miércoles, 19 de febrero de 2020
Pueblos originarios de Honduras rechazan la “Ley Najera” por considerarla un instrumento de dominación sobre la Consulta Previa
Rebelión
En América Latina, Honduras es uno de los países que siempre obedece las recomendaciones de los Organismos Financieros Internacionales (OFIs) como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo, quienes otorgan préstamos a cambio de exigir la privatización de bienes y servicios. En los hechos, esto ha generando mayor pobreza (67% en la actualidad, según datos de FOSDEH), un alto endeudamiento y dependencia económica. En Honduras, la deuda externa y la interna han crecido escandalosamente en los últimos diez años.
A esta situación se suman el hecho de que el Estado Nacional, junto al Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD por sus siglas en inglés), se ponen a las órdenes del capital extractivista actuando de modo diligente con la propuesta de Ley de regulación de la Consulta Previa, Libre e Informada que favorecerá a empresarios y políticos corruptos mediante la imposición, ya por medios legales, del saqueo neocolonial de territorios indígenas y afro hondureño contrariando los pactos y convenios internacionales que el propio estado suscribe y que dan potestad a los Pueblos Originarios sobre su soberanía territorial y autodeterminación.
Además, olvidan que los pueblos indígenas y afro hondureño, defienden y mantienen sus tradiciones, cosmovisiones y costumbres sobre todo cuando de respeto por la Madre Tierra se trata. Para su cultura milenaria la tierra, sus ríos y seres vivientes, son sagrados.
La Consulta Previa, Libre e Informada, nunca ha sido interés de gobiernos corruptos, racistas y discriminatorios. Sin el consentimiento previo, se han aprobado proyectos energéticos, mineros y de explotación de bosques. Los datos no ocultan la realidad sobre el nulo interés del gobierno en escuchar a los pueblos originarios, quienes en todo caso han sido avasalladas por políticas neoliberales, y hoy se ven sumidos en una profunda calamidad social, negándoles sus derechos más elementales. Actualizando los datos de la Federación de Tribus de Xicaque d e Yoro, se revela que la fecha, 119 indígenas Tolupanes han sido asesinados en la última década por defender su territorio. No hay ninguna persona que guarde prisión por estos hechos demostrando así cómo la institucionalidad se confabula con la impunidad y la corrupción.
La consulta es un mecanismo que nace desde los pueblos, no se impone a ellos. Por eso tienen características propias en cada población, respetando así la autodeterminación de cada uno. Esta propuesta no solo no valora los mecanismo históricos propios, sino que no fue siquiera avalada por las poblaciones a las que pretende imponerse.
Desde el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo Minero -M4- apoyamos el rechazo unánime que desde las poblaciones indígenas hondureñas realizan contra la llamada “La Ley Nájera”. Consideramos que la misma es un reglamento manipulizador y instrumento de despojo sobre territorios de pueblos originarios. “La Ley Nájera”, es un engaño para los pueblos originarios. Más que que nunca los territorios indígenas y tribales se ven cada vez amenazados en sus propios hogares. Instamos a las autoridades nacionales e internacionales involucradas a que desestimen la aprobación de una ley que legaliza la expoliación neocolonial de los mediante instrumentos jurídicos de dominación.
Desde los territorios y en apego a sus derechos, los pueblos indígenas y afro hondureño, darán la batalla en contra de ese nefasto proyecto de “Ley Najera”. Y sus hermanos y hermanas mesoamericanos levantamos esas banderas que permiten vivir vidas dignas en nuestros territorios.
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