viernes, 1 de mayo de 2015
“En América Latina estamos empezando a dar la batalla contra la dependencia comunicacional y cultural”
Por Fernando Arellano Ortiz
Josetxo Ezcurra
En agosto de 2013, el periodista y sociólogo argentino Pedro Brieger se embarcó en un apasionante proyecto comunicacional, fundando el portal informativo en internet, Noticias de América Latina y el Caribe –Nodal- (www.nodal.am), con el propósito de “vernos con nuestro propios ojos”, como diría el fundador de Telesur, Aram Aharonian.
Se trata, en efecto, de contribuir a “dar la batalla en América Latina contra la dependencia comunicacional y cultural”, explica el propio Brieger, mediante la valoración del trabajo periodístico de los propios medios de la región, evitando que sean las agencias internacionales de noticias las que impongan la agenda informativa.
Es inadmisible, explica, que una noticia de Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador, o cualquier nación latinoamericana o del Caribe tenga como fuente una agencia de noticias como EFE de España, DPA de Alemania, Ansa de Italia, o Reuters de Inglaterra. Por esa razón se dio a la tarea de fundar este importante portal en internet que posibilita a latinoamericanos y caribeños enterarse de su realidad a través de sus propios medios de comunicación, sin la necesidad de recurrir a las interpretaciones u ópticas eurocentristas.
Para hablar sobre Nodal y la realidad comunicacional latinoamericana, dialogamos ampliamente con este comunicador social argentino, catedrático universitario, que conduce el reputado programa Visión Siete Internacional, el cual se trasmite semanalmente por la Televisión Pública de su país, aprovechando su presencia en Bogotá durante la segunda semana de abril para participar con conferencista en el Encuentro Ecuménico Internacional por la Paz de Colombia.
Un portal de noticias con información originada en la región
- ¿Cuál fue la motivación para fundar Nodal? ¿Cuál es la filosofía y hacia dónde va?
- Yo trabajo en política internacional hace muchos años, décadas, y lo que más me ha llamado la atención durante mi trabajo, pero especialmente desde que existe internet es la dependencia comunicacional que sigue existiendo en América Latina respecto de las agencias de noticias europeas y latinoamericanas. Uno puede agarrar un diario de Colombia, de Ecuador, de Venezuela y va a encontrar, por lo general, que una noticia de Paraguay tiene como fuente una agencia de noticias como EFE de España o de DPA de Alemania, o Ansa de Italia, y a mí siempre me irritaba eso. Por qué me tengo que enterar de Paraguay a través de una agencia de noticias como EFE. Yo no tengo nada en contra de EFE, todo lo contrario si yo quiero saber lo que pasa en España voy a la prensa española. Además en mi filosofía de trabajo como analista de política internacional cuando pasa algo en cualquier país, por ejemplo, Kenia, yo lo primero que hago es ir a la prensa de Kenia, una vez que me entero del hecho por supuesto. Para enfrentar esta dependencia comunicacional de las grandes agencias de noticias, en América Latina ha habido dos sitios importantes: Prensa Latina que a partir de 1959 buscaba justamente contrarrestar la desinformación que se emitía de Cuba desde Estados Unidos y ahora Telesur que me parece que es una iniciativa con una visión del sur que contribuye a difundir información que de otra manera no saldría. Por ejemplo, cuando el derrocado presidente Manuel Zelaya trata de retornar a Honduras, en el avión que viajaba estaban las cámaras de Telesur para informar lo que estaba pasando. Pero lo que yo presentía, lo que veía, era que ni Prensa Latina ni Telesur tenían una visión latinoamericana y caribeña porque estos medios informan lo que pasa en todo el mundo. Lo que percibía entonces era que faltaba una cadena que informara sobre lo que pasa en la región, desde la región, y con ojos de la región. Mucha gente me pregunta, bueno por qué no afiliarlo a otra zona de mi interés como es el Medio Oriente, no respondo, sobre eso ya hay. No había ningún portal de noticias, ninguna agencia de noticias exclusivamente dedicada a América Latina y el Caribe con información originada básicamente en esta región. Por eso es que cuando uno abre Nodal y se entera de lo que pasa en Paraguay, se entera por los diarios paraguayos, por los blogs paraguayos, por las páginas web paraguayas, por las cadenas de radio paraguayas, por la televisión paraguaya. Esto no implica que no publiquemos una nota de un boliviano sobre lo que pasa en Paraguay, o si hay algo extraordinario en español, pero la filosofía de Nodal es: la información está, solo hay que encontrarla. Por lo general la información está en los medios de cada país, el problema es la dependencia de las agencias de noticias internacionales.
