martes, 5 de marzo de 2013

La bota fascista recorre Honduras, colombianizando a la nación centroamericana



Editorial ANNCOL

Cuando uno habla del fascismo siente que se retrotrae a una etapa terrible de la historia. Se enlaza el término fascista con miles y miles de crímenes, intolerancia, aberración que se comete contra los pueblos cuando pretenden ser protagonistas de su propia historia y para ello, sabido es, deben utilizar expresiones de lucha.

Y es imprescindible hacerlo. Nada es más criminal que el silencio cuando los pasos avanzan y los muertos se multiplican por las ciudades y el campo.

El fascismo que nació como ideología de la barbarie en la Europa de entreguerras, entre los años 1918-1938, fue luego exportado a los pueblos de América del Sur.

La unipolaridad en la que se introdujo el mundo un par de décadas más acá, fortaleció la recomposición de lo que alguna vez interpretamos como debilitamiento -que no fue tal- de esa ideología.

Fuertes siguen siendo las expresiones fascistas, pero como vamos a hablar de América Latina, estamos en condiciones de asegurar que esa idea de muerte instalada, persecución, hostigamientos contra poblaciones civiles, desapariciones, prisiones, estigmatizaciones, sigue tan vigente como estuvo en sus inicios.

Honduras es el clarísimo ejemplo de esta situación espantosa que se desató cuando gobernaba el país, hasta el 28 de junio de 2009, un gobierno elegido por el pueblo. Mal o bien, acertado o no tanto, el pueblo decidió quien habría de dirigir sus destinos y esa misma estructura fue la que le dio todo el apoyo.

Ese 28 de junio, fuerzas del gran capital hondureño en alianza con el Departamento de Estado y las fuerzas fascistas del Sur de Florida se encargaron de derrumbar las esperanzas derrocando a ´Mel´ Zelaya e instalando, por la fuerza, al presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti.

El dictador, que encabezaba la dictadura cívica-militar hasta el 29 de noviembre de 2009, fue quien aceleró los pasos hacia el desastre, para ello contó con el acompañamiento de algunos de los gobiernos como el de Álvaro Uribe.

Desde ese infausto momento y con la instauración del gobierno de Porfirio Lobo Sosa el 27 de enero de 2010, fue acelerando el terror.
Los hondureños lloran por el asesinato de 88 campesinos ejecutados por escuadrones militares en el Valle de Aguan. Son nueve campesinos solo 2013 y el 16 de febrero fue asesinado José Trejo Cabrera y Santos Cartagena, miembros de MUCA. José Trejo era hermano del abogado Antonio Trejo Cabrera, vocero y defensor de los campesinos que fue ultimado por sicarios el pasado 22 de septiembre del 2012 en Tegucigalpa. Hoy, 21 de febrero, fue asesinado otro abogado en el Bajo Aguán, José Andrés Andrade Soto (62). Los sicarios le infirieron dos balazos a la víctima y al momento que el abogado cayó al suelo lo remataron hasta provocarle la muerte.

Bajo el mando de la Fuerza de Tarea Conjunta Xatruch el Bajo Aguán lleva ya más de un año militarizada por el ejército, policía y organismos de inteligencia. En vez de impedir la guerra de exterminio contra el campesinado organizado, los asesinatos y la guerra sucia se intensificado contra ellos. Y para el colmo, el coronel Germán Alfaro, comandante de la Fuerza Militar en Aguán, acusa a dirigentes del Movimiento Unificado Campesino del Aguán, medios de comunicación y periodistas de orquestar una campaña en contra de la militarización que se ejecuta las FF.AA. en el Bajo Aguán con la intención de silenciar la fuerte crítica y ausencia total de resultados en la guerra contra los enemigos de los campesinos.

A este horror sumamos las decenas de profesores que recibieron el mismo tratamiento que los anteriores por oponerse al golpe de estado y por ser unos de los gremios mejor organizados. Sin vida apareció el 20 de febrero un maestro horas después de haber sido secuestrado al frente de sus alumnos horrorizados por desconocidos en una escuela de El Progreso, al norte de Honduras. El educador, identificado como Selvin Alexis Rivera, apareció sin vida con las manos atadas en un paraje solitario en las afueras de esa ciudad, luego que fuera raptado por sus verdugos. Era la modalidad en Nicaragua durante la dictadura de Somoza y en El Salvador durante los regímenes cívico-militares.

