miércoles, 20 de mayo de 2015

Revolucionarios de Cartón



Por J Donadin Álvarez *

Hablar o escribir en nombre de los pobres vuelve popular a quien lo hace. Nada mal si se tiene pretensiones electorales o hambre de gloria barata. Y parece que esto lo entendieron bien muchos políticos incipientes que se presentaron como mesías de los pobres previo a las elecciones del 2013. Sin duda, aupar las masas en contra del sistema neoliberal fue una estrategia que les dio buenos resultados pues la mayoría obtuvo un cargo en la administración pública.Conviene, sin embargo, advertir que más allá de la arenga incendiaria y la retórica defensora de los desposeídos su finalidad no fue otra más que la del marketing ideológico y la promoción de su perfil como hombres de revolución.

Y es que después del golpe de Estado el anti neoliberalismo se volvió una moda ideológica. Como el país se anquilosó en una  severa crisis económica, la tendencia de considerar al neoliberalismo como el principal productor de miserias tuvo un eco nunca antes visto en la hondureñidad. 

Así las cosas, para los embaucadores resultó relativamente fácil agenciarse notoriedad orgasmando el oído del pueblo con  el discurso   anti imperialista, anti globalización y anti neoliberal. Aprovechando el quiebre constitucional del momento criticaron al sistema y prometieron que al llegar al poder la refundación del país sería un hecho. Pero la emotividad y la finalidad que los impulsaba no podían ser coherentes con su filosofía de vida porque ellos no estaban sinceramente comprometidos con las causas que decían defender. Simplemente anhelaban visualizarse rebuznando frases impulsivas en las manifestaciones populares, en las redes sociales y en los diversos medios de comunicación.

Los seudo revolucionarios cumplieron su cometido. Se convirtieron en nuevos actores del teatro político y se hicieron llamar “oposición”. Pero, los mismos que en su momento criticaron al sistema por su carácter de exclusión,  ahora sueñan con él y viven en función de la inclusión dentro de él. Hoy gobiernan de arriba hacia abajo. Sí, ellos los que se autodenominaron “insobornables” ahora se sientan a negociar con los “corruptos vende patria”. Ya apoyan leyes que antes eran lesivas pero que ya son buenas porque ellos las revisaron. Los antisistema hoy colaboran por reforzarlo.

¡Ah, revolucionarios de cartón! El tiempo los desenmascaró y los descubrió en la magnitud de su dosis fabularia.  Ególatras, narcisistas, que se alimentaron del clamor popular para lograr ambiciosos intereses personales. 

No obstante, el pueblo ha madurado y tendrán que pagar la traición a la devoción con que les trató. ¡Hey revolucionarios de cartón! ¿Qué piensan apoyando tendencias reelectorales propuestas por sus archienemigos? ¿Acaso creen que sus electores los premiarán nuevamente? Volver a elegirlos no es propio de las mentes maduras. Y el pueblo hondureño ya no es el mismo.

* Estudioso de las Ciencias Sociales de la UPNFM


1 comentario:

H. BURGOS dijo...

Exelente interpretación, y hoy en 2022 se puso a prueba sus palabra. Revolucionarios de cartón