- En ese sentido las agencias internacionales de noticias prácticamente marcan la agenda de los medios de comunicación…
- Sí, voy a traer a colación un caso que yo siempre menciono en mis conferencias fuera de Colombia. La misma semana que murió Amy Winehouse en el Reino Unido, murió Joe Arroyo en Colombia, y para ustedes fue un icono de la música, su funeral fue masivo, yo lo comente en la televisión pública en Argentina. Salvo Colombia, Ecuador y un poco Venezuela, las agencias de noticias internacionales no cubrieron la muerte de Joe Arroyo, ¿por qué?, porque no les interesaba. La DPA y la agencia EFE consideran que Joe Arroyo es irrelevante para los públicos alemán y español. En América Latino no. Mi problema es con la colonización cultural que todavía existe, que se traslada por supuesto a la comunicación y a la vida cotidiana. Por eso decidí crear Nodal como un portal dedicado exclusivamente a noticias de América Latina y el Caribe que ahora hemos estado dando unos pasos más porque creamos Nodal Cultura que tiene como objetivo unir, informar sobre la literatura, sobre la danza, sobre la música que hay en América Latina, sobre los encuentros culturales que hay y que no llegan a los grandes medios de comunicación. La idea de Nodal Tec, un sitio dedicado exclusivamente a la ciencia y la tecnología de América Latina va en este sentido. No puede ser que cada vez que hay un invento de algo en una universidad, en Alabama o en Massachusetts o en donde fuera, eso sale en las noticias y cuando hay desarrollo e inventiva de jóvenes colombianos, ecuatorianos, panameños, portorriqueños esto no tenga lugar en los medios de comunicación. Los latinoamericanos y caribeños crecemos creyendo que la tecnología solo proviene del norte, de los países centrales y que no tenemos capacidad de desarrollo tecnológico cuando lo hay, porque si no lo hubiera otro sería el tema, pero lo hay y a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que hay entre los diferentes países de América Latina hay muy buenos desarrollos en Colombia, en Perú, en Venezuela, en Bolivia; lo que pasa es que faltaba verdaderamente un portal que dijera miren, hay ciencia y tecnología en América Latina y el Caribe, véanlo y no dependamos solamente de las grandes agencias de noticias internacionales. Pero hay más: el 10 de abril nació Nodal Universidad, que también responde a la misma lógica, tratar de conectar las universidades latinoamericanas con la información sobre becas, desarrollo, debates, hay muy ricos debates en América Latina, sobre todo en el tema de la educación pública gratuita, que no siempre se ve reflejada. También estamos preparando Nodal Economía porque tampoco hay un sitio específico sobre economía en América Latina y el Caribe con una visión de región.
- ¿En este año y medio que lleva de creado el portal de Nodal, cómo ha sido la recepción?