Los cuerpos de unos 30 colegas periodistas pasaron a ser moradores de los camposantos, por reproducir el espanto que se está desencadenando en su patria. ¿Qué ha dicho la señorita Joani Sánchez, la famosa bloguera cubana, la cachorra del Imperio y la derecha mundial, actualmente en gira en 18 países, sobre este descomunal erradicación de periodistas en un pequeño estado con ocho millones de habitantes?


Así actúa el fascismo, valiéndose de la intolerancia y el terror, atropellando bajo falsas banderas de libertad y falsas teorías de democracia. Utilizando la mano de obra barata que los propios estados proporcionan gracias a sus escuadrones paramilitares, tal como hemos visto a lo largo de tantos años en Colombia, Guatemala, El Salvador, Nicaragua –hoy afortunadamente fuera de los esquemas del terrorismo de estado.

Así como también el fascismo se valiera de sus esbirros durante la tristemente célebre Operación Cóndor y ni hablar el Terrorismo de Estado institucionalizado en Colombia.

En Honduras, esta política también se nutre de los carteles de la droga, para la naturalización de su establecimiento se instalaron nuevas bases militares gringas, que actúan como soporte de los corredores de las mafias, con la ayuda de la DEA.

Del modus operandi que esas mafias practican, puede dar fe el pueblo Misquito, recordemos cuando el 11 de mayo de 2012 helicópteros de la DEA abrieron fuego con fusiles M60 matando a cuatro personas: 28 años de edad, Juana Jackson (embarazada de seis meses), de 48 años de edad, Candelaria Pratt Nelson (embarazada de cinco meses), de 14 años de edad, Hasked madera Brooks, y 21 años de edad, Emerson Martínez Henríquez. Por lo menos cuatro más resultaron gravemente heridos.

En Honduras se están practicando los pasos que habrán de conducir a la concreción definitiva de un estado fascista.

Muchas son las demostraciones que avalan esta posición si nos dedicamos a recorrer las noticias que hablan de lo que viene sucediendo en el país centroamericano a partir del Golpe de Estado de 2008.

En la actualidad la tarea central que desempeña el poder policial es la de “servir y proteger”, según rezan la consignas estampadas en sus carros nuevos donados por el Comando Sur de los EE.UU. Pero no sirve ni protege al pueblo sino todo lo contrario.

Esa estructura del horror ha asesinado solo en el año 2012 a 143 jóvenes hondureños y este dato está corroborado por Julieta Castellanos, rectora de la estatal Universidad Autónoma Hondureña, (UNAH)

Su propio hijo fue perseguido y asesinado junto con su amigo por una patrulla de la policía el año próximo pasado.

Siguiendo el proceso de “limpieza social” al mejor estilo fascista, 20.000 hondureños, mayoría de ellos jóvenes, han sido asesinados durante el periodo de Porfirio Lobo (27 de enero 2010-). En el video que compartimos en este articulo, veremos las tremendas imágenes filmadas por las videocámaras en un barrio pobre de Tegucigalpa.

Muchachos que caminaban tranquilamente por las calles vieron aparecer dos furgonetas de las que descendieron, presuntamente, un comando de policías o militares. Fue lo último que vieron, de los cinco jóvenes cuatro terminaron su vida masacrados, fusilados en el suelo como si fueran bestias.

Si bien Honduras no está en medio de un conflicto armado, cada día que transcurre en ese pequeño y pobre país de Centroamérica morena, entre 17 y 20 hondureños son arrancados de la tierra. Las víctimas en su mayoría son personas jóvenes. También el femicidio está dejando sus huellas de dolor; en 2012 dos mujeres han sido asesinadas día por medio en circunstancias “extrañas”, a decir del Observatorio dela Violencia.

