sábado, 29 de febrero de 2020

Crece la ira de las mujeres



Por Gerardo Iglesias

Fotos: Gerardo Iglesias

“¿Cuántas mujeres lloran cuando han reprimido su ira por
tanto tiempo? ¿Cuántas descubren que el enojo, vuelto hacia
el interior, se llama depresión?
(Gloria Steinem)

“Desde niñas aprendemos que debemos contener la ira y
no dejarla salir, aunque lastre nuestro cuerpo y nuestra mente de maneras
insospechadas. La rabia no es lo que se interpone en nuestro camino: es nuestro
camino. Todo lo que tenemos que hacer es apropiarnos de ella”.
(Rabia Somos Todas. Soraya Chemaly)

Íngrid Escamilla tenía apenas 25 años. Era licenciada en Administración de Empresas y maestra en Administración y tenía toda una vida por delante.

El 9 de febrero su pareja la mató de varias puñaladas. No satisfecho, la desolló desde el rostro hasta las rodillas y descuartizó y arrojó sus restos por el drenaje de la calle.

Horas después, la prensa amarillista publicó unas brutales imágenes de la víctima, literalmene despellejada, provocando la indignación y la ira de millones de mujeres.

Hace una semana, frente a las instalaciones del diario La Prensa, las mujeres armaron un desmadre, que fue un acto colectivo de liberación del enojo acumulado en un país donde 10 mujeres son asesinadas cada día por el solo hecho de ser mujeres.¨

El Perro Amarillo: Reveleramos información que vincula al gobierno con bandas criminales



La Ley Especial sobre la Intervención de las Comunicaciones Privadas, mejor conocida como “Ley de Escucha”, aprobada en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, es ahora la olla presión donde brota la información que ratifica el vínculo del gobierno nacionalista de Juan Orlando Hernández, con el crimen organizado, según el periodista Milton Benítez mejor conocido como “El Perro Amarillo”.
En los últimos días, a través de informes y declaraciones de ex altos mandos de la Policía Nacional, la ciudadanía ha podido conocer audios que develan la forma criminal y corrupta con que operan los gobiernos nacionalistas, con el fin de mantener el control territorial para continuar con el negocio de las drogas y crimen organizado.

“Son documentos y audios que entes como la fiscalía fueron quitando porque vinculaban a empresarios, policías y políticos”, dijo el periodista Milton Benítez a Radio Progreso, asegurando que, son momentos difíciles para las familias del equipo Perro Amarillo, pero como periodistas se sienten obligados a revelar toda la información porque el país merece un mejor futuro.

El Perro Amarillo recibió un disco duro con documentos, imágenes y audios de mano del exdirector de la Policía Nacional, Ricardo Ramírez del Cid, destituido junto a Ramón Sabillón, investigados por el asesinato del general Julián Arístides González, ex director de la Lucha Contra el Narcotráfico, según informó la Secretaria de Seguridad.

Según Milton, Ramírez del Cid entregó toda la evidencia a su equipo por la ética y el profesionalismo que les identifica, y por la necesidad de arrancar de raíz la podredumbre instalada en el gobierno de Juan Orlando Hernández.

En su programa que se transmite todas las noches por redes sociales, poco a poco va develando información. Advierte tener evidencia delicada que podría provocar movilizaciones ciudadanas exigiendo la salida de JOH de la presidencia.

Además, ha convocado a reconocidos líderes sociales de país para conformar una “Comisión de Notables”, a quienes propone dar seguimiento a la información que podría revelar los vínculos directos que por años han mantenido los gobiernos nacionalistas, Porfirio Lobo y JOH, con los grupos criminales que controlan el tráfico de drogas y el sicariato.

Entre los convocados a esta comisión están: Miriam Miranda de la Organización Fraternal Negra de Honduras, el sociólogo Eugenio Sosa, Edmundo Orellana ex fiscal de la república, Ismael Moreno sj, director del Eric y Radio Progreso, Hugo Noé Pino, economista y Víctor Fernández del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, entre otros.

Les invitamos a escuchar la entrevista que Radio Progreso realizó a Miltón Benítez, el periodista que en este momento tiene la atención de la sociedad hondureñaodría cambiar el rumbo del país.

Todos, todas, todes, somos Telesur



Por Carlos Aznárez *

El títere más devaluado de Washington ha encontrado una nueva fórmula para intentar recomponer un espacio de cierta visibilización mediática. Así es, parece que Juan “autoproclamado” Guaidó trata de dar imagen de hombre duro, y ha comenzado a vociferar ante sus cada vez más escasos seguidores que intentará “rescatar» la señal de Telesur “para ponerlo al servicio de la verdad”.

Si esta nueva patraña no fuera parte de la permanente guerra que Estados Unidos libra contra la Revolución Bolivariana, los dichos de este sujeto provocarían risa. Pero no hay que tomar en broma estos anuncios porque detrás de ellos seguramente se lanzará una nueva embestida contra uno de los pocos canales televisivos en el mundo (y el único en Latinoamérica) que cuenta las cosas como son, que ofrece micrófono a los de abajo, a los que pelean para que los escuchen, a quienes con mucho esfuerzo intentan seguir creyendo en que la Humanidad no es lo que Trump y sus secuaces dibujan día a día.

Telesur se ha convertido, y eso sí que hay que festejarlo y defenderlo, en una herramienta imprescindible en el campo informativo. Lo viene demostrando desde prácticamente su lanzamiento como canal multiestatal y plurinacional. Si no hubiera sido por Telesur, varios golpes de Estado que se han sucedido en el continente, hubieran pasado casi desapercibidos. Allí estuvieron cámara y cronista mostrando las barbaridades que se cometieron en Honduras una vez que el presidente Manuel Zelaya fueran arrancado del gobierno con violencia, y volvió a ser la cadena latinoamericana y caribeña la que mostró al mundo cuando el mandatario penetró subrepticiamente al territorio y reapareció en la embajada de Brasil.

Que no decir de Telesur en Colombia, en épocas de Juan Manuel Santos ordenando al ESMAD que reprimiera las grandes manifestaciones de la Cumbre Agraria y a partir de esas imágenes obtenidas con las y los comunicadores con no poco riesgo, poder denunciar al mundo lo que allí estaba ocurriendo. Luego vinieron los días y años de las negociaciones de las FARC en La Habana, o las del ELN en Ecuador, las masacres del paramilitarismo, los acuerdos de paz, la traición gubernamental a lo firmado en La Habana, y la actualidad represiva y autoritaria del uribismo, en que gracias otra vez a Telesur, nos enteramos que ese pueblo colombiano no deja en pelear por un país con justicia social.

Fue Telesur quien abrió los ojos de muchos y muchas en el continente para descubrir y amar la Revolución que Hugo Chávez desarrolló en Venezuela y quien nos acostumbra día a día a admirar al bravo pueblo venezolano que se resteó en las calles una y mil veces en todos estos años. Fueron los cronistas del canal los primeros en salir a la calle a cubrir, a riesgo de su vida, las guarimbas de la muerte impulsadas por la oposición fascista. El canal nos volvió a renovar la esperanza de que la Revolución tenía mucho resto aún, cuando las multitudes salieron a las calles a votar por la Constituyente y vencieron a la locura fratricida, esa misma en la que sigue creyendo e impulsando Guaidó.

Y otra vez Telesur, estuvo a la cabeza de visualizar, para quienes dudaban, lo que se ocultaba detrás de la famosa “ayuda humanitaria” de los yanquis. Esa que intentaron colar por los puentes cercanos a Cúcuta, y que no era otra cosa que una invasión en toda regla. Allí estuvo Madelain García, dando una hermosa lección de lo que significa informar, a pie de calle y poniendo la piel en ello, sobre la hazaña que protagonizaron juntos las milicias y la Guardia Nacional Bolivariana.

Lo mismo podemos decir del corresponsal en Siria, Hisham Wannous, demostrando con absoluta profesionalidad cuánto y cómo peleó el pueblo y su ejército para derrotar al ISIS, o las coberturas brillantes sobre la resistencia palestina enfrentando a la bestialidad sionista, la invasión otaniana a Libia, donde brilló la cobertura de Rolando Segura, o lo que se abarca informativamente en El Líbano e Irán.

Vengo recientemente de Chile y allí fue otra vez Telesur quien pudo mostrarle al continente gracias a un cámara y una cronista más que valientes, lo que es el poder represivo de los carabineros piñero-pinochetistas contra un pueblo que despertó para siempre. Emocionaba verla a Paola Dragnic, con su máscara anti gas enfrentando en la Plaza de la Dignidad la agresión criminal de los “pacos” chilenos, plantándoles cara junto al cámara (lamento no tener su nombre) y demostrando que cuando hay pasión por contar la verdad a favor de los pueblos, no hay violencia estatal que pueda hacer retroceder a una comunicadora popular . Lo mismo se repite a diario en los informes brillantes de Freddy Morales desde la Bolivia de Evo, hoy en manos de una dictadura fascista y racista. O en el trabajo tesonero de la corresponsalía argentina, donde, afrontando la censura y la bajada de la señal por parte de la tiranía institucional de Macri, Carolina Silvestre y Edgardo Estéban se pusieron al hombro la tarea de mantener el alto nivel desplegado desde la creación del canal. O el trabajo permanente de reporteras como Adriana Sívori, desde cualquier país centroamericano o allí donde la noticia precise de su potencia juvenil para estar en los sitios donde otros (no los de Telesur) no quieren que los envíen.

Eso y mucho más es el canal al que quiere “rescatar” el pigmeo Guaidó: programas únicos en la TV del continente, con presentadoras, presentadores, periodistas y analistas brillantes, que no repiten guiones como loros, ni actúan bajo conceptos rutinarios, sino que se esfuerzan en poner pasión para contar noticias que la mayoría de las corporaciones mediáticas ignoran, deforman o directamente cajonean. Son muchos y muchas los que cumplen esa tarea, pero podemos sintetizar la eficacia de la misma en los cotidianos encuentros en la pantalla con Tatiana Pérez y Abraham Istillarte.

Telesur también son esos documentales que no podremos ver en la mayoría de las TV latinoamericanas (siempre hay excepciones como el canal argentino Encuentro), espacios culturales donde no existe la chabacanería a la que están acostumbrados otros medios hegemónicos. Y algo que se agradece infinitamente: en esta cadena no podrán verse esas publicidades de mal gusto, sexistas, destructoras de valores sociales imprescindibles, engañosas para pintar mundos inalcanzables. No, en Telesur eso no pasa ya que son reemplazadas por buenas imágenes nuestroamericanas, músicas o efemérides de todas las luchas y personalidades de la Patria Grande.