- Nos falta aún mucha difusión. Si bien nosotros tenemos la página web y contamos con redes sociales en Facebook y Twitter el portal no es argentino, cualquiera que entra no percibe que está hecho en Argentina, es aleatorio porque yo tengo una mirada latinoamericana y caribeña por más que viva hoy en Argentina, pero Nodal podría hacerse perfectamente en cualquiera de los países de América Latina, su importancia radica en que tiene una mirada latinoamericana y caribeña, por eso lo que sale en Jamaica se publica en inglés y le damos mucha importancia a las noticias del Caribe que no llegan al continente. El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves hace un año y medio en Naciones Unidas presentó una demanda pública por el tema de la esclavitud del Reino Unido en el Caribe y pidió compensación económica. Nosotros pusimos el discurso completo en Nodal porque nos parecía importante que la gente pudiera conocer primero que hay un país que se llama San Vicente de las Granadinas, pues la mayoría no lo sabe. Segundo, que el primer ministro se llama Ralph Gonsalves, y tercero que en el Caribe hay debates muy ricos que no nos llegan porque no los miramos a ellos y ellos no nos miran a nosotros y no solo es una cuestión idiomática porque en el Caribe hablen en su mayoría inglés sino que tiene que ver con una visión. Para ellos el tema de la esclavitud es algo presente. Otro aspecto que para nosotros es importante y es que tratamos de publicar las intervenciones de los mandatarios latinoamericanos y caribeños en la Asamblea General de Naciones Unidas, porque si no, volvemos al problema de las agencias de noticias internacionales que toman de la asamblea general dos o tres discursos: Juan Manuel Santos, Evo Morales y Nicolás Maduro. ¿Y el resto no habló? Con ello estamos dando la posibilidad de que se sepa que el presidente de un pequeño país habló y todas las intervenciones de los mandatarios y primeros ministros de América Latina y el Caribe lo vas a encontrar en Nodal. Así también publicamos documentos y quiero comentar algo que nos ocurrió al respecto ya que estamos en Colombia y que es un ejemplo extraordinario para lo que no debería ser el periodismo. El diario El Tiempo de Bogotá reproduce muchas noticias de Colombia de la agencia de noticias EFE de España, entonces este periódico publicó hace unos meses un documento sobre la reconciliación y la violencia en Colombia que había recibido de esa agencia y el documento era colombiano. Lo increíble aunque vos no lo creas pero lo hemos investigado, porque además estaba a la vista, El Tiempo publicaba un informe sobre la violencia en Colombia con base en la agencia EFE de España. Qué hicimos nosotros, publicamos el informe completo hecho en Colombia. No necesito a la agencia EFE que me traduzca unos fragmentos del documento, te damos el documento completo.
Enfrentar la clonización comunicacional
- ¿Se podría afirmar que eso es “colonización pedagógica” para utilizar el término del intelectual argentino Arturo Jauretche?
- Pero por supuesto. Cómo puede ser que el diario El Tiempo no publique el documento original colombiano y publique lo que proviene de la agencia EFE que además es fragmentado, porque ni siquiera lo da completo. Quién hizo la selección de ese documento, un periodista que trabaja para una agencia española que probablemente sea colombiano pero que piensa qué quiere el público español y después EFE lo distribuye por el mundo. Es así que nosotros vemos las campañas internacionales que hay en contra de algunos países latinoamericanos por parte de los medios de comunicación europeos, españoles principalmente, el ABC, El País, El Mundo, que hasta el día de hoy tienen y han tenido una gran influencia en América Latina, desde los cuales hay permanentemente un bombardeo mediático en contra de los gobiernos progresistas. Entonces ellos tienen una influencia muy grande sobre todo en los periodistas o los comunicadores, sobre los políticos, sobre los empresarios. Bueno, Nodal nace un poco para tratar de cambiar esto. Nodal no es un portal de barricada. Nodal no es un portal de protesta. Nodal es un portal que produce y difunde información en América Latina y el Caribe.
- ¿El sostenimiento de Nodal es por parte del Estado argentino?
