miércoles, 27 de mayo de 2015

El Estado Hondureño frente al EPU



Hemos seguido con atención a Hernández Alcerro, Chiang Castillo, Rivera Avilez y Yri Sabas, en Ginebra.

Estas caras del gobierno llegaron acompañadas de una decena de medios de comunicación afines para impresionar a la opinión pública europea y persuadir a todas las Naciones Unidas.
Llegaron con muchos papeles y palabras para demostrar que los "malos hondureños" están equivocados respecto a la situación de los derechos humanos en el país que está cambiando.
Regresaron con discursos optimistas de aprobación del examen realizado en 2010, asignándose a sí mismos una nota muy buena de 82 por ciento de cumplimiento.
Los titulares de los 4 periódicos alineados a la estrategia presidencial de Marca País desplegaron también su euforia en las primeras planas y notas de país.
Las vícitimas escucharon y leyeron al super ministro Alcerro, al señor de la injusticia, al chinito buena gente y al diputado Sabas. Dudaron de todos ellos por su discurso locuaz y se rieron, sintieron decepción y látima, porque el Estado mintió. Pegó y mintió.
Las vícitimas de los crímenes de odio saben que la intolerancia a las diferencias sigue intacta en todas las instituciones del Estado, especialamente en la policía, las fuerzas armadas y en las iglesias.
Las mujeres levantan su voz porque ahora ganan igual salario que los hombres, pero no tienen empleo igual que los hombres. Siguen intactas las formas de violencia y discriminación contra ellas. Y la impunidad en los femicidios es escandalosa.
Las víctimas del campo, indígenas, negros y campesinas, siguen criminalizadas: más de 5 mil personas deben firmar cada semana en algún tribunal del país para no ser privadas de libertad, por defender su derecho a la tierra y a los territorios.
Los militares siguen en las calles, el Comando Sur de Estados Unidos dirige las políticas de seguridad y defensa, controla territorios y dicta las políticas. Los sicarios del sur están aquí. Los empresarios se tragan todo y los medios callan. Nos venden miedo y cadáveres. Y continuismos y violencias...
Suyapa Martínez, del Centro de Estudios de la Mujer, escribe en su cuenta de twitter: "el gobierno miente". Y se pregunta ¿qué haremos frente a este oficio reiterado de mentir en cualquier parte del mundo?.
Quizás no haya una sóla respuesta a su pregunta, pero en principio nuestro deber es hacer público el examen independiente a las 129 recomendaciones del pasado y empezar a trabajar la documentación de las 191 recomendaciones de ayer.
Tenemos tiempo hasta el mes de septiembre de 2015 para trabajar una respuesta a los temas de preocupación de más de 50 estados de la asamblea de la ONU  que interrogan al Estado de Honduras.
En este proceso de contrastar los hechos tenemos un buen chance; como dice la compañera Bertha Oliva, la verdad debe ser el contrapeso de la nueva "dictadura democrática" que se impone en el país.
Y aunque sea nuestra verdad frente a la verdad del Estado autoritario, debemos expresarla sin miedo y con la frente en alto. Porque las vícitimas no son una calificación ni mucho menos una cifra fría. No esperan en el vacío. Son seres humanos que merecen total respeto.
A trabajar los hechos del contraste se ha dicho, pues, y que devuelvan el dinero del seguro que se robaron...
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 9 de mayo de 2015

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