Por todo ello, frente a esta nueva muestra de la miserabilidad y el revanchismo que engendran tipos como Guaidó (corrupto hasta llegar a la osadía de haberles robado a sus propios amos, cómplice de acciones terroristas y confeso golpista) se hace necesario que todas y todos los que valoramos el rol que cumple Telesur unamos nuestras fuerzas y nos aprestemos con celeridad a multiplicar las acciones en su defensa. Sobre todo, quienes somos comunicadores y comunicadoras populares, que sabemos valorar in situ lo que significa hacer periodismo “en tiempos difíciles”, como nos enseñara Rodolfo Walsh.

Como bien dijo la directora de Telesur, Patricia Villegas (una de las grandes artífices de todo lo que el canal ha llegado a ser y valer): “el diputado habla de lo que no sabe y claramente no entiende”. Ni entenderá jamás, agregamos nosotros, porque escorias como Guaidó, que a esta altura de los hechos debería estar en la cárcel, no pueden imaginarse que al atacar a Telesur está provocando que miles y miles en el continente y el mundo cerremos filas para que el canal siga siendo lo que es: un instrumento para vencer a la oscuridad de la censura y el terrorismo mediático. #Viva Telesur.

  • Carlos Aznárez, Director de Resumen Latinoamericano, integrante de ALBA Movimientos.



Trump y la apoteosis de la barbarie

Rebelión

Por Atilio A. Boron

Acabo de leer una muy interesante nota de Peter Koenig sobre el renacimiento y exasperación de la barbarie en los últimos tiempos.[1] Y digo exasperación porque aquella tuvo una presencia constante en la historia, pero bajo el capitalismo adquirió nuevas y más brutales formas. Estados Unidos es sin dudas la patria de la barbarie. Su condición de mayor terrorista del planeta la alcanzó en agosto de 1945 cuando arrojó sobre dos ciudades indefensas del Japón sendas bombas atómicas que convirtieron en cenizas -o condenaron a una horrorosa muerte lenta- a varios centenares de miles de sus habitantes. Nadie nunca, ni antes ni después, llegó a perpetrar atrocidad semejante. Sin llegar a tan luctuosos límites en tiempos recientes la barbarie fue repotenciada por el gobierno de Donald Trump, un hampón de cuarta cuyos códigos morales no son mejores que los de Al Capone o Frank Nitti. Es más, me atrevería a decir que éstos poseían un mafioso sentido del honor y del respeto a la palabra empeñada que el magnate neoyorquino carece por completo.
Koenig documenta con precisión que a pedido de Trump el primer ministro de Irak, Adil Abdul-Mahadi, invitó al General Qassem Suleimani a que se reuniera con él en Bagdad para sugerirle, dadas sus conocidas dotes como diplomático, que procurase abrir un canal de diálogo entre Irán y Estados Unidos y entre la república islámica y Arabia Saudita. Esa fue la trampa, abyecta y cobarde, en la que cayó el general iraní. Esto fue denunciado ni bien se consumara el asesinato de Suleimani y un grupo de altos funcionarios militares iraquíes por Adil Abdul-Mahadi diciendo textualmente que “Trump me pidió que mediara con Irán y luego asesina a quien había invitado para la tarea”. En sucesivas conferencias de prensa el Secretario de Estado Mike Pompeo, otro mentiroso serial, desmintió lo declarado por el Primer Ministro Iraquí. Lo mismo hizo la Casa Blanca, pero la credibilidad de estos hampones es nula. Pero toda la maquinaria propagandística de Estados Unidos se puso al servicio de las mentiras oficiales y Suleimani, que gozaba de inmunidad diplomática, fue presentado como un feroz terrorista que había sido “eliminado” porque tenía planeado atentar contra varias embajadas de Estados Unidos, cosa que días después desmintió el propio Secretario de Defensa de Trump. Pese a tantas mentiras se ha ido sedimentando en los sectores de la opinión pública atentos a este tipo de noticias (una minoría, desgraciadamente) la convicción de que lo ocurrido en Bagdad fue un vil asesinato que trató de justificarse estigmatizando a la víctima como terrorista.

No contento con esta criminal violación de la legalidad internacional y de las propias leyes de Estados Unidos, Trump ordenó que se le negara a Mohammad Javad Zarif, Ministro de Asuntos Extranjero de Irán, la visa de entrada para informar de lo ocurrido ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York. O sea, cero debate, cero información: basta con la versión del imperio, reproducida impúdicamente por la prensa hegemónica. Esto constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas, firmada por Estados Unidos en 1947, que garantiza a los representantes de países extranjeros el irrestricto acceso a la sede de las Naciones Unidas. Para su imborrable deshonra el portugués António Guterres, Secretario General de Naciones la ONU, el guardó cómplice silencio ante el asesinato de Suleimani y también frente al ilegal veto a la llegada del ministro iraní. El hombre se preocupa por su chequera y nada más. Cobra su sueldo y no ve, no escucha, no habla. Esta es la clase de funcionarios internacionales que Estados Unidos necesita para administrar su imperio sin preguntas incómodas.
Lo anterior confirma lo que muchos venimos diciendo acerca de la ineptitud de las Naciones Unidas para garantizar la paz y la legalidad internacionales. Muchas voces se han elevado, sobre todo en países periféricos, exigiendo una reforma de esa organización. Pero Koenig da un paso más y se pregunta si no ha llegado la hora en que una votación de la Asamblea General expulse a Estados Unidos (y a Israel) de las Naciones Unidas por sus reiteradas violaciones de la Carta de la Organización y sus resoluciones fundamentales (entre ellas las que exigen a la Casa Blanca poner fin al bloqueo a Cuba o que el régimen israelí se retire de los territorios ocupados). La premeditada, sistemática y desafiante transgresión de la legalidad internacional es lo que define a los “estados canallas”. Esa clase de regímenes se colocan por sí mismos por fuera de dicha legalidad y su expulsión sería tan sólo el reconocimiento de una realidad. Tendríamos, prosigue diciendo nuestro autor, “una ONU renovada, liberada de la abultada burocracia que la paraliza y mucho más eficiente para salvaguardar la paz en el mundo.” Además hay montones de países que han sido invadidos, amenazados, sancionados por Estados Unidos y “muchos de ellos también tienen drones y dominan la tecnología de disparos de precisión.” Se trata de un planteo audaz, extravagante, pero que merece ser pensado. 
Muchos intereses económicos se opondrían a esta movida, reconoce Koenig, pero en el mundo actual EEUU ya no es el único que puede ofrecer interesantes oportunidades de negocios. China, India, Rusia, numerosos países asiáticos y algunos otros en África y Latinoamérica podrían redefinir un nuevo entramado de la economía mundial sin la presencia prepotente de los norteamericanos. “Aislemos a los bárbaros de Washington y dejémoslos que se pudran en su inmundo pantano”, dice Koenig. Proyecto que hoy suena como una ingenua utopía. Pero, ¿quién podría asegurar que ante la indisimulable decadencia del poderío de EEUU aquella propuesta está eternamente condenada a ser irrealizable? Sobre todo si se recuerdan estas proféticas palabras de Oscar Wilde cuando sentenció que “Estados Unidos es el único país que pasó de la barbarie a la decadencia salteándose la civilización.” Y su decadencia podría dar nacimiento a otra Naciones Unidas. ¿Por qué no? ¿O es que alguien todavía cree que las instituciones creadas por hombres y mujeres tienen el don de la eternidad?

Nota:

[1] “The West is Run by Barbarians”, en https://www.globalresearch.ca/west-run-barbarians/570043

viernes, 28 de febrero de 2020

Congreso Nacional otorga inmunidad a altos mandos militares


Régimen de JOH remilitariza sociedad hondureña.

El Congreso Nacional derogó el artículo 153 del nuevo Código Penal, con esta acción los altos mandos militares quedan inmunes a cualquier investigación por violaciones a derechos humanos.

El artículo derogado estipulaba los criterios de judicialización a la cadena de mando, luego que estos emitieran una orden para un desalojo o una acción violenta contra una protesta u otra índole de carácter ciudadano.

Significa que cuando un militar dispare contra un manifestante o incurra en alguna violación de derechos humanos, el único que será responsable será el soldado y no quien le dio la orden.

El presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva dijo que la derogación responde a una intención de poner orden a la situación, pues no se puede juzgar a un alto mando por una acción que haya cometido un soldado.

Con esta derogación, el Poder Legislativo blinda por completo a toda la cadena de mando militar y les permite ordenar a diestra y siniestra y cometer agresiones a manifestantes o ciudadanos en general.

Por otra parte, cuando el nuevo Código entre en vigencia, los altos militares acusados por asesinatos en el pasado proceso electoral de 2017, quedarán libres de cualquier investigación en su contra, porque la aplicación de la ley es de carácter retroactivo.

El diputado Jari Dixon explicó que el contenido de esta derogación  es un fuerte golpe de impunidad, mismo que beneficia no solo a los altos mandos militares, sino que a sus superiores.

Para no perder la costumbre, la Junta Directiva del Congreso Nacional, aprobó las derogaciones sin contar con la mayoría que requiere la decisión. Diputados de oposición denuncian que se violentó nuevamente el procedimiento parlamentario.

“Hay un debate sobre este asunto, para nosotros no hubo la mayoría requerida para la derogación, pero lamentablemente acá en el Congreso ellos hacen lo que quieren, y lo hacen porque tienen el poder”, denunció la diputada Doris Gutiérrez.

En referencia al tema de los militares, Mauricio Oliva dijo que, las valoraciones de la oposición son sesgos políticos y puso el ejemplo que, cuando un soldado comete una violación de derechos humanos, lo justo es que él responda por sus actos, cuando fue consultado sobre la responsabilidad de la cadena de mando contesto que, ellos serán judicializados solo que exista una orden expresa (un escrito) que diga que ordenó matar o agredir a alguien.

El diputado David Reyes, calificó las reacciones de Oliva como una burla a la inteligencia del pueblo. Lamentó que lo aprobado por el Congreso, sea un pacto de impunidad en las alturas que busca proteger a los altos mandos que también son responsables de violaciones a derechos humanos en el país.

“Con esto ellos quedan autorizados para matar con impunidad, es lamentable que sigan sucediendo este tipo de cosas en el país”, valoró Reyes.

Alerta: Nuevo Ataque a La Vía Campesina es violación a los derechos campesinos



Por Sandra Rodríguez

El pasado domingo 23 de febrero, personas desconocidas violentaron la sede de La Vía Campesina- Honduras (LVC-H), destruyendo puertas equipo de oficina y robaron una computadora, con información propia de la organización.

Para Berta Oliva, coordinadora  general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), a través de Twitter escribió “Nuevo ataque enfrenta Vía Campesina, Honduras. Es clara demostración de intimidación y de violación a los derechos de las y los campesinos de nuestro país”

La Vía Campesina que dirige Rafael Alegría, denunció en un primer momento que el hecho aparentaba ser un simulacro de robo, sin llevarse nada, mientras esperaban que llegaran los entes de investigación a inspeccionar la oficina, en la capital.

