jueves, 30 de agosto de 2018

Empresas extractivistas no respetan ni la vida ni la muerte en Honduras



Por Riccy Ponce

El abuso de las empresas extractivitas en Honduras está dejando graves daños y consecuencias en el país, y un claro ejemplo es lo que está pasando en Azacualpa, La Unión, Copan, donde no respetan ni la vida ni la muerte.
La compañía Aura Minerals INC, de Canadá y Minerales de Occidente MINOSA, siguen exhumando los cadáveres que por tanto tiempo albergaron  el cementerio de ese lugar.

Héctor Antonio Triguero, habitante de la comunidad de Azacualpa, expresó que la situación que se vive en la zona es crítica.

“En este momento estamos en una situación muy crítica porque los habitantes de nuestra comunidad estamos reclamando nuestros derechos, los derechos que han sido violados de parte de la empresa minera y también de las autoridades gubernamentales, que al parecer no están del todo defendiendo nuestros derechos que han sido violados por una transnacional, en este caso es una empresa minera”.

Según Trigueros la empresa minera ha exhumado de 120 a 125 cadáveres, los que han sido trasladados al cementerio de San Andrés y a otro que están en la parte de abajo de Azacualpa.

Indicó que una parte de la población está de acuerdo, pero hay otra que no y debido a su oposición están siendo amenazados para que acepten el traslado de los difuntos a otro cementerio.

“Hay una parte que si está de acuerdo, pero hay otra parte que no y por esa oposición ha sido   presionada psicológica y verbalmente; por esa misma presión les ha tocado sacar sus familiares, aunque en el fondo de su corazón ellos no quieren”, sostuvo adefensoresenlinea.com el dirigente comunal.

Los que no estamos de acuerdo nos hemos opuesto a que exhumen nuestros familiares, desgraciadamente la empresa minera a utilizado a las autoridades gubernamentales para hacer  este tipo  presión,  psicológica  o amenazas verbal para lograr su objetivo.

La situación en la que ha colocado la empresa minera a la comunidad es crítica, ya que ha puesto a familias enteras a pelear entre ellos, “han presionado y han logrado dividir a las familias porque ya hay mucha división en algunas”.

Por su parte la coordinadora del Comité De Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, expresó que no hay respeto ni por la vida ni por la muerte, porque lo que sucede en Azacualpa es un claro ejemplo donde nos coloca en posiciones realmente lamentables y condenables, pero a la vez coloca al pueblo hondureño en un pueblo que ya perdió todo, que ya perdió su soberanía entregada a empresas transnacionales.

Tenemos que luchar para rescatarlo, porque no puede ser que se entregue el territorio con todo, con restos y cementerios a los explotadores de la riqueza.

“Todo el respeto de la cultura ancestral que hemos tenido se ha perdido. Quieren que los familiares de las victimas comercialicen sus restos, bajo el pretexto que les van a apagar, pero  la humillación jamás se la van a cuantificar, el dolor jamás se lo van a poder pagar”.

Ahora quizá la gente va a pensar que en vez de enterar en un cementerio a su familia, mejor lo va a cremar, para andar con sus restos donde sea o sencillamente lanza sus restos al mar, cuando esa no es nuestra cultura.

“Me parece que estamos en una realidad grotesca que nos desculturiza, nos coloca como en absoluta indefensión, perdemos nuestra seguridad”, añadió Oliva.

Indicó que los empresarios no tienen ninguna consideración y no tienen ningún escrúpulo, creo que las riquezas de Honduras no deben de ser vendidas al mejor postor como se están haciendo hasta ahora, las riquezas del país deberían beneficiar directo a las comunidades y su gente.

La defensora de derechos humanos dijo a defensoresenlinea.com que se  desprotege a toda una comunidad  que tenía su lugar donde  ir a  coronar, para estar  un momento o el tiempo que pudieran  con su familiar,  ese es un despojo  y  ahora que es lo que queda, no solo  es condenar el  hecho, si no ver cómo  nos articulamos para hacer esfuerzo comunes para contribuir a la defensa de territorios  y a la defensa  del país.

El sacerdote Jobel Carranza de la parroquia de Cucuyagua, Copan, se desplazó hasta el cementerio donde ofició una misa. En su homilía señaló  que “vengo en el nombre del señor para orar con ustedes, en este lugar está el señor, él está con ustedes”.

Al acto acudieron habitantes de la zona para orar por el descanso eterno y en paz de sus seres queridos.

La  lucha por que se deje descansar a los muertos en paz en el cerro donde está ubicado el cementerio, continúa, alrededor de 60 familias están dispuestas  seguir en pie de lucha hasta que  logren sacar a la empresa extractivista de la zona.

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