- No, no, para nada, nosotros tenemos el apoyo de una fundación que se llama Fila, la Fundación para la Integración Latinoamericana dirigida por Aram Aharonian que fue el fundador de Telesur, y ahora tenemos un acuerdo con la Universidad de San Martín de Buenos Aires que nos está apoyando en este proyecto, nos está ayudando a hacer que Nodal crezca porque seguimos teniendo proyectos para seguir creciendo siempre en el ámbito de la comunicación. Nosotros queremos vincular la radio, queremos vincular las universidades, queremos vincular a las iglesias, queremos vincular a los centros culturales, o sea consideramos que hay una riqueza en América Latina que todavía no tiene su lugar por esta colonización cultural comunicacional que todavía existe. Te repito, no tengo nada en contra de la agencias internacionales de prensa, todo lo contrario, yo me nutro de ellas todos los días. Pero si pasa algo en Francia yo voy a la prensa francesa, no necesito la agencia EFE que me traduzca lo que pasa en Francia; y si pasa algo en Medio Oriente yo voy a la prensa del Medio Oriente y si pasa algo en Arabia Saudita voy a la prensa de Arabia Saudita, no necesito a la agencia Reuters para informarme sobre lo que pasa en Arabia Saudita de un periodista que está ahí que tal vez lee lo mismo que puedo leer yo por internet.
- ¿Cómo es la operatividad de Nodal?
- Nosotros tenemos hoy un equipo que ha crecido porque surgieron Nodal Cultura, Nodal Universidad, Nodal Tec y Nodal Economía pero los que hacen Nodal.am su tarea todas las mañanas es leer los diarios y revistas de todos los países de América Latina y el Caribe. O sea, vamos mirando lo que pasa en la región. Si pasa algo en Chile vamos a la prensa chilena y sacamos la información de ahí, de la radio, de la televisión, de los diarios, de las revistas, de las páginas web. Seleccionamos lo que nos parece lo más interesante y lo publicamos. Nodal no redacta, reproduce lo que ya se emite en diferentes países. Somos una mezcla de agencia, diario y portal de noticias.
- Si se revisa a lo largo y ancho de América Latina hay prácticamente tres países donde se puede configurar lo que se llama “canalla mediática”: Brasil, con O Globo, Argentina con Clarín y La Nación; Ecuador cuyos medios privados están completamente prostituidos. En Nodal he podido observar que ustedes reproducen las tapas de O Globo y a veces de Clarín y La Nación. ¿Cuando estamos inmersos en una lucha por una emancipación no solo desde el punto de vista político sino también comunicacional, no es un contrasentido reproducir a estos medios de comunicación hegemónicos que están de frente contra los procesos progresistas en América Latina?
- Yo creo que no. En primer lugar porque te informas sobre qué están haciendo esos medios. Cuando fueron las marchas en Brasil convocadas en contra de Dilma Rousseff hace unas semanas nosotros publicamos una columna de opinión de uno de los periodistas más importantes de O Globo que convocaba la marcha, sin agregarle ni quitarle nada. Se trata de que se pueda ver, que los latinoamericanos vieran cómo funciona O Globo. Uno de sus directores convoca la marcha no hace falta que se agregue nada. Nosotros hemos publicado, y a alguna gente no le ha gustado, columnas de opinión de Henrique Capriles, reproducidas de diarios de opinión venezolanos, por qué, porque consideramos que es importante que el público latinoamericano sepa lo que piensa Capriles.
- ¿Y reproducirían columnas o comunicados de prensa de la insurgencia colombiana de las Farc?
- Por supuesto y lo hemos hecho. De Colombia hemos publicado muchísimo y he dado cursos de comunicación. Me dedico al periodismo hace muchos años y di durante diez años clases en una escuela de periodismo que se llama TEA en Buenos Aires sobre política internacional, teniendo siempre como referente pensar la comunicación específicamente para América Latina.
Una iniciativa que recoge el espíritu del Informe Mac Bride
- ¿En ese sentido con Nodal se recoge el espíritu del Informe Mac Bride patrocinado por la Unesco en 1979 por “un nuevo orden mundial de información y comunicación, más justo y más eficiente?
