El gobierno asegura que la reconstrucción de bordos avanza de manera acelerada en el Valle de Sula

Radio Progreso

De acuerdo a proyecciones de la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, CCIVS, para el próximo 30 de julio estará finalizada la reparación de los bordos de los ríos Ulúa y Chamelecón, que fueron dañados por las tormentas tropicales Eta y Iota en noviembre del año anterior. 

Para el desarrollo de las obras de protección, el gobierno central asignó 540 millones de lempiras de los cuales 250 millones ya fueron desembolsados.

“Estamos trabajando en diferentes municipios. Actualmente ejecutamos 18 proyectos que están en los municipios de San Manuel, Villanueva, Puerto Cortés, en Tela, Atlántida. En La Lima tenemos cinco frentes de trabajo: tres en canal Maya, uno en el Aeropuerto y uno en la confluencia del Canal Campin con el Río Chamelecón”

Dijo que están terminando de licitar los proyectos que en total son 66 con los que se piensa rehabilitar de manera total el Valle de Sula tras quedar destrozado por los huracanes Eta e Iota.

Desmienten versión oficial

Finca la 8, 10, 11 en El Progreso, Yoro son de las zonas bajas afectadas por las inundaciones del río Ulúa.

Sin embargo, desde las comunidades ubicadas en las partes bajas aledañas a las riveras de los ríos, han denunciado constantemente la lentitud en  reparación de bordos y la mala calidad de los pocos que se han reconstruido.

Las autoridades de la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, afirman que ya enviaron maquinaria para la reparación de bordos en el río Ulúa, a la altura de las comunidades sur de El Progreso, Yoro. Sin embargo, la ciudadanía desmiente esa afirmación, porque lo único que ha llegado a las comunidades son unas volquetas de la operación “No están solos”, para recoger el lodo de las viviendas.

Reynerio Jiménez, dirigente de la Finca La 11 en El Progreso, Yoro, dijo que la población está indignada, porque las autoridades han sido incapaces de ponerse a trabajar en la reconstrucción de los bordos.

La comunidad La 11 corre un peligro inminente porque el cauce del río Ulúa quedó al mismo nivel de las viviendas y los cultivos, y con una mínima crecida de su caudal, nuevamente las familias volverán a perderlo todo.