sábado, 23 de enero de 2016

MS13 de Honduras madura y se prepara para oportunidades de negocios internacionales


InSight Crime / Steven Dudley y David Gagne

En abril de 2015, la policía de Honduras comenzó a investigar denuncias de que la Mara Salvatrucha (MS13) había emitido la prohibición de que las mujeres se tiñeran el cabello de rubio en los mercados de Comayaguela, que junto con la capital Tegucigalpa conforma el Distrito Central de Honduras.

Estos temores parecen haberse confirmado un mes después, cuando presuntos pandilleros abordaron un autobús, golpearon a una mujer y le cortaron el cabello rubio. Al día siguiente, otra mujer con el cabello claro fue apuñalada en el cuello.

Algunos informes han señalado que la prohibición fue una forma rápida y sucia para permitir a la MS13 identificar a las novias y pandilleras de una banda rival conocida como Los Chirizos, quienes usaban a las mujeres para cobrar los pagos por extorsión de negocios locales.

Este artículo hace parte de una serie en desarrollo que analiza las pandillas en Honduras. Es resultado de la colaboración entre InSight Crime y la Asociación para una Sociedad más Justa, en Honduras. Consulte aquí (pdf) la versión completa del informe sobre maras y pandillas en Honduras. Lea el informe en inglés aquí (pdf)

El pánico se extendió rápidamente, cuando según se dice las mujeres corrieron a cambiarse el color del cabello. Aunque se suponía que la prohibición se dirigía únicamente a las mujeres de Comayaguela, una fuente confidencial dijo a InSight Crime que las mujeres de San Pedro Sula, a más de 200 kilómetros, también se habían cambiado el color del cabello por precaución. Una serie de denuncias en El Salvador incluían quejas similares de mujeres que se peleaban por hacer cambios cosméticos. 

Medios locales y extranjeros pronto tomaron la historia, con titulares como “Gang Members Prohibit Female Merchants from Dying Hair” (Pandilleros prohíben a comerciantes teñirse el cabello) y comenzaron sus artículos con frases dramáticas como: "Pandilleros de la MS13 atacan a mujeres en las calles de Honduras por teñirse el cabello de rubio”.

El mensaje era obvio: las pandillas querían control total, incluso sobre cómo llevaban el cabello las mujeres.

Pero esa era la versión simplista. La historia más compleja detrás de la prohibición toca aspectos de protección, economías criminales y relaciones públicas. La prohibición de que las mujeres llevaran el cabello de rubio reflejaba una realidad: quienes vivían y trabajaban en esa zona se sentían vulnerables a la extorsión de Los Chirizos. Por decreto, la MS13 protegía a los lugareños de esos depredadores. Más aún, al MS13 mantenía la autoridad moral, pues no extorsiona en las zonas en las que opera.

Al final, la MS13 perdió la batalla de las relaciones públicas internacionales, pero ganó la batalla que le importaba: dentro de Comayaguela.

Sin duda, el retrato del episodio hecho por los medios refleja la falta de comprensión general de lo que diferencia a la MS13 de sus rivales. Como lo ilustra este caso, estas diferencias no son meramente académicas: tienen impacto en la relación de las pandillas con las comunidades locales. Como lo veremos, también afectan su capacidad de infiltrarse en las fuerzas de seguridad, así como sus prospectos de expansión en el narcotráfico internacional.

Extorsión: Un modelo diferente
Quizás la mayor diferencia entre la MS13 y sus rivales en Honduras tiene que ver con su modelo de negocios. Todas las pandillas ganan mucho, sino la mayor parte, de su dinero con la extorsión. Es la forma más expedita de recaudar grandes sumas de dinero en forma regular.

Gran parte de ese dinero proviene de extorsión a gran escala del sector del transporte público y las cooperativas de taxis. La suma recogida con estos negocios de extorsión organizada puede ser importante. InSight Crime estima que una pandilla de Tegucigalpa puede recolectar hasta US$2,5 millones tan solo por este sistema de extorsiones (Vea el cálculo abajo).

Estimado de ganancias por extorsiones cobradas a transportadores en Tegucigalpa

MS13HONDURAS

Fuente: Cálculos de InSight Crime

Sin embargo, las pandillas también extorsionan a tenderos, mecánicos, vendedores ambulantes y a otros negocios pequeños. El contraste entre la MS13 y sus rivales es que la primera estableció la política de no extorsionar a esos pequeños negocios en sus áreas de operación. La diferencia, como se señaló arriba, es fundamental, en especial en lo que respecta a su relación con la comunidad local, donde la pandilla puede ser considerada no sólo como un operador criminal benévolo, sino también como fuente de protección.