La política tras el golpe de estado apuntó a romper las bases de las organizaciones sociales que manifiestan su repudio ante el hecho antidemocrático que se perpetró. Esa violencia que está enmarcada en la lucha de clases, atenta contra campesinos, sindicatos, comités de base en los barrios y colonias populares, contra todo lo que pueda representar espacio en beneficio de los trabajadores.

No quedan excluidos de tanto dolor los miembros de organizaciones de derechos humanos; según la Embajada de Suecia en Guatemala, que también abarca Honduras, la policía es responsable de más del 95% de los asesinatos de activistas, según un reporte del Grupo G-16.

Muchos se preguntan si acaso Honduras se está “colombianizando” y no cabe duda al respecto, utilizar los medios tal como los utilizan, respondiendo a la más baja metodología, es asegurar el fortalecimiento de las políticas neoliberales.

Bajo estas concepciones es que se otorgaron concesiones de más de 50 ríos y otros recursos naturales que pasaron a manos de transnacionales, tal el caso de la energía y la minería.

Y estas políticas no indican sino saqueo absoluto, hay miles de habitantes de las ciudades principales que no disponen de agua corriente todo el día, teniendo acceso al vital elemento solo una o dos horas diarias.

Resulta hasta criminal ver como en un país donde el verano dura 12 meses, las bombas de agua en lugares de mayor densidad poblacional funcionen solo dos veces por semana.

En Honduras el mercado laboral fue desmantelado, fueron aniquiladas las profundas reformas sociales y la legislación laboral fruto y logro de la gran huelga general de 1954, cuando se levantaron los obreros de la Standard Fruit Co’s del Banano en la Costa Caribe y que se extendió hacia otras regiones del país.

Ya no existe la protección al trabajo, ahora cualquier empresa puede despedir a sus trabajadores, recortar jornadas laborales, anular las horas extras y hasta el seguro de salud dejando a la población en el más ruin de los desamparos.

Todo lo dicho no expresa sino apenas un fragmento de lo que representa la frialdad del Gran Capital en manos de pocos.

Sin embargo, las durísimas estadísticas no pueden describir la desesperación de las familias que ven a sus seres queridos maniatados, con señales de las más espantosas torturas en los cuerpos cubiertos de sangre yaciendo entre pastizales.

En Honduras se instaló el odio, el odio trae de la mano al horror. El odio de clase se exacerbó -cómo esperar otra cosa…- pero está siendo canalizado por la línea del Frente Nacional de Resistencia Popular y eso da paso a que se abra un resquicio que conduzca a la esperanza.

Ante tanto espanto el Partido Libertad y Refundación (LibRe), brazo político de la Resistencia, se va organizando para presentar batalla a la dictadura del capital. Sus miembros saben que solo transitando el camino hacia la Revolución, podrán ver sus sueños vueltos realidad. Y como una confirmación popular que ha despertado la creación de este partido, todas las encuestas dicen que Xiomara Castro será la próxima presidenta en Honduras en las elecciones en noviembre, año en curso, una presidenta surgida de las luchas populares de la resistencia hondureña.

Adjuntamos un video, que desde ya advertimos, tiene imágenes fuertes. Es un trabajo excelente de los compañeros de la Organización Política los Necios (OPLN). Duele mucho verlo pero más duele saber que esta es la realidad de un pueblo a partir del momento en que la bota fascista dirigió sus pasos hacia esa nación.

Como periodistas sabemos que hay cosas que no deben callarse, cuya transmisión se convierte en un deber impostergable.

Y por esas cosas que tienen las palabras cuando se niegan a estar encerradas, recordamos aquella poesía del poeta ruso Vladimir Maiakovsky:

…Y cogen una flor de nuestro jardín
Y no decimos nada.
La segunda noche, ya no se esconden, matan nuestro perro y no decimos nada.
Hasta que un día, el más frágil de ellos, entra solo en nuestra casa, nos roba la luna y conociendo nuestro miedo, nos arranca la voz de la garganta.
Y porque no dijimos nada, ya no podemos decir nada

Nosotros nos oponemos a “No decir nada”…

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