lunes, 18 de enero de 2016

Exempleados de Grupo Continental podrían demandar al Estado por incumplimiento de pagos



La Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) informó que es incapaz de cumplir con la segunda parte del pago de prestaciones a más de los 300 ex empleados de Alimentos Continental del Grupo Continental, cuyas empresas fueron aseguradas por el Estado de Honduras tras la acusación de lavado de activos por parte de Estados Unidos a la familia Rosenthal Oliva. La respuesta del director de la OABI fue que únicamente se recaudaron 2 millones de los 6 que los proveedores deben a la empresa para poder pagar los derechos laborales.

La negativa de la OABI de cumplir con un acuerdo firmado a finales del año pasado, abre la posibilidad de que los empleados y empleadas afectados demanden al Estado de Honduras. 

“Nunca imaginé una navidad tan triste como la de ahora. Antes comíamos pollo y tamales; ahora no”. Hasta el menos escéptico podría imaginarse que tres meses después de la caída del emporio Rosenthal y del Grupo Financiero Continental, estos testimonios se apoderarían de los exempleados de esta compañía.

Son once mil nuevos desempleados en el país, quienes corrieron distintos destinos, algunos de ellos y ellas recibieron el pago de prestaciones, otros a medias y en el peor de los casos quedaron en el olvido tanto por la familia Rosenthal como por el gobierno.

Los 300 exempleados de la empresa Alimentos Continental ubicada en La Lima, Cortés, luego de ser despedidos e intervenida la compañía por autoridades de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), llegaron a un acuerdo con la misma que consistía en recibir el pago de sus prestaciones el 4 de cada mes, iniciando en diciembre del 2015.

Los pagos se depositarían en tres partes, cada una correspondiente a un aproximado de 12 millones de lempiras; la primera parte fue cumplida sin ningún problema, pero la segunda que tocaba el 4 de enero no.

A la hora de cobrar como ya estaba estipulado, las autoridades de la OABI no cumplieron y no contestaban los teléfonos, por tal razón el grupo de exempleados organizados de Alimentos Continental organizó un plantón frente al Parque Central de San Pedro Sula y luego se trasladaron en una caminata a las instalaciones de esta oficina en San Pedro Sula donde se reunieron con sus autoridades.

Al final no llegaron a un acuerdo y la promesa del segundo pago quedó en el aire, eso incentivó a las víctimas de esta crisis a organizar una nueva jornada de lucha y el pasado miércoles se tomaron el puente La Democracia en horas del mediodía.

“Lamentamos esta situación, nosotros estamos sufriendo porque no tenemos dinero para mantener nuestras familias, ni para movilizarnos.

Nosotros seguiremos en las calles luchando para que nos entreguen lo que nos pertenece, hemos sido los principales afectados en esta crisis de Grupo Continental.

Sabemos que la única vía para que nos solucionen la situación es la protesta y el diálogo; a inicio de semana fuimos atendidos por la gente de la OABI pero nos dijeron que no tenían dinero disponible porque le debían a la empresa, entonces nos aseguraron que tenemos que esperar.

Hay un compromiso, el deber de ellos es de cumplirnos, ellos no saben la calamidad que pasamos y estamos desesperados porque no tenemos empleo y necesitamos dinero para sobrevivir”, expresó Elvin Molina vocero de los exempleados.

Por su parte, Francisco Arriaga, otro de los voceros de los exempleados de Alimentos Continental, expresó: “tenemos documentos donde existe el compromiso que nos pagarán en tres partes nuestras prestaciones, por eso exigimos se nos pague, porque no tenemos trabajo y necesitamos cubrir nuestras necesidades, en la mayoría de casos nosotros somos los que proveemos al hogar”.

En ese enfoque varias personas que se acercaron a los plantones y toma del puente La Democracia dijeron a través de sus experiencias que: “no tenemos nada en la casa, un día comemos otro día no. Yo soy el sostén del hogar y ahora hay que gastar menos en comida, si antes comíamos pollo y tamales, ahora no”.

Por su parte una joven madre soltera dijo: “es bien difícil para nosotras, nos queda pedir prestado a familiares, amigos para poder comer.

Hacemos un llamado al presidente, al gobierno para que nos paguen nuestros derechos laborales, yo soy madre soltera y el gasto es doble para mantener a mi hijo y mi hogar”.

Las principales víctimas de la crisis

En cada crisis, quiebra financiera, o descalabro de institución bancaria o gubernamental, quien paga la crisis es la clase trabajadora. Los pronósticos cuando cayó el emporio Rosenthal apuntaban a eso.

Eran alrededor de 60 empresas las que manejaba la familia Rosenthal a través del Grupo Financiero Continental. Con la caída de las mismas, la coyuntura de crisis y calamidad se abrió para los obreros y obreras.

Significó que 11 mil nuevas personas cayeran en las garras del desempleo y de forma indirecta más de 25 mil personas se vieran afectadas.

El caso de la empresa Alimentos Continental es uno de los tantos ejemplos de ello, en el otro lado de la óptica observamos la situación de los empleados de Diario Tiempo, quienes no pudieron soportar la situación y se vieron en la obligación de aceptar el acuerdo de despido indirecto y esperar sin esperanza alguna el pago de sus prestaciones.

Gerardo Masariegos uno de los exempleados de Diario Tiempo manifestó hace unos días a Radio Progreso que no tenían recursos para continuar en las oficinas del medio en San Pedro Sula, pues ya no había energía eléctrica, agua potable y para ellos y ellas eran insostenible los gastos que producía trasladarse al edificio.

Eso los obligó a contactar a toda costa a Carlos Rosenthal, gerente del medio para firmar un acuerdo de despido indirecto y así seguir gestionando pero desde sus casas el pago de sus prestaciones.

El periodista Danilo Bustillo también exempleado del diario contó sobre las maniobras económicas que les tocó hacer mientras esperaban el pago de prestaciones, una de ellas fue retirar sus fondos del Régimen de Aportaciones Privadas (RAP), pero eso es insuficiente para las verdaderas necesidades que tienen.

Hasta el momento ni el gobierno, ni la familia Rosenthal da una respuesta concreta de pago de prestaciones a los trabajadores de Diario Tiempo, por lo que las esperanzas se difuminan al pasar los días.

El próximo lunes los desempleados se reunirán con organizaciones de derechos humanos para ver qué procede en este caso, en reclamo al pago de sus derechos. 

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