La MS13 muchas veces lleva más allá este sistema de protección. En algunas zonas visitadas por nuestros investigadores, las pandillas se han convertido en mediadores obligados en conflictos domésticos y entre vecinos, según la policía y líderes de asociaciones comunitarias de estas áreas. El abuso doméstico, ya sea un padre que golpea a su hijo o el abuso conyugal, no se tolera, dicen. Por ejemplo, en el municipio de Tela se dice que la MS13 hace una advertencia a un esposo después del primer caso de abuso, le propina una paliza después del segundo caso, y lo expulsan de la comunidad después del tercero.

El enfoque en la extorsión a niveles macro también permite a la MS13 trabajar en el negocio del transporte. De manera muy similar a un banco, la MS13 tomará porcentajes y eventualmente la totalidad de cualquier empresa transportadora que no pague lo adeudado. Esta política ha permitido al grupo convertirse en dueños parciales o totales de cooperativas de taxis y autobuses en todo el país. Cuando se convierten en dueños, la MS13 puede vigilar de cerca todos los flujos de ingreso de las cooperativas y con base en eso ajustar sus tasas de extorsión. Hay también beneficios complementarios, como empleo o “trabajos fantasmas” para familiares y amigos en esas cooperativas.

Las experiencias de estar al mando y ser dueños de empresas transportadoras han obligado a la pandilla a crear unidades financieras más sofisticadas dentro de sus filas. Aunque, aún, no han dividido su estructura en divisiones financieras y militares, algunas autoridades indicaron que la MS13 ha enviado a gente a la universidad para que estudie finanzas y derecho. La extorsión y las propiedades financieras de la pandilla también han llevado a la MS13 a adoptar una naturaleza más empresarial. Los miembros han comenzado a llamarse "La Empresa", algo que puede estar cada vez más cerca de la realidad, considerando la manera como la pandilla trata de ascender en las filas del narcotráfico.

De pequeños traficantes a mayoristas  
La decisión de la MS13 de evitar extorsionar a sus comunidades locales nace de su creciente control e interés en el microtráfico local y en la distribución de drogas ilegales al por mayor.

La MS13 lleva largo tiempo dedicada al microtráfico, lo que la ha diferenciado de sus rivales durante ya varios años. En ese periodo, la MS13 ha creado un medio eficiente para distribuir drogas en los lugares donde opera. Esto incluye la implementación de puntos de encuentro discretos, la implementación de anillos de seguridad y una exposición limitada en caso de que sean asaltados o robados por un rival, o emboscados por las fuerzas de seguridad. Es imposible calcular cuánto aporta esta actividad a la MS13, pero es una suma importante.

Últimamente, la pandilla también ha pasado a ser distribuidora al por mayor en algunas partes del país. Al menos en dos lugares que nuestros investigadores visitaron recientemente, la pandilla ha tomado más control del mercado de droga al por mayor, según las autoridades. En Tela, por ejemplo, la pandilla tiene un monopolio en la venta de droga. Esto podría suponer importantes ingresos para la MS13, dada la afluencia de turistas en Tela. Agentes de inteligencia de la policía también contaron a nuestros investigadores que la MS13 es dueña de un hotel en la zona. Otras autoridades dicen que la pandilla también posee restaurantes y bares. Ninguna de esas aseveraciones pudo verificarse independientemente.

La pandilla también ha tomado el control del mercado de droga al por mayor en más áreas urbanas. El ejemplo más notable en este aspecto es San Miguel, Tegucigalpa. Esta zona estuvo controlada por mucho tiempo por una traficante local, Teresa de Jesús Cruz García, también conocida como “Mamá Tere”. Después de su muerte en 2007, algunos parientes suyos supuestamente continuaron su negocio. Pero después del arresto de su sobrino por narcotráfico y lavado de dinero en 2013, el vacío de poder abrió una oportunidad para la MS13, de quienes se dice que lo asesinaron en la cárcel y echaron de la zona a uno de sus principales socios. Agentes de inteligencia de la policía dijeron a nuestros investigadores que la MS13 ahora comparte la distribución mayorista con lo que queda del personal de Mamá Tere en la zona.


Descargue el informe completo - pdf
El avance de la MS13 hacia el control del mercado mayorista es importante por varias razones. El control del mercado mayorista implicaría un aumento en los ingresos de la organización, lo que podría ayudar a explicar su posible entrada en la economía del turismo en Tela. Los ingresos también abrirían a la pandilla mayores posibilidades de penetrar escalones más elevados de las fuerzas de seguridad. Como se señaló antes, algunos transportadores públicos sospechan que la policía y posiblemente algunos oficiales estén involucrados en esta trama, aunque no pueden aportar ninguna prueba de dicha connivencia.