Fue el líder campesino quien advirtió de este nuevo ataque, cuando llegó en horas de la tarde al edificio, y se encontró con las puertas rotas, un monitor de cámaras y un televisor tirado en el patio.

Ante el hecho, se llamó al Mecanismo Nacional de Protección, pero aún no había dado respuesta, denunció Wendy Cruz, del área técnica de LVC-H, quien se apersonó a su lugar de trabo, pero sin ingresar a las instalaciones.

El Estado reconoce el derecho de toda persona, individual o colectivamente, a promover y procurar la promoción, protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales, expresa el artículo 1 de la Ley de Protección para las y los Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia, aprobada en mayo del 2015, por el Congreso Nacional; sin embargo, La Vía Campesina, continúa vulnerable a los ataques, sin que estos se investiguen.

El capítulo 6 de esta legislación hondureña, afirma que “El Estado tiene la obligación de respetar los derechos humanos de las y los defensores y de prevenir de forma razonable las amenazas, hostigamientos y agresiones que puedan generarse en su contra, independientemente de que éstas provengan de actores estatales o particulares”.

Cabe señalar que, desde el año 2009 hasta hoy, este el noveno ataque que recibe la vía campesina, desde persecución, ataques al personal, disparos contra el equipo de video y vigilancia, amenazas y planes de ejecución contra el líder campesino, entre otras formas de intimidación, que registra el COFADEH, institución que acompaña el cumplimiento de medidas de la organización aliada en la formación de derechos humanos campesino y defensa de la tierra y el territorio.

Alegría aseguró que este es un reiterado plan de intimidación contra la LCV-Honduras, y es la cuarta vez que roban información mediante el hurto de computadoras asignadas a determinada función, y que es de interés único de la organización.

 Berta Oliva y procuradoras de derechos humanos del COFADEH, se hicieron presentes a la oficina de la LCV, mientras se realizó la inspección de los hechos, que dejó daños materiales, robo de información e intimidación a quienes laboran para la institución nuevamente atacada.

El Cofadeh condena estos ataques contra nuestra organización aliada en la lucha por el derecho a la tierra y derechos campesinos, así como el riesgo al que estuvo sometido compañero Rafael Alegría, al llegar hoy a la oficina y encontrar este escenario dejado por desconocidos.

Cabe señalar que había varios objetos de valor, y únicamente se llevaron una computadora dentro de una mochila.

Nunca imaginé vivir ésto… madre de perseguidos políticos



En un pueblo dedicado a la agricultura y minería, una pareja de esposos con más de 50 años juntos no se imaginaron vivir la zozobra de que a dos de sus hijos los llevarán  presos en la cárcel de máxima tortura llamada “El Pozo”, municipio de Ilama, departamento de Santa Bárbara, acusado de incendiar la alcaldía de Las Vegas, en junio de 2018.
Albercia Guillen de 78 años y Natividad Enamorado de 82, son los progenitores de Faustino y Ovidio, luchadores sociales y presos políticos que ahora se defienden en libertad, tras sufrir una serie de violaciones a sus derechos humanos desde la persecución política hasta el encarcelamiento el 30 de agosto de ese año.

En esos días de encarcelamiento, únicamente doña Albercia pudo ir a visitarlos, pese a que el trayecto es un poco complicado por la situación de la calle de tierra, el coste económico que implica la movilización y el papeleo que autoriza la visita en los centros penales. Hizo cuatro viajes desde Las Vegas hasta Ilama, pero solo una vez los pudo abrazar.

-Porque no tenía carnet de visita-

Frente a un altar tradicional católico, la señora no contuvo las lágrimas, pues ante ese mismo lugar rezaba a Dios para que le protegiera a sus hijos presos injustamente por el capricho de personas inescrupulosas que los acusaron de hechos que no cometieron.

Faustino y Ovidio son reconocidos defensores de derechos humanos en el departamento de Santa Bárbara, al noroccidente del país, donde se han organizado con otras personas para acompañar procesos de defensoría.

La noche del 18 de junio los hermanos Enamorado y Nelson Álvarez, ejerciendo la observación y procuración de derechos humanos en el marco de una protesta social, advirtieron sobre el eminente riesgo entre una muchedumbre enardecida y elementos militares, incluso le dieron a la alcaldesa Petrona Audonifia Pineda “Mila de Lara”, que no se acercara, recibiendo es ella una respuesta indiferente, ya que quería entrar al edificio.

Mila de Lara, del Partido Nacional, es esposa de Ramón Lara Bueso, ex director del Instituto Nacional Agrario (INA). Cabe señalar que es alcaldesa de Las Vegas desde el año 2010, siendo este su tercer periodo a cargo del pueblo minero.

En total, se culpó a 31 personas, de cuales una fue sobreseída, otra concilió y una tercera víctima fue remitida a otra jurisdicción. Por lo que 20 hombres y 8 mujeres siguen el proceso encaminado a un juicio oral público por supuestamente acusados del incendio en la municipalidad. Nueve de ellos estuvieron tres meses en El Pozo.

“Esto fue horrible, horrible, cuando me di cuenta que los habían golpeado y tratado como delincuentes. He llorado mucho por ellos, pero cuando los vi en la cárcel se me secaron los ojos, los vi blancos-blancos (sin recibir sol), creo que los iban a matar”, relató la madre de casi ocho décadas.

La alcaldesa los acusó, pero se va hacer justicia, aseguró la señora.

“Una de las consecuencias en esta persecución es la desintegración familiar y desempleo en la minera. A ellos los han alejado de sus hijos y no tienen trabajo”, interfirió don Natividad.

A nuestros hijos e hijas las educamos con buenos valores familiares, responsables y trabajadores, agregó el papá, mientras compartía una taza de café, del mismo que produce en su finca.

“Estar en la cárcel es lo más horrible que sus hijos han podido vivir, porque no se compara ni a las enfermedades que ha padecido Ovidio. Nunca habían estado en la cárcel, a ellos los acusan por defender derechos humanos, es una injusticia que no le vemos sentido”, Natividad Enamorado.

Ante la pregunta si ¿es delito protestar? Sí, es delito protestar aquí, dijo don Natividad. “Y nos da miedo platicar mucho de esto, hay violencia en el municipio” complementó doña Albercia.

La situación que enfrentan sus hijos es ajena a su voluntad, madre afirmó que “nunca imaginé vivir ésto, por que ellos solo hacen el bien”.
La pareja de adultos mayores caminaron hacia su habitación, y ella concluyó diciendo que “Yo se los encomiendo a Dios y a la Virgen…” juntó sus manos y lloró.

Sesenta años de la Operación 'Chrome Dome', la patrulla nuclear que provocó el accidente de Palomares


Por Carlos H. de Frutos

Baño de Manuel Fraga en Palomares

- EEUU diseñó una estrategia para tener varios bombarderos nucleares sobrevolando las 24 horas del días zonas fronterizas con la URSS

- El desprendimiento de las bombas en Palomares (Almería) fue tan solo uno de los distintos accidentes por los que el Gobierno de EEUU terminó cancelando la operación

- Un tribunal de EEUU autoriza una demanda colectiva de veteranos expuestos a radiación en Palomares

17 de enero de 1966. Cuatro bombas termonucleares se desprenden de un bombardero estadounidense mientras este sobrevuela el municipio de Cuevas de Almanzora (Almería) a la altura de la pedanía de Palomares. La primera de aquellas bombas se encontró intacta; una segunda fue rescatada meses más tarde del fondo del mar; las dos restantes se quebraron, esparciendo el material radioactivo de su interior por la zona.

44 años después de la que pudo haberse convertido en la mayor catástrofe de nuestra historia, el oscurantismo en torno a este episodio, así como a la gestión de sus consecuencias directas , continúa suscitando interrogantes. ¿Por qué cuatro bombas nucleares de una potencia destructiva 300 veces superior a la lanzada en Hiroshima sobrevolaban territorio español? ¿Eran estos vuelos frecuentes? ¿Existía un consentimiento explícito de estas maniobras por parte del Gobierno franquista?

Un convenio a medida

Para encontrar algunas respuestas, hay que remitirse al convenio defensivo firmado entre los Gobiernos de España y EEUU en el marco de la Guerra Fría, en concreto, a la 'Nota adicional al párrafo segundo del artículo III' del acuerdo. Bajo este título de aparente irrelevancia, el epígrafe recogía uno de los puntos clave del convenio: la regulación de las bases militares estadounidenses instaladas en territorio español.

Tal y como desgrana el periodista Rafael Moreno Izquierdo en su libro La Historia Secreta de las bombas de Palomares , dos eran los supuestos en los cuales las bases aéreas estadounidenses en España podrían ser utilizadas con fines de acción militar. El primero de ellos apelaba a una "evidente agresión comunista" que "amenazara la seguridad de Occidente", y tan solo requería de una mera comunicación a las autoridades españolas para hacerse efectivo. El segundo, también referente a casos de "emergencia" o "amenaza de agresión a Occidente", se vinculaba a una consulta entre ambos Gobiernos para valorar "las circunstancias de la situación creada".

Una escueta regulación susceptible de ser interpretada de forma totalmente abierta que, además, no distinguía en modo alguno si el armamento transportado por los aviones sería convencional o nuclear, ni incorporaba un ordenamiento del sistema de vuelos sobre territorio español. Dos aspectos clave para los intereses de EEUU en los que –a diferencia de lo estipulado en otros convenios, como el firmado entre EEUU y Canadá– el Gobierno franquista ofrecía vía libre a los americanos. En otras palabras: un 'traje a medida' diseñado por y para el Ejército estadounidense con el fin operar a su antojo en España.

Dos de las bombas de Palomares expuestas en el Museo Atómico Nacional de Albuquerque, Estados Unidos

La estrategia americana contra la III Guerra Mundial

A mediados de los años 50, la preocupación entre los altos cargos de la Fuerza Aérea de EEUU acerca de la capacidad real de Washington para evitar una III Guerra Mundial iba en aumento. Según sus estimaciones, para el año 1963 la Unión Soviética sería capaz de destruir en un único ataque la mayor parte de la flota estratégica estadounidense y posicionarse así con una notable ventaja militar y moral de cara al consecuente inicio del conflicto.

El creciente temor a ser sorprendidos por los soviéticos tuvo una respuesta contundente por parte de la estrategia norteamericana. Esta pasaba por la idea de contar con un cierto número de bombarderos sobrevolando las 24 horas del día las zonas fronterizas de la URSS y dispuestos para, en cualquier momento, descargar las cuatro bombas nucleares con las que se cargaría cada aeronave.

Las palabras del comandante en jefe del Mando Aéreo Estratégico, el general Thomas Power, recogidas en el libro de Moreno Izquierdo, definen de forma explícita esta nueva estrategia: "Día y noche, tengo un porcentaje de mi comando en el aire. Y los aviones están cargados con bombas... No llevan arcos y flechas".

