colonias y transporte). Sin duda, uno de los más afectados son los transportistas. Cada día conductores, ayudantes y dueños de las unidades deben cumplir con las tarifas establecidas por los grupos ilegales.

Sólo el 2019, más de setenta trabajadores del transporte fueron asesinados en el país. El motivo principal: incumplimiento en el pago de la extorsión.  

La última década ha vestido de luto al sector transporte. Según el dirigente y empresario del transporte urbano de la capital, Jorge Lanza, un aproximado de tres mil personas ligadas al rubro han sido asesinadas a nivel nacional.  

“Es una situación extremadamente difícil. No hayamos a quien pedirle protección ante tal situación. Nos están asesinando y el gobierno no hace nada”, señala el dirigente.

Esta semana un conductor de bus fue asesinado en Tegucigalpa. El infortunado fue el séptimo transportista asesinado en el país durante los primeros 20 días del año 2020.

En ese sentido, el dirigente dice que la semana pasada fueron amenazados por los grupos criminales, advirtieron a las autoridades, sin embargo, todo pasó como si nada.

“Amenazaron con que querían el pago adicional, es decir un incremento. Nos advirtieron que si no  lo pagábamos tendríamos consecuencias serias. El asesinato de nuestro compañero el lunes, es la respuesta de los extorsionadores”, señaló.

En Honduras la extorsión evoluciona. Para mantenerse viva cambia de estrategias. Los extorsionadores se cubren las espaldas, utilizan una y otra manera para no levantar sospechas.

Jorge Lanza explica que, los extorsionadores están amenazándolos para aumento en las tarifas. “A diario piden 400 lempiras de una “rifa” y 700 lempiras del “car wash”.

Según los transportistas el Car Wash consiste en que cada dueño o conductor tiene que llevar su unidad a cierto lugar para que se la laven, pero no lo hacen. La rifa por otra parte, consiste en que los transportistas tienen que comprar un número de una supuesta rifa de lotería que realizan, pero nunca nadie gana,  detalla Lanza.

En la capital, Tegucigalpa, semanalmente cada autobús paga cinco mil lempiras del impuesto. Es decir, 22 millones de lempiras al mes y unos 250 de millones al año.

“Ahora quieren aguinaldo, quieren decimocuarto, semana Morazánica y así no se puede”, lamenta el dirigente

Medidas no acertadas

En 2019 el gobierno anunció la creación dela nueva Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte Urbano (FNSTU), organismo que se encargaría de “combatir” la extorsión y otros delitos cometidos por las maras y pandillas en el rubro.

Sin embargo, la realidad en las calles es totalmente distinta. A diario los conductores tienen que ingeniárselas para cumplir las tarifas, dice Jorge Sánchez, dirigente del transporte en Tegucigalpa

El transportista detalla que, solo en el Distrito Central pagan el impuesto de extorsión a cuatro organizaciones criminales. Lo que merma el ingreso tanto a los dueños, como a los conductores de las unidades.

Explica que trabajan en un proyecto de modernización de la flota de transporte, misma que consiste en el cambio de unidades, instalación de cámaras de vigilancias conectadas al sistema de seguridad 911. Además, de un sistema de prepago para la no utilización de efectivo.

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