La MS13 también parece tener conexiones dentro de la policía, que la ayudan en diferentes formas, según declaraciones de tres altos oficiales de la policía a nuestros investigadores. Uno de estos oficiales señaló el caso del Oficial Clase Uno de la Policía Alonzo Vásquez Carrillo, quien fue arrestado en febrero por el homicidio de un prominente empresario, Mario Verdial. Los investigadores de la policía dicen que Vásquez Carrillo trabajaba con la pandilla como informante de las operaciones de las fuerzas de seguridad y ayudando en la ejecución, como se hizo evidente en el asesinato de Verdial.

Creemos que el modus operandi de la MS13 facilita el establecimiento de relaciones con las fuerzas de seguridad. Las normas de la MS13 le prohíben entrar en confrontación directa con estas fuerzas si vienen a arrestar a sus miembros. Además, el que el grupo evite extorsionar en sus áreas de influencia indica que tiene menos confrontaciones con los residentes locales y con las fuerzas de seguridad. Más aún, su principal actividad criminal, el microtráfico, es menos predatoria para los residentes y para las fuerzas de seguridad en igual medida.

Un mayor control del mercado mayorista también daría a la MS13 mayor capacidad para ejercer influencia en los círculos políticos. Esto ya puede estar sucediendo. Fuentes de inteligencia de la policía dijeron a nuestros investigadores que la MS13 ha tenido una influencia importante sobre los alcaldes de por lo menos otras dos ciudades. La pandilla aún no parece estar financiando campañas ni controlando contratos con el gobierno, pero ese sería un siguiente paso lógico para tomar el control de mayores ingresos e influencia política.

Jugador internacional: Aún no
Un control mayor del mercado de droga al por mayor también podría implicar que la MS13 está haciendo más contacto con grandes organizaciones internacionales de transporte. Esos contactos pueden remontarse a años y pueden incluir favores para los grupos internacionales de transporte de droga. Sin embargo, la distribución al por mayor sería un paso importante para las pandillas en términos de su sofisticación, y demostraría a los grupos transportistas —sean hondureños, guatemaltecos, mexicanos o colombianos— que la MS13 puede tener suficiente músculo militar y político para comenzar a almacenar y posiblemente mover grandes cantidades de drogas en el país.

Existe cierta evidencia que indica que esto ya puede estar sucediendo. Los detalles siguen siendo imprecisos, pero una investigación separada realizada por InSight Crime sobre las pandillas de El Salvador indica que al menos una parte de los líderes de la MS13 en ese país puede estar tratando de ingresar al mercado mayorista internacional, y usa a Honduras como lugar de encuentro y como sede de operaciones. Las razones para que la MS13 lleve dicha operación desde El Salvador son complejas. Baste decir que El Salvador es la sede espiritual de la MS13, el lugar de donde la pandilla toma parte de su nombre, así como muchos de sus rituales y reglas.

La decisión de pasar al mercado de transporte internacional no es necesariamente un paso que respalden todos los líderes de la pandilla en El Salvador. InSight Crime cree que hay una división entre algunos de los líderes más notables de la MS13 en el país. Al menos uno de esos líderes ha estado haciendo contactos internacionales y reforzando su red en los últimos años, según inteligencia de la policía y otras fuentes cercanas a la pandilla en El Salvador. Esa red incluye operadores satélites en Honduras, donde la MS13 tiene acceso a armas de gran potencia y a los operadores internacionales que mueven grandes cantidades de drogas.

No se sabe hasta dónde este esfuerzo ha llevado a este líder de la MS13 y a sus contrapartes hondureñas. Es claro que hay otros líderes de la MS13 que han hecho contacto con grupos transportistas internacionales, y pueden estar moviendo pequeñas cantidades de droga en el ámbito internacional. Sin embargo, las organizaciones narcotraficantes aún no han realizado ningún esfuerzo concertado para usar la red de la pandilla como medio principal para el transporte de la droga. Las pandillas, en su mayoría, son consideradas socios comerciales muy poco fiables y extremadamente vulnerables.

Un posible paso al negocio transportista internacional también coincide con un gran vacío de poder en Honduras. Algunos de los transportistas internacionales más destacados del país han sido capturados y extraditados en continua sucesión durante los dos últimos años. Un importante operador internacional mexicano, César Gastelum, quien por muchos años operó desde San Pedro Sula, también fue capturado recientemente en México. Este vacío ha abierto el camino para que la MS13 explore posibilidades comerciales con traficantes colombianos y mexicanos, dijeron autoridades hondureñas a nuestros investigadores. El alcance de estas discusiones y conexiones no es claro y aún se debe presentar un caso en el que se capture a un miembro de la MS13 transportando drogas ilegales por múltiples fronteras usando la red de la pandilla.

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