Para el año 1966 –el del accidente de Palomares– la capacidad destructiva de este operativo militar, que disponía de hasta once bases lejos del territorio estadounidense ubicadas en cinco países, alcanzaba los 1.607 objetivos de forma simultánea, todos ellos en la Unión Soviética. El cálculo en vidas humanas rondaba los 65 millones de muertos potenciales.

Una de las misiones que formaron parte de aquella estrategia recibió el nombre 'Chrome Dome' [cúpula cromada]. Puesta en marcha en el año 1960, los vuelos de esta operación, realizados por bombarderos B-52, más modernos y de mayor radio de acción que los anteriores, cruzaban por primera vez el Atlántico despegando desde territorio estadounidense.

Una de las rutas de aquel operativo, la sur, atravesaba el océano para sobrevolar España y cruzar el Mediterráneo hasta las fronteras turco-soviéticas. Una vez realizada la misión, las aeronaves, cargadas con artefactos nucleares en sus bodegas, eran reabastecidas en pleno vuelo por aviones KC-135 antes de regresar a territorio americano.

Las 'flechas rotas' ignoradas

Entre las posibles complicaciones de estas misiones, la más amenazante era el desprendimiento de alguna de las cuatro bombas que cargaba cada bombardero. Este escenario recibió por parte de las autoridades militares estadounidenses el nombre de 'Código Flecha Rota'. Dadas las complejidades técnicas de las operaciones necesarias para mantener tal número de aeronaves en constante actividad, los accidentes no tardaron en producirse.

La primera de estas 'flechas rotas' surgió tan solo un año después de la puesta en marcha de la misión. En enero de 1961, uno de estos bombarderos B-52, con problemas en el tanque de combustible, se estrelló en la ciudad de Goldsboro, en Carolina del Norte. Ninguna de las bombas llegó a explotar, aunque sí se fragmentaron y liberaron su carga durante la colisión.

También sobre territorio estadounidense, en enero de ese mismo año, una de estas aeronaves se estrelló en Yuva City (California) a causa de una descompresión; y ya en 1964, una tormenta de nieve causaría un nuevo accidente en Pennsylvania, a la altura de Savage Mountain. En ambos casos, las bombas que colisionaron durante los incidentes permanecieron prácticamente intactas.

El 'Palomares danés' que puso fin a la 'Chrome Dome'

A pesar de estas tres experiencias, en las que se registraron importantes daños materiales e incluso humanos –varios de los pilotos y miembros de la tripulación fallecieron durante los accidentes– y se rozó la catástrofe, la vorágine de la Guerra Fría rechazó cualquier tipo de rectificación de las misiones. Dos accidentes más elevaron el nivel de alarma.

El de Palomares, causado por un problema en la maniobra de repostaje de un B-52, que debía regresar a EEUU, sería el primero de ellos. En esta ocasión, las consecuencias sí registraron una gravedad mayor que en las anteriores incidencias, con importantes niveles de contaminación de la zona afectada por el desprendimiento de las bombas que derivaron en graves consecuencias para la salud de habitantes y efectivos de limpieza que, a día de hoy, continúan sin ser reconocidas por las autoridades estadounidenses.

Palomares © Ministerio de Cultura

La gravedad de este nuevo accidente no puso fin a la operación, aunque sí redujo el número de efectivos con vuelo constante: de doce a cuatro. A pesar de ello, y de los intentos del entonces secretario de Defensa Robert McNamara por anular las misiones por completo, dos años más tarde, la base aérea de Thule en Groenlandia sería el escenario de un nuevo accidente.

Un error humano fue el causante de esta última 'flecha rota' que esparció por territorio danés el material de las bombas caídas sobre una gran masa de hielo junto al propio bombardero. El trabajo de las fuerzas de seguridad danesas y americanas logró contener un desastre que, al igual que en el caso de Palomares, volvió a causar enfermedades y muertes prematuras a causa de la radiación cuya responsabilidad ha sido sistemáticamente evadida por las autoridades de EEUU.

Una investigación de la BBC publicada en el año 2008 destapó además unos documentos, hasta entonces clasificados, que certificaban la existencia de una cuarta bomba que hasta el momento se había dado por perdida públicamente y que, según se sospecha, pudo acabar perdida entre el hielo, a pesar de que el Pentágono negara en su día este hecho.

Thule fue la gota que colmó el vaso. La amenaza de estos accidentes y las consecuencias diplomáticas que estos conllevaron, así como el riesgo de provocar de forma accidental el inicio de un conflicto a nivel mundial con la URSS, terminó por convencer a los altos cargos militares estadounidenses de la extrema peligrosidad de las misiones 'Chrome Dome'. Cinco accidentes y cientos de afectados, que con el tiempo se convertirían víctimas mortales, después, se ponía fin a uno de los episodios más significativos de la paranoia militar de la Guerra Fría.

Cuando el paisaje de la infancia es la guerra




Rebelión

Por Jesús Aller

En su prólogo para esta edición de Iván (Dirección única 2019, trad. de Justo Vasco), Paco Ignacio Taibo II nos aproxima a la trayectoria vital de su autor, Vladímir Bogomólov (1926-2003). Éste combatió muy joven como voluntario en la Gran Guerra Patria, aunque la autenticidad de sus hazañas bélicas ha sido recientemente cuestionada, y fue después oficial de contraespionaje en Alemania. En 1956 dio un giro a su vida al comenzar, precisamente con Iván, una carrera literaria centrada en relatos de guerra que alcanzaron gran éxito en sus versiones cinematográficas. Hay que decir sin embargo que éstas fueron rechazadas como espurias por él, que se negaba a aparecer en los créditos.
Otoño de 1943 en el frente bielorruso. Iván, un muchachete delgaducho de doce años, es apresado por una patrulla del Ejército rojo. Harapiento y sucio, para estupefacción de sus captores, declara venir de la otra orilla del Dniéper, territorio alemán más allá de la sábana de agua de medio kilómetro de anchura, y “exige” que se informe inmediatamente al estado mayor de su llegada. Pronto descubrimos que el arrapiezo es un hábil espía que viene cargado de datos sobre las posiciones y efectivos del enemigo, y lo vemos vestir su uniforme, adornado ya por un par de condecoraciones. Sus superiores están empeñados en que vaya a la escuela militar para convertirse en oficial, pero él, obsesionado por la venganza tras perder a su padre y ver morir a su hermanita en sus brazos, se niega a obedecer.

Un teniente mayor, jefe del batallón al que va a parar Iván es el narrador de la historia. A él mismo le toca acompañarle al cabo de unos días en el paso del Dniéper para que pueda adentrarse otra vez en territorio enemigo. El niño ha prometido que esta misión ha de ser la última antes de ingresar en la academia. El viaje nocturno en barca, entre la niebla y bajo el fuego incesante de los hitlerianos, culmina sin contratiempos, y nuestro teniente pierde entonces el contacto con Iván. Meses después sabrá que aunque éste regresó de aquella misión, nunca llegó a ir a la academia, sino que se escapó para seguir con sus labores de colección de información tras las líneas alemanas. Sólo en 1945 cuando entra con el Ejército rojo en Berlín, revolviendo papeles en la sede de la Gestapo, el narrador conocerá casualmente las actividades posteriores de Iván.

Bogomólov teje con habilidad un relato que pone ante nosotros el sabor cotidiano de la guerra, y retrata amorosamente a unos seres empeñados en liberar su tierra de los que violan sus fronteras y masacran a sus gentes. El rótulo “Ejército rojo” agrupa hombres de temples bien variados y con oficios diversos, y así junto a los infantes, que sólo aguardan la orden de avance, y los artilleros que tratan de debilitar las defensas enemigas, vemos moverse, orgullosos y con cierta prepotencia, a los exploradores y oficiales de estado mayor, que escudriñan la otra orilla del río y elucubran los planes de la ofensiva. En este universo tenso, salvajemente adulto, de trato diario con la muerte, el personaje de Iván es una aparición que sirve para evocar algo perdido. Golosinas y juegos resbalan al niño que lo ha visto ya todo, y ha sintetizado ese todo en una decisión inquebrantable y fatal.

Iván de Vladímir Bogomólov nos ofrece un viaje al mundo cruel y desolado de la guerra, a sus rutinas de fuego y sangre, de destrucción y espanto, aceptadas mansamente. Y el niño que lo mira todo con ojos de adulto y escoge su lugar desesperado en ese caos, nos interpela con la certeza de lo que hemos perdido con esa aceptación.


jueves, 27 de febrero de 2020

En el 2019 Honduras entrenó 146 miembros de las Fuerzas de “Seguridad” en la Escuela de las Américas



En el 2019 Honduras ocupó el tercer lugar de los países de Latinoamérica que más miembros de las Fuerzas de “Seguridad” graduaron en ese año en la Escuela de las Américas.

El primer lugar lo ocupa Colombia con 490, en el segundo puesto está Chile con 201 y en el tercer lugar está Honduras con 146 miembros de las fuerzas de seguridad entrenados en la Escuela de las Américas, que fue fundada en 1946 en Panamá y es operada por el Ejército de los Estados Unidos.

En Honduras, desde el golpe de estado de 2009, encabezado por graduados de la SOA, se han documentado 13 desapariciones forzadas y más de 160 activistas sociales y defensores de la tierra han sido asesinados.

Entre estos casos, se encuentra el crimen contra Berta Cáceres, sucedido en marzo del 2016, donde dos graduados de la Escuela de las Américas están involucrados.

Un reciente informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que en Honduras se cometen “graves violaciones a los derechos humanos”.

La Escuela de las Américas surge con el objetivo de entrenar a soldados latinoamericanos en técnicas de guerra y contrainsurgencia.

Por sus aulas han pasado más de 83.000 alumnos, muchos de los cuales han resultado ser destacados violadores de los derechos humanos en sus propios países. Así lo han demostrado en Chile, Guatemala, Argentina, Perú, Uruguay, Nicaragua, El Salvador, México, Honduras, entre otros.

A finales del año pasado, la Organizadora de Base de SOA Watch, Dévora González, escribió un artículo para Jacobin con Azadeh Shahshahani, Directora Legal y de Defensa del Proyecto Sur, en el que se describe la historia y los resultados de la formación estadounidense de agentes estatales latinoamericanos en la Escuela de las Américas.

El artículo también destaca cómo esa capacitación se está proporcionando ahora a los agentes del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, específicamente al personal de la Patrulla Fronteriza y el ICE, para su uso contra migrantes y refugiados en las fronteras y dentro de los Estados Unidos.

El Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas –SOA Watch ha exigido el fin de la capacitación en SOA/WHINSEC y de la violencia liderada y apoyada por Estados Unidos que devasta a las comunidades y es una de las causas fundamentales de la migración forzada hacia el norte.