- Sí, el Informe Mac Bride ha sido fundamental para nuestra formación aunque mucho ha cambiado desde entonces, pero en esencia lo que él planteaba respecto a la circulación de la información fundamentalmente continua igual. Yo diría que desde Nodal no solo hicimos una vuelta de tuerca del informe Mac Bride que describe una situación y decidimos que hay que actuar. Ya decía que Nodal no es un portal de protesta, ni de barricada, Nodal lo que quiere brindar es integración, análisis, comunicación de lo que pasa en América Latina y el Caribe. Seguimos los proceso de Guyana, seguimos los procesos de Haití, de Jamaica, los procesos pequeños y lo procesos grandes. Tenemos por ejemplo un calendario electoral, que era un problema, que yo siempre tenía. Comienza el año, qué elecciones hay en América Latina. No había donde buscarlos, ahora Nodal brinda ese servicio. Es decir, damos un servicio y además como nosotros pensamos que lo que hay que hacer es mostrar la riqueza conceptual que hay en la región, lo hacemos en toda su variedad. También comentamos cuando hay operaciones político mediáticas como la que hubo en febrero del año pasado en contra de Venezuela con la coalición de diarios latinoamericanos. Publicamos una entrevista con la directora ejecutiva del gremio de periódicos de Colombia, Andiarios, en la que decía abiertamente que estaban interviniendo en la política venezolana, yo no necesitaba agregar nada, ni calificar lo que estaba diciendo Nora Sanín, cualquiera que leía sus declaraciones entendía que había una campaña mediática en contra de Venezuela.
- Muy bueno que hayas tocado el tema. Si bien es cierto que en Colombia como en buena parte de América Latina los medios de comunicación son de orientación conservadora y además hacen parte de monopolios controlados por pocas familias y aunque uno no lo comparta, hay que reconocer que Andiarios a través de su presidenta Nora Sanín tuvo una actitud honesta al decir que estaba interviniendo como actor político mediante una campaña mediática contra el gobierno venezolano. ¿Cuál es tu lectura?
- Claro, absolutamente honesta, decir sí, estamos interviniendo en Venezuela a través de una campaña mediática continental, que nosotros analizamos en detalle para mostrar que efectivamente había tal campaña para desestabilizar al gobierno de Maduro.
Los medios como actores políticos
- ¿Y si eso es honesto, es dable que los medios de comunicación que tienen una intencionalidad política aunque prestan un servicio público, asuman esa postura?
- Ese es un debate que se está dando mucho en la región. Yo no tengo una respuesta muy clara, creo que depende de tradiciones. En Estados Unidos tienen una tradición de que en determinados diarios en su página editorial en época electoral dicen a quién apoyan o por quién se debe votar.
- Aquí en Colombia los medios de comunicación, sobre todo los impresos expresan sus predilecciones electorales. ¿En Argentina no?
- No, no conozco el caso colombiano al respecto. En Argentina los medios no dicen abiertamente que hay que votar por tal o cual partido, como lo hacen en The New York Times que apoya a los demócratas. A mí me parece bien que lo digan, eso tiene que ver con tradiciones y con los cambios que ha habido en el periodismo en los últimos años, creo que ante la crisis de muchos partidos políticos tradicionales, numerosos medios de comunicación han ocupado su rol, entonces ya son más desembozados y hablan más abiertamente a favor o en contra de un gobierno aunque no lo digan y creo que la gente ha aprendido mucho más a ver esto. También las nuevas comunicaciones permiten que la gente arme el diario a su manera y nosotros ya no vemos a la gente recibir el diario a la mañana y leerlo en el café con absoluta tranquilidad. Entre otros motivos porque ese diario ya es viejo. Para qué voy a leer un diario con las noticias de ayer si ese mismo diario en su portal web la tiene actualizadas. El diario en papel, entonces, va perdiendo sentido.
- ¿Tú crees en el concepto de periodismo militante como el que ejerció por ejemplo ese formidable argentino que fue Rodolfo Walsh?
