miércoles, 27 de enero de 2016

El seguro Social sigue igual



Por estos días se cumplieron dos años de la intervención al Instituto de Seguridad Social. Recordemos que fue en los últimos días del gobierno de Porfirio Lobo Sosa. Era una intervención ordenada por el presidente entrante Juan Orlando Hernández. La comisión integrada por Vilma Morales, Roberto Salinas y Germán Leitzelar, recibieron la misión de destapar los grandes problemas del Seguro Social que le impedía a sus afiliados obtener la atención médica efectiva y de calidad.

El secreto que se dejaba escuchar a grandes voces fue confirmado, meses después, por la junta interventora: la corrupción se comió las bases principales de la economía que sostenían al Seguro Social. Luego se conocieron capturas de personajes vinculados a la administración del Seguro como su director Mario Zelaya, y otros, y hasta el sol de hoy siguen más requerimientos.

Muy poco se han cumplido los objetivos con que fue creada esta institución en 1959 cuando se dijo que sería un instrumento del Estado al servicio de la justicia social a efecto de garantizar el derecho humano a la salud, asistencia médica, protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el logro del bienestar individual y colectivo de los trabajadores en general.

De pronto, el Seguro Social, pasó a ser una institución de beneficio particular y al servicio de unos cuantos políticos sinvergüenzas. Su función pasó a ser otra. Se convirtió en un nido de activistas impuestos por los políticos y en la mina de oro para sacar dinero que ha servido incluso para financiar campañas políticas.

Dos años han pasado y la realidad del Seguro Social, una conquista de la gran lucha de la clase obrera y sobre todo fruto de la gloriosa huelga de 1954, sigue siendo tan cruel como inhumana. Un ejemplo claro es lo que se vive en el Seguro Social de El Progreso que ni la presión le pueden tomar al paciente porque no está el aparato que se usa para ello. Igual que los exámenes médicos algunos se hacen y otros no, y para depositar las muestras hay que comprar los recipientes necesarios.

A dos años de la intervención del Seguro Social nada ha cambiado. Los derechohabientes siguen reclamando pago de sus incapacidades, protestan porque no hay medicinas, las atenciones siguen siendo pésimas. La realidad de problemas del seguro sigue intacta.

El gobierno de la vida mejor prometió un nuevo modelo de seguridad social pero muy poco se está trabajando en la construcción de dicho modelo. No se pretende que en dos años, la junta interventora cambie de un porrazo la seguridad social del país, pero dos años sí es un tiempo idóneo en el que deben verse luces, caminos y salidas a esta grave crisis que tiene como único perdedor al pueblo hondureño. Pero al paso que vamos solo falta que los interventores terminen intervenidos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Triste lo sucedido, ya ha pasado varios años y el seguro sigue igual, ojala todo se arregle, un amigo ando buscando información acerca del seguros de motos para menores de edad, tuvo un accidente y no puede costearlo. No esperemos tragedias para indagar del tema.