The Guardian publicó, recientemente, que “más de dos tercios de los migrantes que huían de los países del triángulo norte de Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador- experimentaron el asesinato, desaparición o secuestro de un familiar antes de su partida, según un nuevo estudio de la organización Médicos Sin Fronteras”.


En mayo Honduras acudirá a su tercer Examen Periódico Universal


El 8 de mayo Honduras se someterá al Examen Periódico Universal (EPU), mecanismo que revisa periódicamente el cumplimiento de los Estados en materia de derechos humanos.

Honduras estaría presentando su Examen Periódico Universal (EPU) ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, DESC, de Naciones Unidas, en mayo en Ginebra, Suiza.

La delegación hondureña que asista a Ginebra expondrá un informe, de diez páginas, que da seguimiento a las recomendaciones realizadas durante el último encuentro, donde se le emitieron 152 recomendaciones, de las cuales el Estado cumplió el 22 por ciento.

Asimismo, organizaciones que integran la Coalición Contra la Impunidad preparan un informe y una gira de incidencia, que durará dos semanas, del 22 de febrero al 7 de marzo, para mostrar la situación real del país en materia de derechos humanos.

Honduras presentó su primer informe del Examen Periódico Universal el 4 de noviembre de 2010 y su segundo el 8 de mayo de 2015.

El Examen Periódico Universal (EPU) es un proceso único que implica el examen de la situación en materia de derechos humanos de los 192 Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas, una vez cada cuatro años y medio.

El EPU es un proceso liderado por los Estados, bajo el auspicio del Consejo de Derechos Humanos, que le brinda a cada Estado la oportunidad de informar sobre las acciones que ha llevado a cabo para mejorar la situación de derechos humanos y para cumplir con las obligaciones adquiridas en la materia.

El EPU está diseñado para asegurar la igualdad de trato a todos los Estados en la consideración de su situación de derechos humanos.

CCI repudia conducta racista de la presidenta de la Asociación Hondureña de Energía Renovable contra el pueblo indígena Lenca



Las organizaciones que conformamos la Coalición contra la Impunidad, nos pronunciamos de la siguiente manera:

Primero: Repudiamos la conducta racista y clasista de la señora Elsia Esther Paz Mancias quien, en su condición de presidenta de la Asociación Hondureña de Energía Renovable, ha vertido comentarios discriminatorios en contra del pueblo indígena Lenca por rechazar la aprobación y ejecución de supuestos proyectos de desarrollo en sus territorios indígenas, y denunciar la violación de sus derechos colectivos a través del despojo de sus territorios y la entrega de los bienes comunes a un reducido grupo de empresas.

Segundo: Manifestamos que dichos comentarios discriminatorios son incompatibles con la dignidad humana y, en consecuencia, en este caso la acción del sistema de justicia debe sancionar estos hechos de discriminación para restablecer la igual dignidad del pueblo indígena Lenca, dado que, en virtud del artículo 60 de la Constitución de la República, todas las personas “nacen libres e iguales en derechos”, y “son iguales ante la Ley”. Este artículo reconoce, por un lado, el principio de igualdad y, por otro, la prohibición de discriminación contraria a la dignidad humana.

Tercero: Recordamos que la dignidad humana entraña la garantía de que ninguna persona sea objeto de ofensas o humillaciones, pues como lo señala la Corte Interamericana de Derechos Humanos, frente a ella “es incompatible toda situación que, por considerar superior a un determinado grupo, conduzca a tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate con hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de derechos que sí se reconocen a quienes no se consideran incursos en tal situación de inferioridad”.

Cuarto: Denunciamos que este tipo de comentarios discriminatorios se enmarca en un contexto de estigmatización y campañas de desprestigio en contra de las personas defensoras de los bienes comunes por parte de las autoridades públicas y las empresas beneficiadas con la concesión de proyectos inconsultos con las comunidades, generando conflictos que podrían evitarse y resolverse si el Estado respetara el derecho a la consulta de los pueblos indígenas, el cual representa una de las expresiones más profundas de la dignidad humana.

Quinto: Exigimos al Estado de Honduras que, como lo señala en su jurisprudencia la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, cumpla con su obligación de crear y garantizar los espacios efectivos para consultar y facilitar la participación en los procesos de toma de decisiones del pueblo indígena Lenca y demás pueblos indígenas del país con respecto a los proyectos que puedan afectar sus territorios y generar perjuicios en el medio ambiente, y en el bienestar físico y emocional de las personas.

Sexto: Valoramos positivamente la decisión de la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultural de incoar este proceso penal en contra de la señora Paz Mancias por discriminación y le exhortamos a que investigue diligentemente todas las denuncias relacionadas con la aprobación de concesiones en territorios indígenas violentando el derecho a la consulta previa a la luz de los estándares internacionales de derechos humanos.

Séptimo: Acuerpamos las demandas de respeto y garantía de los derechos colectivos del pueblo indígena Lenca en general y de nuestros compañeros y compañeras del Movimiento Indígena Lenca Independiente de La Paz (MILPAH) en particular, y llamamos a las organizaciones sociales del país a acompañarles en la audiencia inicial en contra de la señora Paz Mancias que se celebrará el próximo 21 de febrero.

Coalición Contra La Impunidad

La descomposición social que somos

Rebelión

Por Ilka Oliva Corado

Muchas veces hablamos de la descomposición social desde la posición de superioridad y privilegio, nuestra opinión está hecha de estereotipos porque creemos que los causantes de tal degradación son quienes crecen en la alcantarilla, en el lumpen, en la condición social de parias. Entonces vemos a ese adolescente marginado por nosotros mismos, al que le hemos negado una vida distinta y al que obligamos a robar un celular, una billetera o un radio de automóvil, como el culpable. Porque a la primera decimos que vienen de familias disfuncionales como si las de nosotros no lo fueran también, los señalamos de no querer trabajar cuando sabemos que los últimos en las clases sociales son los que sostienen al mundo con sus lomos. Y a él lo sentenciamos y en él depositamos todo nuestro clasismo, todo el racismo generacional y lo condenamos desde nuestras poltronas de quienes tuvieron el privilegio de la oportunidad.

Pero vemos como lindo cuando alguien se acerca a tomarse una foto con una niña indígena que vende arrestarías en la calle a la hora en que debería estar estudiando en la escuela, porque qué bonita su vestimenta y qué linda la persona que no le tuvo asco, que tampoco le compró pero le dio el privilegio a esa niña de que se tomara una foto con ella. O sea, pues. Eso es un ejemplo claro de descomposición social. Y hay miles más.

La gente que anda tomando fotos y expone a personas vulneradas en sus derechos: niños, adolescentes, adultos mayores vendiendo en la vía pública, en los mercados, sentados en la orilla de las banquetas comiéndose una tortilla con sal con la ropa empapada de sudor, lustrando zapatos, cargando bultos, o porque se acercaron a regalarles un pan con frijoles les tomaron una foto recibiéndolo o abrazados con ellos y creen que con eso ya tocaron el cielo con las manos sucias. El yo fulanito, yo menganita graduada de universidad, estudiante de universidad, empresaria me tomo una foto con este niño vendedor de chicles y la publico en las redes sociales, para que la gente vea que soy buena gente y abrazo a los parias sin que tema que me peguen los piojos. Y peor aún, la ola de comentarios aplaudiendo y alabando. Eso es descomposición social. Es la exposición del que está en necesidad para el placer de egolatría del que se cree superior. ¿Y si ese niño no ha comido en todo el día, cuántas veces comerá en la semana, dónde duerme, tiene familia, en dónde vive, tiene sueños? Eso no importa, solo la foto para el aplauso de las redes sociales. Pero como somos nosotros desde arriba desde la posición del privilegio quienes tomamos las fotos entonces no señalamos ni sentenciamos como al adolescente que roba un teléfono celular. Somos igualitos a los blancos que van de turismo a África y se toman fotos regalándoles dulces al puñado de niños negros en estado de desnutrición.

Es descomposición social la insensibilidad humana. Ver vertederos de basura llenos de familias viviendo y comiendo ahí y simplemente voltear hacia otro lugar. Saber que en los bares y casas de citas se viola a niñas, niños, adolescentes y mujeres y no hacer nada como sociedad para que no existan. Llamar trabajo sexual a la explotación sexual. Regatear a los campesinos que salen a vender su cosecha. Tener empleada doméstica, porque es privilegio de clase. Peor aún no pagarle el salario justo. Es descomposición social orinar en la vía pública, tirar basura en la calle, contaminar el agua de los ríos y lagos. Ser altaneros con los meseros, con los mensajeros, con las recepcionistas, con quien cuida el ascensor, con las personas del mantenimiento del edificio en donde trabajamos. No sentir el dolor del otro como muestro es un signo claro de descomposición social. Negar el derecho al aborto y al matrimonio igualitario también lo es. También lo es la vanidad, además de ser ignorancia pura.

Ver a las niñas trabajar de sol a sol en tortillerías y no hacer nada como sociedad para su realidad cambie. Saber que los trabajadores agrícolas no cuentan con derechos laborales, y ver cómo se pudren los cortadores de caña mientras los dueños de los ingenios de hinchan las bolsas junto a los banqueros con el beneficio de la explotación. Es descomposición social, elegir una y otra vez presidentes racistas, clasistas, corruptos, machistas, xenofóbicos, homofóbicos que alimentan la explotación del ser humano en necesidad, desde el Estado. Entonces, ¿quiénes somos nosotros para señalar al niño que huele pegamento todo el día y en la noche sale a asaltar?, ¿a la niña a la que su padre explota sexualmente todos los días para ir a comprar droga, ese padre que creció siendo explotado de igual manera y que solo eso conoce como medio de sobrevivencia ?, ¿a la madre que trabaja todo el día en las maquilas y que no puede ver a sus hijos salvo en la noche cuando llega y los encuentra dormidos? Claro, hablemos de descomposición social, pero, no de arriba hacia abajo y haciéndonos responsables de la parte que nos toca.


El presidente Trump cava su propia sepultura

Rebelión

Por Rodolfo Bueno

Puesto que el Departamento de Defensa de EE.UU. declaró que “bajo la dirección del presidente, el Ejército de EE.UU. tomó medidas defensivas decisivas para proteger al personal de EE.UU. en el extranjero, matando a Qasem Soleimani…”; puesto que el presidente Trump declaró: “Lo hicimos porque buscaba hacer estallar nuestra embajada… Puedo revelar que probablemente hubieran sido cuatro embajadas…”; puesto que la Casa Blanca afirmó que Soleimani también planificaba ataques contra militares estadounidenses, aunque no reveló detalles por tratarse de información extremadamente secreta; puesto que Mike Pompeo, Secretario de Estado de EE.UU., como para llevarle la contraria a Trump, declaró que el General Soleimani estaba planificando “una serie de ataques inminentes… No sabemos cuándo precisamente y no sabemos dónde precisamente” y puesto que los legisladores demócratas no creyeron que la información de inteligencia de la Casa Blanca demostrara que Soleimani representara una amenaza para EE.UU. y aprobaron una resolución que restringe la capacidad del presidente de emprender acciones militares contra Irán, p or eso , e n vista de tanta declaración contradictoria, al tampoco existir datos que comprueben algo de algo, y en un intento por entender qué está pasado, no queda más que recurrir a la lógica racional, a la aristotélica.

