viernes, 8 de mayo de 2015
Barra Vieja: Una comunidad en continua represión
La comunidad garífuna de Barra Vieja ubicada entre el mar caribe y la Laguna de Los Micos en la bahía de Tela, departamento de Atlántida, es una comunidad con mucha riqueza natural que quieren acaparar grandes empresarios. Barra Vieja se sitúa a pocos metros del complejo hotelero Indura Beach and Resort.
En los últimos años, la comunidad ha tenido una lucha permanente en defensa de su territorio. Barra Vieja fue fundada en 1902, desde esa fecha la comunidad ha subsistido de la pesca artesanal y de sembrar algunos cultivos como la yuca. La comunidad la forman unas 400 personas que viven en humildes casas hechas con caña y hojas de coco, no hay escuela ni centro de salud, los niños para poder recibir educación tienen que desplazarse caminado por la playa hasta la comunidad de Tornabé que se encuentra a tres kilómetros.
Desde el inicio del proyecto Bahía de Tela, Barra Vieja viene enfrentándose a los ricos y poderosos de nuestro país.
La Empresa Nacional Portuaria (ENP) de forma misteriosa se convirtió en propietaria de buena parte del territorio Garífuna de la Bahía de Tela, entre ellos Barra Vieja. En el año 2006 cedió 25 hectáreas de las tierras expropiadas a la comunidad de Miami, y de esa forma obtuvieron un título comunitario.
En varias ocasiones los garífunas han sido desalojados de sus hogares acusados por la ENP de estar usurpando territorio. Solo en el 2014, se efectuaron más de dos desalojos, provocando terror en los pobladores y pobladoras.
Continúa la represión
La lucha de la comunidad por la defensa del territorio ha sido criminalizada, están en amenaza permanente de desalojo, lo más reciente es una citatoria que tiene toda la comunidad para comparecer ante los juzgados en Tela. La citatoria es para el 12, 13 y 14 de mayo en el edificio de la antigua contaduría en Tela, se les acusa de ser usurpadores de las tierras que les han pertenecido ancestralmente.
Para Carlos Castillo, presidente del patronato de Barra Vieja, la acción responde al interés de Indura Beach que quiere despojar a los garífunas de su territorio quedarse con las tierras para ampliar el proyecto. Asegura que la comunidad se presentará a la citatoria porque ellos, no tienen nada que temer, pues están en el territorio, que les pertenece y ha pertenecido siempre.
Castillo hace un llamado a todas las organizaciones sociales y populares, y a toda la población Hondureña para que se solidaricen con la comunidad, pues su lucha es una lucha justa.
Los habitantes de Barra Vieja han declarado que primero muertos antes de abandonar sus casas. Cabe señalar que el Estado de Honduras incumple una vez más sus obligaciones de proteger al pueblo Garífuna, como lo indica la Constitución Nacional y Convenios internacionales suscritos por el Estado.
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