- A mí no me gusta usar la palabra militante, creo que hay un periodismo que se compromete con la vida política, con la vida social, que me parece valido, nosotros no somos objetivos, la objetividad no existe en las ciencias sociales, no existe en la sociología, ni en las ciencias políticas, tampoco existe en el periodismo. En este sentido el compromiso de los periodistas con determinados hechos políticos me parece valido. Creo que son opciones personales, uno siempre puede pensar en aquella película Bajo el fuego, en Nicaragua, con Nick Nolte teniendo que asumir la responsabilidad de publicar o no publicar la foto de un guerrillero muerto. Si la publica va a golpear a los que se están revelando en contra de una dictadura, y él decide no publicar la foto y esperar un poco porque sabía que eso podía dañar la sublevación en contra del régimen dictatorial. A mí me parece que plantea un dilema político, ético, periodístico, es una película interesantísima. No quisiera estar en una situación de estas, yo no tengo la respuesta y creo que es una cuestión personal. En esa película el actor decide no revelarla, otro podría haber dicho no, en nombre del periodismo, de la información, hay que publicarla. Lo que pasa es que hoy en día creo que hay varios periodistas que aunque no se asumen como militantes políticos lo son. Está claro que hay una andanada de un batallón de periodistas en América Latina que están en contra de los gobiernos progresistas que no se llaman a sí mismos periodistas militantes, ni comprometidos con ninguna causa, que siguen diciendo que son objetivos, independientes y que lo único que les importa es la verdad y que en realidad están actuando en contra de los gobiernos abiertamente lo reconozcan o no, sean consientes o no, yo creo que en la mayoría de los caso hoy en día son conscientes, lo revela el director de O Globo cuando dice que convoca la marcha en contra el gobierno de Dilma Rousseff. Ahora aunque él no hubiera convocado yo sé que está en contra de Dilma, no hace falta que convoque la marcha, lo que él hace es poner la frutilla al postre.
- Hablemos del rol de los medios estatales. ¿En el caso de las televisiones públicas, éstas deben ser neutrales o asumir posturas políticas como el famoso programa argentino 678?
- Yo creo que 678 es un producto muy argentino, un producto directo de una confrontación política, de un momento, y como tal cumple un rol. No sé si tu pregunta tiene una respuesta acabada, yo por ejemplo no la tengo. La inmensa mayoría de los gobiernos del mundo quieren que las televisiones y radios estatales tengan afinidad con el gobierno porque entre otros motivos hay muchas cosas que no pueden comunicar y que los canales supuestamente independientes no transmiten. Podemos tomar un ejemplo muy claro. Si uno vive en Colombia y lee la prensa más importante de Argentina, los diarios Clarín y La Nación, probablemente no se entere de una fiesta tecnológica que se llama Tecnópolils que tiene gran trascendencia. ¿Por qué?, porque Clarín y La Nación de manera sistemática no dan información sobre ese evento. Pero ni si quiera hay que irse a lo político, te voy a dar un ejemplo de Colombia. Si el diario el diario El País de Madrid, organiza un evento muy importante en Colombia donde va a estar el presidente Santos y lo hace combinado con el diario El Tiempo, éste le va a dedicar muchas páginas al evento donde van a venir los españoles y va a hablar el presidente colombiano y algunos de sus ministros y probablemente el diario El Espectador no diga ni una palabra, porque no son organizadores. De la misma manera que si un canal de televisión es coorganizador de un recital de Juanes, día y noche publicitan el recital de Juanes y el canal competidor no dice ni una palabra. Ahora esto ni siquiera es político son interese comerciales. En la política también pasa, lo diferente hoy es que la gente ha aprendido a entender cada vez mucho más que efectivamente no solamente se auspicia un cantante sino que también se auspician proyectos políticos. Cuando el diario El País de España organiza seminarios para inversiones en América Latina en Perú con Ollanta Humala, en Chile con el presidente Piñera, en Colombia con el presidente Juan Manuel Santos, en Panamá con el presidente Martinelli, lo hace como proyecto político y económico, no es solo es una cuestión de información, y de hecho el diario El Mundo, su principal competidor, no dice ni una palabra al respecto porque no lo considera noticia, volvemos entonces a la pregunta que todo periodista se hace siempre, ¿qué es noticia? Esa es la pregunta inicial. ¿Es noticia un encuentro ecuménico donde estamos ahora acá?, la inmensa mayoría de periodistas van a decir que no, para mí lo es. ¿Es noticia un desarrollo científico de jóvenes en Bolivia? Para mi es noticia por eso la difundo, sin embargo para la inmensa mayoría e incluso para los medios de comunicación bolivianos no lo es. Ese es el gran dilema que tenemos que demostrar que no hay objetividad porque es absolutamente subjetivo que yo elija estar en este evento aquí en Bogotá y no en otro.