Como consecuencia del atentado, fallecieron cuatro altos oficiales de Irán y también miembros de las Unidades de Movilización Popular, importante coalición paramilitar que en Irak lucha contra el Estado Islámico, EI, ( ha tomado diferentes nombre: Al Qaeda, Al Nusra, Dáesh, Isis) organización designada terrorista por la ONU, que la considera responsable de crímenes de guerra y abuso a los derechos humanos. Se conoce que en Irán, y otros países del Medio Oriente, el General Qasem Soleimani, el segundo hombre de Estado de Irán, gozaba de gran popularidad gracias a sus éxitos en la lucha contra el EI.

El Estado I slámico es un sector del Islam radical suní, que el 2014, luego de realizar una limpieza étnica de grandes proporciones, proclamó en el norte de Irak el C alifato, o sea, su autoridad en materia religiosa, política y militar sobre todo el mundo musulmán, luego de la invasión de EEUU a Irak . En época de su mayor extensión territorial controló ampli a s regiones de Irak y Siria. Al EI s e le re conoce por las decapitaciones y todo tipo de ejecuciones de soldados y civiles, de miembros de organizaciones humanitaria y periodistas, así como por sus numerosos actos terroristas, como el 9/11, contra las torres gemelas, y la destrucción de lugares históricos y culturales de muchos países, lo que filmaban para asustar a l mundo .

Ahora bien, si el General Qasem Soleimani fue artífice en el Medio Oriente de la derrota del EI, se sobreentiende que estos terroristas eran los principales interesados en su eliminación. Se pregunta: ¿P or qué las Fuerzas Armadas de EEUU realizaron un trabajo sucio que beneficiaba particularmente al EI? ¿P or qué el Presidente Trump ordenó eliminar a alguien que contribuyó a derrotar al EI, que asesinó a l Embajador de EEUU en Libia? ¿P or qué la prensa mundial calla estos hechos?

Por otra parte, según Adil Abdul Majdí, Primer Ministro de Irak, el General Soleimani arribó a Bagdad en vuelo regular, provisto de pasaporte diplomático, invitado para media r la s tensi ones entre Arabia Saudita e Irán. “Tenía que encontrarme con Soleimani la mañana que lo mataron, vino para traerme un mensaje de la respuesta de Irán al mensaje que les enviamos de parte de los saudís”, explicó Abdul Majdí ante el parlamento de Irak. Se pregunta: ¿ Es que acaso Estados Unidos no está interesado en que haya paz en el Medio Oriente?, puesto que una guerra entre estos dos gigantes petroleros traería al mundo consecuencias desastrosas. ¿P or qué la prensa mundial calla este detalle? Pues, su asesinato s ería equivalente a que Colombia asesinara a Mike Pompeo cuando realiza una visita oficial al Perú.

Por último, ¿por qué los analistas del Pentágono presentaron al Presidente Trump este asesinato como una de las tantas opciones geopolíticas? ¿Acaso no se percataron de que podía ser escogida, más que nada por el tipo de halcones que asesoran al presidente? ¿No cayeron en cuenta de que si Trump tomaba esta decisión, el mundo, a partir de ese momento, iba a vivir de zozobra en zozobra?

No se trata de minimizar la responsabilidad del Presidente Trump de haber preferido una solución tan funesta sino de aclarar qué tipo de patrañas se tejen en los bastidores de la Casa Blanca. Se sobreentiende que los analistas deben alambicar todas las consecuencias de cualquier paso que vaya a dar la primera potencia militar del mundo, y es t o no ocurrió.

Según Maquiavelo, el príncipe, en este caso Trump, debe tener a su lado una especie de hombre fusible, alguien que se queme en vez de él en el caso de que cometa un error. La tragedia de Trump, tal vez por culpa suya, consiste en que él acepta ser el hombre fusible. De ahora en adelante, todos los dedos del mundo van a señalarlo como el único culpable de todo lo malo que pueda pasar, pues el Departamento de Defensa de EEUU escribió: “Bajo la dirección del presidente, el Ejército de EEUU ha tomado medidas defensivas…”, lo que fue reconocido por Donald Trump que, de esta manera, está cavando su propia sepultura.

¿Por qué? Porque antes del 3 de enero tenía la reelección prácticamente garantizada. El impeachment era un juego de niños, pues el senado iba a votar mayoritariamente a su favor. Ahora todo cambió, ya que es posible que los electores republicanos, que temen las consecuencias de una guerra contra Irán y no son partidarios de conflictos bélicos contra nadie, presionen a su representante para que vote por la destitución de Trump. Esta posibilidad no existía antes. Si Trump se llegara a salvar del impeachment, va a quedar tan golpeado políticamente que, incluso, sería posible de que el Partido Republicano no lo nominase candidato y si lo nominara, su reelección ya no sería tan segura como era hasta hace muy poco .

Existe un detalle extra que afecta directamente a Trump: este asesinato aísla a EEUU en el mundo entero. Por más que su gobierno ejerza todo tipo de presiones para que lo acoliten, todos se lavan las manos y le dicen S í, a regañadientes. Tan mal andan las cosas que no se descarta la posibilidad de que en un futuro relativamente cercano Arabia Saudita se aleje de su órbita. Es que no es para menos, la negativa de EEUU a abandonar Irak, pese a que oficialmente se lo piden, pone en remojo las barbas de los demás países donde tienen sus bases militares, porque esta negativa demuestra que están no para defender a nadie de nada sino para convertir en zona de ocupación al país donde se encuentran. De las 342 bases de EEUU en Europa, 179 se encuentran en Alemania. ¿Qué va a pasar si algún país europeo les pide irse? ¿Lo mismo de Irak? No se sabe con certeza, pero está claro que donde el imperio estadounidense clava sus garras, difícilmente las desclava. En fin, todavía debe correr mucha agua bajo el puente para poder saber algo, porque actualmente es dudoso lo que hasta hace poco parecía verdadero. Amanecerá y veremos. 

Una proletarización del mundo que desenmascara el “pseudomodernismo”



Por Said Bouamama

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

El año 2019 ha estado marcado por unos movimientos populares sin precedentes desde hace décadas en muchos lugares del planeta. Desde Argelia a Sudán, pasando por Haití, estos movimientos movilizan a millones de personas. En ese mismo año se han multiplicado los golpes de Estado y las ofensivas reaccionarias, lo mismo que los intentos de instrumentalizar y desviar grandes movimientos populares. La percepción cronológica de estas luchas que difunden los medios de comunicación impide calibrar los retos comunes que significan estas movilizaciones. Del mismo modo, la preponderancia de un marco interpretativo eurocentrista oculta la entrada en una nueva secuencia histórica del sistema imperialista mundial y la recuperación de la iniciativa popular que la acompaña. ¿Cómo entender este nuevo ciclo de luchas? ¿Pueden estar unidas por una base material común? ¿Están desconectadas de los discursos dominantes?

Globalización capitalista y proletarización del mundo

Los discursos dominantes sobre la “globalización” presentan esta última como el resultado de los progresos de las ciencias y las técnicas que establecen interacciones inéditas entre los diferentes espacios del planeta. Según este relato ideológico internacional, las nuevas tecnologías de información y comunicación han dejado obsoletos los Estados-nación, han hecho que caduquen los “grandes relatos” de la emancipación (socialismo, anticolonialismo, antiimperialismo, etc.) y abolido la lucha de clases. Este discurso oculta la naturaleza de esta globalización y su origen. Lejos de ser una consecuencia lógica de los progresos técnicos, la llamada “globalización” es el resultado de las estrategias de las grandes potencias imperialistas de la tríada (Estados Unidos, Unión Europea y Japón) para el nuevo reparto del mundo.

No estamos ante una “globalización” sino ante una “ globalización capitalista” que reproduce y acentúa la división del mundo en centros dominantes y periferias dominadas a escala mundial, y la polarización de las clases sociales en cada país. De naturaleza política a causa de unas decisiones políticas y económicas precisas (por medio del G8, el FMI, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio, etc.), la “globalización” significa una ofensiva generalizada contra todos los logros sociales y políticos de los pueblos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que ha sido posible en el contexto de la desaparición de los equilibrios y las relaciones de fuerza surgidos de la Segunda Guerra Mundial y de la descolonización. Las clases dominantes han percibido y analizado la desaparición del mundo bipolar con el fin de la URSS como una oportunidad para liberar la lógica capitalista e imperialista de todas las concesiones arrancadas por las luchas populares del siglo XX. El proyecto de volver a una lógica capitalista e imperialista “pura” se ha convertido en el grito de guerra de estas clases dominantes y el ultraliberalismo es su traducción económica. Con independencia de su diversidad y de la especificidad de los desencadenantes nacionales, los movimientos populares que sacuden el planeta constituyen un intento de oponerse a esta contrarrevolución programada. Si los desencadenantes de cada revuelta son específicos, las causalidades, por su parte, son en su mayoría comunes: el rechazo de la pauperización masiva que suscita dicha “globalización”. Para comprender nuestra época es imprescindible tener en cuenta la base material de la revueltas actuales.

Lejos de ser solamente unos movimientos por la “democracia”, contra el “sistema” o por la “libertad”, en nuestra opinión estos movimientos populares masivos reflejan un movimiento sin precedentes de proletarización del mundo producido por esta “globalización”. En efecto, esta se despliega bajo la lógica de la desaparición de las trabas a la libre circulación de capitales, a la destrucción de los obstáculos para la libertad del comercio, a la erradicación de los frenos aduaneros y de las “trabas” legislativas a la “libre competencia”. Tras estas fórmulas reiteradas una y otra vez en nuestros medios de comunicación se oculta simplemente una desregularización generalizada cuyo motor es el descenso de los costes de mano de obra como mecanismo para aumentar la tasa de ganancia. Los planes de ajuste estructural impuestos por el FMI y el Banco Mundial durante las tres últimas décadas han “preparado” para este proceso a los países dominados de la periferia. Para acceder a los créditos se ha obligado a estas periferias a liquidar sus protecciones aduaneras, liberar los precios, privatizar los servicios públicos, facilitar la inversión extranjera, etc. Hoy las consecuencias son evidentes: una desindustrialización en los centros imperialistas debido a las deslocalizaciones masivas y una proletarización de las periferias dominadas que tienen en común una pauperización de las clases populares.

