martes, 5 de febrero de 2019

Represión policial-militar marcó jornada de protestas contra el régimen de Hernández



Disparos de la policía y un helicóptero sobrevolando la capital, cerraron el domingo 27, día de protestas convocadas por el partido Libertad y Refundación (LibRe), acuerpadas por opositores al régimen de Juan Orlando Hernández, a un año de la imposición ilegal de un segundo mandato.

Desde el sábado en la noche, cientos de policías y militares se apostaron en calles y ciudades donde podría haber protestas, las cuales habían iniciado desde el domingo 20 de enero, convocadas por la Convergencia Contra el Continuismo (CCC) y la Acción Ciudadana contra la Dictadura (ACCD), que consistió en plantones frente al Ministerio Público (MP), Corte Suprema de Justicia (CSJ), Embajada de los Estados Unidos y tomas de aduanas.
Por lo que este domingo la Policía Nacional y Fuerzas Armadas permanecieron atentas a contrarrestas cualquier acto de protestas contra el régimen de Hernández, que después del fraude electoral del 26 de noviembre del 2017, volvió a colocarse la banda presidencial el 27 de enero del 2018.

Los puntos centrales en las protestas fueron: exigir libertad para los presos políticos, respeto a la libertad de expresión y la salida de Hernández, con la consigna “Fuera JOH” que se hace mención en cualquier escenario posible dentro y fuera del país.

Libertad para los presos políticos

Y mientras se exigía libertad para los presos políticos, las patrullas y postas policiales estaban listas para dar captura a los manifestantes. Aún no se tiene un dato preciso de cuantas personas fueron detenidas este fin de semana por participar en las protestas. El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), recibió la denuncia por la detención de la defensora Neepty Godoy y tres personas más, pero fueron liberadas horas después, en la Cuarta Estación de Policía (La Granja), de Comayagüela.
Asimismo, hasta la posta de El Manchén (Tegucigalpa) se remitió a cuatro personas, en un video se escucha que un policía dice que es “por relajero”, la abogada Karol Cárdenas del Área de Acceso a la Justicia del COFADEH, informó que algunos detenidos respondían al nombre de: Franklin Geovany Ramírez (18 años), Melvin Antonio Sosa y Carlos Orlando Hernández, acusados de escándalo público. Esta mañana le informaron que Franklin y Melvin ya estaban en libertad.

Actualmente el Comité Nacional para la Liberación de Presos Políticos en Honduras, impulsado por la CCC, registra tres presos políticos en la cárcel -de tortura- de máxima seguridad, llamada “La Tolva”, en Morocelí, El Paraíso; uno en “El Pozo”, también de máxima seguridad en Ilama, Santa Bárbara; y uno en la centro penal de El Progreso, Yoro. Además, el joven universitario Eduardo Urbina, exiliado en Costa Rica; y más de 20 personas con medidas sustitutivas a la prisión, quienes estuvieron presos por suponerlos responsables de estar en manifestaciones sociales contra el fraude electoral.

En diciembre del año pasado, el ministro de la Presidencia Ebal Díaz, afirmó que “Nosotros no reconocemos que haya presos políticos, nadie está acusado por haberse expresado políticamente”.  Agregó que, “No hay presos políticos, hay personas que cometieron delitos comunes, así lo demostró el Ministerio Público”, las declaraciones fueron en el marco de un diálogo nacional -que no ha prosperado- y en el que se ha mencionado el tema de una amnistía.

Derecho a la libertad de expresión

Otra de las exigencias en esta jornada de protestas fue violentada al apresar por varias horas al periodista Jairo López, en Choluteca, zona sur de Honduras. El comunicador fue llevado a bordo de la patrulla con registro PN- 577, según una alerta del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), sin ser notificado de las razones de su detención.

López quien había sido detenido el 10 de noviembre del 2018, en esta ocasión responsabilizó a un subcomisario de apellido Villanueva y al subcomisionado Milton Obando, este último lo habría señalado como “líder de las protestas”, cuando daba cobertura a las represiones policiales- militares al grupo denominado “bastión del sur” contra la ciudadanía de la zona sur del país.

Y en Tegucigalpa, una bala de goma lanzada por la policía impactó en el lado derecho del abdomen del joven camarógrafo del canal Une Tv, Isaac Buezo, cuando daba cobertura a la represión de las protestas en la colonia Kennedy, antes del mediodía.

Buezo, ofreció declaraciones al periodista Andrés Molina de la agencia internacional EFE, donde aseguró que uno de los miembros del escuadrón TIGRES, disparó directamente contra él sólo por grabar la represión a la protesta. El pasado 26 de noviembre, en el año del fraude electoral, policías penitenciaron dispararon desde un autobús hiriendo gravemente el brazo derecho del periodista de ese mismo canal, Geovanny Sierra, mientras cubría una protesta a inmediaciones de la CSJ.
En el caso de López, la Secretaria de Seguridad, mediante un comunicado de prensa repitió que garantiza los derechos humanos y garantías lo estipulados en la Carta Magna y Convenios Internacionales en materia de Libertad de Expresión, respeto y protección a la labor de todos los periodistas, comunicadores sociales y otros empelados de medios de comunicación sin distinción alguna.

Represión policial volvió a la UNAH

Con el inicio de clases en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), también volvieron las fuerzas represoras del Estado. Un grupo de jóvenes continuaron las protestas sociales para exigir la salida del régimen representado por Juan Hernández.

Los jóvenes manifestantes fueron víctimas de las bombas lacrimógenas de la policía- militar en el bulevar Suyapa, frente a la máxima casa de estudios. Y al igual que las demás manifestaciones a nivel nacional, el estigma de “vándalos” persiste, más cuando se cubren los rostros para no ser identificados.

La policía toma imágenes con cámaras o teléfonos móviles de manera abierta y a cualquier hora donde exista un grupo de manifestantes inconformes con el sistema neoliberal que ha causado mayor pobreza, violencia, inseguridad y migración masiva, pese a las campañas de desinformación estatales que hacer creer que el Honduras todo está bien.

Durante las protestas hubo observación nacional e internacional en el marco del respeto a los derechos humanos, y representantes de la coordinación de la Convergencia Contra el Continuismo, entre ellos Berta Oliva y Carlos H. Reyes, fueron parte de la procuración de los DDHH.

Otros lugares que fueron reprimidos por la policía y militares, en Tegucigalpa, las colonias Hato de Enmedio, Villa Nueva, El Carrizal, Tres de Mayo; la ciudad de Choluetca, y entre semana las fronteras de Trojes, El Paraíso; y El Florido, Copán.  

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