En ciudades como San Pedro Sula y Choloma en Cortés, y El Progreso, Yoro, al norte de Honduras, las tradicionales movilizaciones del 01 de mayo, Día Internacional del trabajador y trabajadora, iniciaron con tomas de carreteras, caminatas y plantones para demandar el respeto de los derechos laborales.
La pandemia no detuvo las acciones de organizaciones y sindicatos, quienes con pancartas denuncian la situación de crisis política, social y económica que el país enfrentan debido a la presencia del Covid-19, y los actos de corrupción del gobierno que dirige Juan Orlando Hernández, a quien denominan narcodictadura.
Los obreros y obreras de la maquila junto a los empleados de la agroindustria, sobre todo bananeros y cortadores de caña de azúcar, piden detener las suspensiones laborales que ahora tienen sin ingresos a las familias. “En las fincas bananeras la transnacional Chiquita Honduras ha suspendido a más de 900 empleados, esto nos preocupa porque además de la situación de hambre y pobrezas de las familias, genera desestabilización y debilita la organización sindical”, dijo uno de los empleados bananeros que, desde el municipio de La Lima, se sumó a la movilización que inició en Megaplaza hasta el parque central sampedrano.
En el municipio de Choloma decenas de integrante de sindicatos maquiladores se movilizaron denunciando las suspensiones y las enfermedades que las obreras enfrentan debido a la repetición de operaciones. “Nos enfrentamos a empresas que nos presionan para lograr las altas metas, salarios bajos y diferenciales, además de las afectaciones a nuestra salud. Tenemos compañeras con discapacidad debido a las enfermedades músculo esqueléticas. Yo llevo trabajando 6 años en esta maquila, ya tengo problemas de salud”, dijo una joven obrera.
Más del 70% de las obreras de las maquilas presentan afectaciones en salud física, emocional, económica y social, según un estudio presentado esta semana por la Colectiva de Mujeres Hondureñas CODEMUH.
La investigación tiene hallazgos reveladores respecto al impacto en los cambios negativos en las políticas laborales en el contexto de la pandemia por la Covid-19, promovidas por el gobierno, sobre la salud psico-emocional y social de las obreras.
A través de un comunicado conjunto las tres centrales obreras de Honduras, CTH CGT, CUTH, manifestaron que, “a partir del golpe de Estado de 2009, las condiciones de vida y de trabajo de las y los hondureños, se han deteriorado y las perspectivas, serán peores si no nos unificamos y movilizamos frente a las políticas neoliberales y los actos represivos del régimen. Lo que estamos viviendo como país y como pueblo es una tragedia, y los capitalistas: banqueros, empresarios de la comunicación, grandes comerciantes, industriales, terratenientes, etc., aprovechan esta tragedia para incrementar sus precios, aumentar sus ganancias, explotar más al trabajador, privatizar servicios públicos y bienes comunes”.
Construyan los bordos
Junto a los sectores trabajadores, las comunidades y campesinos aglutinados en la Central Nacional de Trabajadores del Campo, CNCT, de la ciudad de El Progreso, Yoro, se sumaron demandando la construcción de bordos y obras de protección, que se destruyeron luego del paso de los huracanes.
Miguel Cerrato de Finca 11, al sur de El Progreso, recordó el peligro que supone estar en estas comunidades que están totalmente destruidas luego de las inundaciones. “Llevamos meses pidiendo al gobierno que repare los bordos, estamos en peligro. No nos escuchan sabiendo que nuestras vidas están en peligro, por eso salimos hoy, por eso seguiremos en la calle demandando construcción de obras de protecciones a los que vivimos en las orillas del río Ulúa”, dijo el poblador.
Las comunidades, trabajadores y trabajadoras denuncian que el gobierno de JOH saqueó los fondos públicos asegurando que atendería la emergencia sanitaria y haría frente a los efectos de los huracanes Eta e Iota, pero nada de eso ha pasado, la corrupción e impunidad ha sido el rasgo más presente de la actual administración.
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