Solo el predominio de una visión eurocentrista de los medios de comunicación ha podido hacer que este vasto movimiento de redistribución de las fuerzas de trabajo parezca el signo del final de la clase obrera y de la lucha de clases, la prueba de la entrada en una sociedad postindustrial, el indicador de una mutación profunda del capitalismo. Ahora bien, a poco que la mirada no se centre solamente en los centros imperialistas sino que se extienda al conjunto del planeta, la clase obrera no solo no disminuye sino que aumenta. Algunas cifras bastan para demostrarlo: en 1950 la proporción de obreros de la industria que trabajaban en un país dominado de la periferia era del 34 %. En 1980 esta proporción era el 53 % y el 79 % en 2010 (esto es, en cifras absolutas 541 millones de obreros frente a 145 en los países del centro). La transferencia de mano de obra es aún más importante si se centra el análisis en el trabajo de manufactura: “El 83 % de la mano de obra de manufactura del mundo vive y trabaja en los países del Sur” (1), resume el economista John Smith. Y este aumento de la proporción de los países de la periferia se produce en el contexto de un importante aumento de la “mano de obra mundial efectiva” entre 1980 y 2006 según las propias cifras del FMI (2), que pasaron de 1.900 millones en 1980 a 3.100 millones en 2006.

En su excelente obra Modernité, religion et démocratie. Critique de l’eurocentrisme, critique des culturalismes (3) Samir Amin sintetizó la relación entre el desarrollo en un polo del planeta y el subdesarrollo en otro polo. Esta polarización mundial del pasado conoce hoy en día una nueva era que se traduce en una proletarización del mundo. Al tiempo que el capitalismo hace aumentar la clase obrera de los países periféricos destruye sus empleos agrícolas. De este modo la apertura de los mercados y la liberalización del comercio exterior impuestas por los planes de ajuste estructural hizo descender en 2007 de 73 % en 1960 a 48 % (4) la proporción de empleo agrícola en la población activa de los países periféricos. Las dos características de la proletarización de los países periféricos dominados son un aumento sin precedentes de la cantidad de personas trabajadoras industriales y un aumento igual de impresionante de las personas en paro que se hacinan en la periferia de las grandes aglomeraciones debido a la destrucción de la agricultura y al éxodo rural que se produce a consecuencia de ella. La situación no es mucho mejor en los países del centro imperialista. Contrariamente al mito de una “economía de servicio” que toma el relevo de una “economía industrial”, la disminución de los empleos industriales se traduce en un paro estructural cada vez mayor. También aquí estamos ante una proletarización. Esta proletarización se traduce en las cóleras populares masivas de 2019 desde Argel a París y de Jartún a Beirut, de los Chalecos Amarillos a los hiraks (5).

Los debates sobre la inmigración, las políticas represivas que los acompañan y los dramas humanos que se desprenden de ellas están al servicio de esta proletarización del mundo. Las barreras a la inmigración son de un rigor sin precedentes en la historia del capitalismo. La “superpoblación” de los países periféricos que no puede emigrar a los países del centro se acumula en unos gigantescos barrios de chabolas (6) que no dejan de recordar las descripciones de los alojamientos para la clase obrera inglesa que hacía Engels en 1845 (7). El objetivo de las restricciones a la emigración es mantener cautiva a esta “superpoblación” con el fin de que esté disponible para los empleos de la deslocalización masiva. Los cierres armados de fronteras no reflejan temor alguno a una “gran sustitución” sino que traducen un frío cálculo económico que transforma el Mediterráneo y la frontera mexicana en ataúdes gigantes. Se llega al colmo del cinismo con el discurso sobre “la inmigración escogida” que no es sino la elección de vaciar los países periféricos de sus personas trabajadoras cualificadas sin soportar los costes de formación de esta fuerza de trabajo compleja. Las cifras al respecto son elocuentes, como atestigua un estudio de 2013 sobre la “fuga de médicos africanos” a Estados Unidos: “La huida de médicos del África subsahariana empezó verdaderamente a mediados de la década de 1980 y se aceleró en la década de 1990 durante los años en los que se aplicaron los programas de ajuste estructural impuestos por […] el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial” (8). Los médicos argelinos o de Oriente Próximo en los hospitales franceses son testimonio del mismo proceso en Europa.

La “huida de cerebros”, el aumento de la pauperización en el centro y aún más en la periferia, las políticas migratorias restrictivas y la multiplicación de los asesinatos institucionales masivos en el Mediterráneo y en la frontera mexicana son facetas indisociables de dicha globalización. Es lo que recordaba Fidel Castro en Durban en 1998:

“La libertad de movimiento que se proclama para el capital y las mercancías debe aplicarse también a lo que debe estar por encima de todo: los seres humanos. No más cruentos muros como el que se construye en la frontera entre Estados Unidos y México, que cuesta cada año cientos de vidas. Cese la persecución de los emigrados; muera la xenofobia y no la solidaridad” (9).

De la explotación a la sobreexplotación 

La proletarización de la periferia dominada no le ha aportado mejora alguna. El descenso del poder adquisitivo de las personas trabajadoras de los centros imperialistas no se ha traducido en un aumento del de las personas trabajadoras de la periferia sino en un aumento de las ganancias. Significa el paso de una explotación de la fuerza de trabajo a una sobreexplotación o incluso el paso de la dominación de una forma de plusvalía a otra. Volvamos a esos conceptos de Marx que siguen siendo imprescindibles para comprender el bárbaro mundo contemporáneo.

Recordemos que Marx considera que bajo el capitalismo la fuerza de trabajo es una mercancía que como todas las demás tiene un valor que corresponde a la cantidad de trabajo necesario para producir los bienes que permitan su producción y reproducción (comida, vivienda, ropa, formación, etc.). Este valor tiene una expresión monetaria que es el salario real. Por medio de este salario el capitalista compra el derecho a utilizar esta fuerza de trabajo durante un periodo de tiempo determinado. Este periodo de tiempo permite a la vez producir el equivalente del salario del obrero y un sobrevalor (la plusvalía) que se transformará en ganancia en el momento de la venta de las mercancías producidas. Por consiguiente, cada jornada de trabajo se divide en dos periodos de tiempo: el trabajo necesario (que corresponde al salario) y el plustrabajo (que corresponde a la plusvalía). Por tanto, el interés del capitalismo es maximizar el plustrabajo o minimizar el trabajo necesario. Para nuestro autor la explotación designa este plustrabajo o esta plusvalía. Por consiguiente, incluso cuando el salario se paga a su precio hay explotación. La segunda aportación de Marx es haber formalizado los medios por los que el capitalista trata de maximizar el plustrabajo o la plusvalía. Estudia en particular dos que denomina “plusvalía absoluta” y “plusvalía relativa”. La primera se maximiza alargando la jornada laboral y la segunda aumentando la productividad de las personas trabajadoras.

Aunque Marx solo estudia en profundidad estas dos formas, eso no significa que no haya otras. Lo explica en varias ocasiones precisando que plantea una hipótesis, la de que la fuerza de trabajo se paga a su valor. En otras palabras, su objetivo es analizar la lógica del sistema capitalista (independientemente de las formas concretas que adopte en tal o cual país o en tal o cual época) y no el capitalismo realmente existente. Cada vez que la relación de fuerzas se lo permite este último no duda en disminuir el salario por debajo del valor de la fuerza de trabajo, es decir, por debajo del mínimo necesario para vivir dignamente. “La magnitud del plustrabajo se obtiene […] merced a la reducción del salario del obrero por debajo del valor de su fuerza de trabajo. […]  A pesar del importante papel que desempeña este procedimiento en el movimiento real del salario, impide su consideración aquí el supuesto de que las mercancías y, por tanto, también la fuerza de trabajo, se compran y venden a su pleno valor” (10), destaca Mar x . Todo este capítulo 8 del libro primero de El capital se dedica a ejemplos concretos de situaciones en las que la fuerza de trabajo se remunera por debajo de su valor, lo que tiene como consecuencia el “agotamiento y muerte prematuros de esta fuerza” (11). En estas situaciones ya no estamos simplemente ante una explotación sino ante una sobreexplotación.

Entre los ejemplos que ofrece Marx dos revisten de una actualidad importante en el contexto de la actual globalización capitalista. El primero es el de las fuerzas de trabajo inmigradas muy afectadas por la sobreexplotación y el segundo es el de las situaciones esclavistas, coloniales y semicoloniales en las que la sobreexplotación es la regla. El primer ejemplo llevará a Marx a insistir en la importancia de que los sindicatos “se ocupen con el mayor de los cuidados de los intereses de los oficios peor pagados” para contrarrestar la falta de unión de los obreros “engendrada y perpetuada por la inevitable competencia que se hacen unos a otros” (12). El segundo le llevará a una denuncia cada vez más virulenta del esclavismo y del colonialismo, el cual constituye en cierto modo una especie de tipo ideal del capitalismo en materia de fijación del precio de la fuerza de trabajo: “Por otra parte, en lo que respecta a los capitales invertidos en las colonias, etc., los mismos pueden arrojar tasas de ganancia más elevadas porque en esos lugares, en general, a causa de su bajo desarrollo, la tasa de ganancia es más elevada, y lo mismo, con el empleo de esclavos y culíes, etc.”(13), recuerda Marx. Estos dos ejemplos ponen de relieve la inanidad de una lucha anticapitalista que excluya de su programa por una parte la lucha contra las discriminaciones racistas que afectan a las personas trabajadoras inmigradas con o sin papeles y por otra el internacionalismo.

Cuando al analizar el imperialismo Lenin insiste en su carácter parasitario, retoma este análisis de Marx para un capitalismo que se ha vuelto monopolista. El autor explica que la exportación de capitales en busca de una tasa de ganancia máxima lleva a la emergencia de un comportamiento “rentista” y parasitario de los propietarios del capital:

“El monopolio de la posesión de colonias particularmente vastas, ricas o estratégicamente situadas opera en la misma dirección. Continuemos. El imperialismo es una inmensa acumulación de capital de dinero en un pequeño número de países, una acumulación que alcanza, como hemos visto, de 100 a 150 mil millones de francos en valores. De ahí el incremento extraordinario de una clase o, mejor dicho, de una capa rentista, es decir, los individuos que viven del “corte de cupón”, que no participan en ninguna empresa y cuya profesión es la ociosidad. La exportación de capital, una de las bases económicas más esenciales del imperialismo, acentúa todavía más la total separación entre la capa rentista y la producción, imprime un sello de parasitismo a todo el país, que vive de la explotación del trabajo de unos cuantos países y de las colonias de ultramar” (14).