- ¿Cómo observas el impacto que han tenido las leyes de comunicaciones en Ecuador, en Argentina, en Uruguay? ¿Crees que está ayudando a la democratización y acceso a los medios?
- Yo creo que sí, son un paso con fallas, errores que puedan tener pero dan un marco conceptual que antes no existía y eso si me parece importante. No es casual que los principales opositores a los cambios en las leyes de comunicación sean los grandes conservadores que han manejado la comunicación por décadas o desde que nacieron los propios países, que fueron parte de la trama política y que hablan en nombre de la independencia y la libertad de prensa cuando lo que están es defendiendo su empresa y su línea política para comunicar. Está claro que gran parte de los medios de comunicación aspira a tener el monopolio de la comunicación y busca evitar la competencia para favorecer sus intereses económicos. Ahora el tema es que nos engañen diciendo que ellos tienen la libertad de expresión. Todo periodista sabe que en un medio de comunicación donde trabaja hay limitaciones, no solamente censura, y que si yo trabajo en un diario cuyo dueño es un banquero sé que tengo que ser un poco más suave con las noticias de los bancos. Si yo sé que el dueño del diario tiene una concesionaria de automóviles o tiene una multinacional de medicamentos entiendo que esos temas son urticantes y no los voy a tratar, y si sé que responde a una determinada línea política, bueno sé también que hay temas que no conviene tratar y si hay publicidad de Monsanto sé que como periodista no voy a salir a hablar en contra del Glifosato o sí, a riesgo de perder el trabajo. Todos tenemos limitaciones en nuestros lugares de trabajo, el tema es ser conscientes de esto. Hay una frase muy buena de un colega que dice que uno como periodista no tiene por qué decir todo, pero no tiene por qué decir algo que no piensa. Es decir, si yo trabajo en un diario que pertenece a una multinacional minera soy consciente que hay determinados temas respecto a la minería que no puedo tratar, pero hay algo que sé y es que la minería a cielo abierto contamina. En consecuencia, no trato el tema, pero no puedo decir que la minería a cielo abierto es buena y ahí está la diferencia. Eso no nos hace menos honestos, seguimos siendo honestos, nosotros somos trabajadores no somos gente que tiene una utopía y que vive en abstracto, en frasco de vidrio. Somos trabajadores de la cultura, del periodismo, tenemos limitaciones en todos los lugares de la misma manera que un profesor que trabaja en una universidad católica, probablemente no salga a hacer una reivindicación del aborto porque sabe que no es el ámbito para hacerlo aunque lo piense. ¿Es deshonesto? No, él sigue siendo honesto pero sabe dónde trabaja. Uno puede jugar con los límites y los puede forzar y creo que es bueno. Parte del rol de periodista es forzar esos límites hasta un determinado lugar que se pueda porque si no perdemos el lugar de trabajo y quedamos amargados en nuestras casas con la verdad absoluta pero sin poder llegar al gran público.
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