viernes, 18 de julio de 2014

JOH y el pétreo peso de lo Maya en la identidad nacional



Ilustración Eliud

Acallando las voces de los mineros soterrados, el llanto de los niños migrantes y los suspiros de los pacientes muertos por la negligencia del Estado en los hospitales públicos, el Señor Presidente (evocación asturiana) anuncia que creara tres nuevos museos en Gracias, Roatán y Copán para mostrar la riqueza de los mayas alojada en las bodegas del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH). Las bodegas del IHAH también guardan piezas arqueológicas de las regiones que históricamente habitaron los lencas, los pech, los tolupanes y otros grupos. ¿Por qué no exhibirlos para las audiencias nacionales e internacionales? ¿Qué no merecen ser sus historias contadas a sus descendientes y no descendientes?

Al mismo tiempo, el Señor Presidente informaba que el batallón de ingenieros solo espera el banderillazo para iniciar las obras de construcción del aeródromo de Río Amarillo. Sí, ese proyecto que provocó en tiempos de Manuel Zelaya acalorados debates de los “opinadores,” que más que oponerse a la obra per se, mas parecía que adversaban al entonces ministro de cultura Dr. Rodolfo Pastor Fasquelle y al jefe del ejecutivo,  Estos “escribidores” durante el golpe de Estado de 2009 se manifestaron afines ¡al muera la inteligencia! del myrnasterio de cultura.  Hoy ninguno de esos vociferantes que defendían el patrimonio cultural del Valle de Copán dicen nada ante el inminente arranque de la obra.

El  peso impuesto de lo maya invisibliza otras manifesraciones culturales.


Joh-fashAdemás está muy cerca el día de la Hondureñidad, el 14 de julio y el día de Lempira, el 20 de julio.  Mientras tanto, el nacionalismo reaccionario y oportunista del chafita Juan Orlando mantiene en reposo el asunto del islote Conejo y no ha vuelto a visitarlo ni en lancha ni en helicóptero.  Se trata de hacer bulla y el papel aguanta con todo.  De dónde se obtendra el dinero para esos costosos museos de alta seguridad.  Talvez con los señores de las harinas que estarán contentos además de tener un aeródromo fronterizo.  Eso de los museos de alta seguridad es un sueño guajiro.

La nota de prensa menciona la colaboración de los cándidos profesores de la universidad de Harvard en el diseño de las edificaciones de los futuros museos.  Harvard, desde fines del siglo XIX, ha jugado un importante papel en la investigación del pasado de los mayas, los mayas clásicos, y ha marginado otras manifestaciones culturales de los llamados vecinos no mayas.  Estas investigaciones han servido a las élites nacionales para construir un discurso oficial que proyecta todo el territorio hondureño como asiento y extensión de los mayas.  Estamayanización, la Honduras Maya, según el Dr. Darío Euraque, ha borrado la diversidad cultural del pasado de Honduras, las historias de los pech, los lencas y otros grupos indígenas.  Así vemos que la visión petrificada de los mayas clásicos, el peso de lo maya se impone sobre regiones que en el pasado fueron multiculturales y plurilingues.

El Señor Presidente en su discurso de coronación en enero 27, se guardó de hablar de la presente existencia de pueblos indígenas y negros, no apeló al simbolismo maya en la decoración del escenario inaugural, solo mencionó que venía de las tierras del indómito cacique lempira de la mano de Dios y olvido decir que contra la voluntad del 70% de los hondureños. En los primeros días de su mandato, degradó la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afrohondureños (Sedinafroh) y de premio de consolación nombró a un paraca narrador de fútbol en la Dirección de Cultura, la otrora Secretaría de Cultura Artes y Deportes (SCAD). Tal parece que estamos ante una reedición del mestizaje indohispano excluyente (nada de negros) y ante una remayanización.  La re-mayanizacion actual bajo el régimen orlandista conlleva dos dimensiones, una histórica y una coyuntural.  Primero, la re-mayanizacion significa retomar el proyecto por “re-institucionalizar la mayanizacion” del Gobierno del panameño Ricardo Maduro (2002-2006) implícitamente objetada durante la primera gestión del Dr. Rodolfo Pastor Fasquelle a cargo de la SCAD (1994-1998), y profundamente y explícitamente cuestionada en su segundo periodo entre el 2006 y el 2009 y bajo la Gerencia del Dr. Darío Euraque en el IHAH.  Segundo, la re-mayanizacion hoy la lidera ya abiertamente la el Instituto Hondureño de Turismo (IHT), ya con la SCAD destruida y con el IHAH como simple edecán institucional-administrativo de la visión turística de la relación patrimonio cultural e identidad nacional.  Al colocar en el IHT a un empresario, Silvestri, con fuertes intereses en el negocio del turismo insular, Virgilio Paredes, el apocado ahijado del Lobo y Gerente del IHAH, es eclipsado y deja en suspenso su fantasiosa arqueología, la idea de rescatar el mito de la “ciudad blanca.”

Veremos con qué show nos sale el belicoso Señor Presidente el 14 y el 20 de julio, festividades ligadas a la soberanía nacional para unos y para otros, sobre todo el día de Lempira, simboliza la resistencia indígena.  Mientras tanto hay que recordar la setencia del historiador Hobsbawm: “Las naciones no construyen estados y nacionalismos, sino que ocurre al revés.”  Además, Hobsbawm hace un llamado a mirar “desde abajo” a la nación, es decir, “en términos de los supuestos, las esperanzas, las necesidades, los anhelos y los intereses de las personas normales y corrientes, que no son necesariamente nacionales y menos todavía nacionalistas.”  Concluye en tres claros puntos:

“La primera es que las ideologías oficiales de los estados y los movimientos no nos dicen lo que hay en el cerebro de sus ciudadanos o partidarios, ni siquiera de los más leales. En segundo lugar, y de modo más específico, no podemos dar por sentado que para la mayoría de las personas la identificación nacional —cuando existe— excluye el resto de identificaciones que constituyen el ser social o es siempre superior a ellas. De hecho, se combina siempre con identificaciones de otra clase, incluso cuando se opina que es superior a ellas. En tercer lugar, la identificación nacional y lo que se cree que significa implícitamente pueden cambiar y desplazarse con el tiempo, incluso en el transcurso de períodos bastantes breves.”

Por hoy, los lencas en Agua Blanca, los campesinos de El Aguán, los garífunas, los tolupanes de Yoro, los aldeanos de Suyapa, los sureños donde se impondrán las primeras “ciudades modelo”, se resisten al despojo y desplazamiento de sus tierras, territorios, sus ríos, sus bosques y de sus historias que son vitales para su reproducción como grupos y fuente de sus diversas identidades.

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