Las reiteradas deslocalizaciones en función de las variaciones del coste del trabajo, los cierres de empresas rentables pero que tienen una tasa de ganancia que se considera no máxima, las presiones de los planes de ajuste estructural (para aligerar el coste del trabajo, disminuir el papel del Estado y hacer desaparecer los obstáculos a la libre circulación de capitales), etc., que caracterizan nuestra realidad contemporánea son una ilustración de este parasitismo que ahora se ha generalizado. Estas características de la globalización capitalista son el signo de un capitalismo que ya no se centra en la simple explotación sino en una tendencia a una sobreexplotación generalizada. No por estar generalizada esta sobreexplotación es menos desigual entre el centro imperialista y las periferias dominadas. Lenin subrayaba ya en su análisis del parasitismo del imperialismo que las sobreganancias obtenidas de las colonias daban a la clase dominante un importante margen de maniobra para comprar la paz social por medio de la redistribución de migajas cuando lo impone la relación de fuerzas. Es lo que recuerda Fidel Castro en los términos siguientes: “ […] esa explotación tiene connotaciones mucho más terribles en un país del Tercer Mundo que en un país capitalista desarrollado, porque precisamente por temor a las revoluciones, por temor al socialismo, el capitalismo desarrollado elaboró algunos esquemas de distribución que, en cierta forma, evitan las hambrunas aquellas que conocieron las poblaciones de Europa, por ejemplo, en la época de Engels, en la época de Marx” (15).

De las tres formas de plusvalías que aborda Marx, solo dos se designan con un nombre, a saber, la plusvalía absoluta para la obtenida alargando la duración del trabajo y plusvalía relativa para la proveniente de un aumento de la productividad. La tercera se menciona varias veces pero no forma parte del análisis por la razón antes mencionada. La llamaremos plusvalía de sobreexplotación obtenida por medio del pago de la fuerza de trabajo por debajo de su valor. La globalización capitalista actual tiende a generalizarla en el caso de una cantidad cada vez mayor de personas trabajadoras en los países del centro imperialista y aún más intensamente en el de las personas trabajadoras de las periferias dominadas. A la dominación de la plusvalía absoluta de los inicios del capitalismo y a la de la plusvalía relativa de la madurez del capitalismo sucede así la plusvalía de sobreexplotación del “capitalismo senil”, por retomar la expresión de Samir Amin (16). El capitalismo parece así acabar un ciclo y volver al inicio de su emergencia, es decir, al periodo en el que se reunían las condiciones de su instalación por medio de la destrucción bárbara de las civilizaciones indígenas de las Américas y la esclavitud, por medio del trabajo infantil y la sobreexplotación de las primeras personas proletarias provenientes del campesinado desposeído. Parece recuperar una “forma pura”, la de que antes de que la organización de las personas trabajadoras impusiera el paso de la sobreexplotación a explotación, es decir, impusiera el pago de la fuerza de trabajo a su valor.

La importancia de la política de fronteras 

El capitalismo globalizado centrado en la plusvalía de la sobreexplotación funciona sobre la base de cadenas de valor mundiales. Así, un mismo producto final puede ser el resultado del ensamblaje de elementos provenientes de varios lugares geográficos repartidos por varios continentes. Lo que distingue las producciones de la periferia dominada y del centro imperialista no es una diferencia de productividad sino una diferencia de salario. A una productividad tendencialmente equivalente, la misma fuerza de trabajo se pagará de forma diferente según esté empleada en el centro o en la periferia. Las tesis que explican las diferencias de salarios como resultado del diferencial de productividad son simplemente eurocéntricas u occidentalocéntricas, es decir, ocultan la dimensión mundial de las cadenas de valor de las principales industrias o incluso hacen desaparecer lo que caracteriza esencialmente al capitalismo globalizado: “el motor fundamental que delimita los contornos de la globalización de la producción [es] el arbitraje mundial del trabajo” (17), resume el economista John Smith.

A este nivel es donde interviene la cuestión de las fronteras y de la política de fronteras. En efecto, existen dos vías para acceder a esta mano de obra mal pagada: hacer emigrar la producción hacia la periferia dominada o hacer emigrar la mano de obra hacia los países del centro. “Las economías avanzadas pueden acceder a la reserva mundial de mano de obra gracias a las importaciones y a la inmigración” (18), resume el Fondo Monetario Internacional. Antes de la famosa “globalización” (es decir, antes de la nueva fase de la globalización que inaugura la desaparición del mundo bipolar y de sus relaciones de fuerzas) la inmigración era la vía principal y la externalización era la secundaria. A partir de entonces es lo contrario. Teniendo en cuenta esta inversión es como se puede comprender la lógica de la política de fronteras:

1) Apertura forzada de las fronteras para las mercancías y los capitales por parte del FMI, el Banco Mundial, la OMC y los países del centro dominante a golpe de Planes de Ajuste Estructural (PAE), de Acuerdos de Asociación Económica (los famosos AAE de la Unión Europea), de condiciones para acceder a la “ayuda”, etc.;

2) Apertura de las fronteras a los “cerebros” bajo la forma del discurso sobre “la emigración escogida” articulado a la imposición por parte de los PAE en los países de la periferia dominada de la condición de privatizar servicios públicos (hasta entonces principal empleador de estos “cerebros”);

3) Cierre brutal y militar de las fronteras legitimado por la leyenda de una “crisis migratoria” y que lleva a los crímenes institucionales masivos en el Mediterráneo y la frontera mexicana;

4) Gestión de los supervivientes del cierre de fronteras a beneficio de los sectores económicos que no se pueden deslocalizar o externalizar por medio de la producción de personas “sin papeles” obligadas a vender su fuerza de trabajo por debajo de su valor.

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 El significado de la nueva fase de la globalización capitalista activada por la mutación de las relaciones de fuerza que se desprende del fin del mundo bipolar hace volver al capitalismo a su forma “pura”, es decir, a la que había antes de los logros sociales vinculados a las luchas sociales y a las luchas de liberación (abolición de la esclavitud, lucha de liberación nacional, derechos sociales de las políticas nacionalistas de los países de la periferia dominada de las dos primeras décadas de la independencia) que impusieron tendencialmente una venta de la fuerza de trabajo a su valor. La globalización capitalista actual expresa la dominación de la plusvalía de sobreexplotación por medio de un arbitraje mundial del trabajo o del salario que ha hecho posible una política de fronteras idónea. Lo demás no es sino una consecuencia lógica: pauperización masiva tanto en el centro como en la periferia aunque de forma desigual, transformación del Mediterráneo y de México en cementerios de masas, creación de una masa de nuevos “errantes” bajo la forma de las figuras de las personas “sin papeles” o de las “refugiadas”. Este movimiento de conjunto es lo que constituye la base de las revueltas masivas del año 2019. Para que sea posible semejante regresión era preciso acompañarla de una ofensiva ideológica de gran magnitud. Esa fue la función d e la ideología postmoderna, que abordaremos en nuestro próximo artículo.

Notas:

(1) John Smith, L’impérialisme au XXIème siècle, Editions critiques, París, 2019, p. 144.

(2) Fondo Monetario Internacional, World Economic Outlook , abril de 2007, p. 162.

(3) Samir Amin, Modernité, religion et démocratie. Critique de l’eurocentrisme, critique des culturalismes, Parangon, París, 2008. [En castellano Modernidad, religión, democracia: crítica del eurocentrismo, crítica de los culturalismos, Madrid, Iepala, D.L. 2010; traducción de Andrés Felipe Martín ... et al.].

(4) Bureau Internationale du Travail, Indicateurs Clés du Marché du Travail, Genève, 2007, capítulo 4.

(5) El término “hirak” significa literalmente “movimiento” y es el término que han adoptado los movimientos populares masivos en varios países una de cuyas lenguas es el árabe.

(6) Mike Davis, Le pire des mondes possibles. De l’explosion urbaine au bidonville global, La Découverte, París, 2007. [En castellano Planeta de ciudades miseria , Tres Cantos, Foca, 2007,  traducción de José María Amoroto Salido].

(7) Friedrich Engels (1845), La situation de la classe laborieuse en Angleterre. D’après les observations de l’auteur et des sources authentiques, Éditions sociales, París, 1960. [En castellano La situación de la clase obrera en Inglaterra, Madrid, Akal, 1976]

(8) Akhenaten Benjamin, Caglar Ozden y Sten Vermund, Physician Emigration from Sub-Saharan Africa to the United States, PLOS Medicine, volumen 10, n° 12, 2013, p. 16.

(9) Fidel Castro, discours au douzième sommet du mouvement des non-alignés du 2 septembre 1998, http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-la-primera-sesion-de-trabajo-de-la-xii-cumbre-del-movimiento-de, consult ado el 1 de enero de 2020 a las 13:15 h . [Hemos tomado la cita original en castellano de este enlace, n. de la t.].

(10) Karl Marx, Le Capital, livre 1, éditions du Progrès/éditions sociale, París, 1976, p. 306. [Tomamos la traducción al castellano de esta cita y la siguiente del libro primero de El capitalde http://www.enxarxa.com/biblioteca/MARX%20El%20Capital%20-%20Tomo%20I.pdf, n. de la t.].

(11) Karl Marx, Le Capital, volume 1, op.cit., p. 258.

(12) Karl Marx y Friedrich Engels, Instructions pour les délégués du Conseil central provisoire de l’AIT sur les différentes questions à débattre au Congrès de Genève (3-8 septembre 1866), en Jacques Freymond, La Première Internationale: Recueil de documents, Volumen 1, Droz, París, 1962, p. 34.

(13) Karl Marx, Le Capital, livre 3, éditions du Progrès/éditions sociale, París, 1976, p. 253. [En castellano https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3614.htm, de donde tomamos la cita, n. de la t.].

(14) Lénine, L’impérialisme. Stade suprême du capitalisme, Editions sociales, París, 1945, p. 89. [En castellano, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Madrid, Fundación Federico Engels, 2016; traducción, Grupo de traductores de la Fundación Federico Engels, https://www.fundacionfedericoengels.net/images/PDF/lenin_imperialismo.pdf, de donde tomamos la cita, n. de la t.].

(15) Fidel Castro, discours de clôture de la IVème Rencontre Latino-américaine et des Caraïbes du 28 janvier 1994, http://www.fidelcastro.cu/fr/citas/28-janvier-1994-0, consultado el 3 de enero de 2020 a las 9:00.h [En castellano http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-la-clausura-del-iv-encuentro-latinoamericano-y-del-caribe, de donde tomamos la cita original en castellano, n. de la t.].

(16) Samir Amin, Au-delà du capitalisme sénile, PUF/Actuel Marx, París, 2002. [En castellano, Más allá del capitalismo senil, El Viejo Topo, Barcelona, 2003; traducción de Ramón Sánchez Tabares].

(17) Mike Davis, Le pire des mondes possibles. De l’explosion urbaine au bidonville global, op. cit., p. 264.

(18) FMI, Perspectives de l’économie mondiale 2007, Washington, p. 180.