Las comunidades están preocupadas por la falta de agilidad en la construcción y reparación de bordos de los ríos.
Las comunidades de la zona sur de El Progreso, Yoro, se organizaron para gestionar ante la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, la construcción y reparación de bordos. Después de varias reuniones y tomas de carreteras, la gente solo ha recibido promesas políticas y represión policial.
“Queremos los bordos, queremos los bordos, no se hagan los sordos”, es lo que gritan unas mil familias de las comunidades sur de El Progreso, Yoro, que reclaman la construcción y reparación de los bordos de contención del río Ulúa y sus canales de alivio.
“Es una desgracia, es una calamidad, no va haber producción y las familias de estos sectores dependen de la construcción de los bordos”, dijo un poblador afectado.
El Progreso, es uno de los municipios más afectados por los huracanes Eta e Iota, que azotaron a Honduras en noviembre de 2020. En la zona sur, las comunidades ubicadas en la margen derecha del río Ulúa fueron inundadas en su totalidad. Las personas perdieron sus pertenencias y medios de vida, y aunque ya pasaron 6 meses de la tragedia aún se ven y se sienten los destrozos de las inundaciones a flor de piel.
“Las comunidades estamos en peligro, la vida de las personas y los cultivos de nosotros. Ha sido una destrucción espantosa, mucha gente se quedó sin hogar. Nosotros como empresa tuvimos una pérdida de 18 manzanas de cultivo”, narró otra pobladora.
Gestión
Las comunidades se han organizado y sólo promesas han recibido de las autoridades encargadas.
En medio del lodo y la desolación, en febrero de 2021, las comunidades se organizaron para gestionar ante la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula, la construcción y reparación de bordos. Después de varias reuniones y tomas de carreteras, la gente solo ha recibido promesas políticas y represión policial.
“Porque Ebal Díaz, es un representante del gobierno, y anda diciendo que aquí ya se comenzaron los bordos en el sector de El Progreso y sector Guanchías, y eso es mentira. Leonel Ayala tiene miedo reunirse con todos”, contó otro habitante afectado de las comunidades del sur de El Progreso, Yoro.
La Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula asegura que, para el próximo 30 de julio estará finalizada la reparación de los bordos de los ríos Ulúa y Chamelecón.
Para el desarrollo de las obras de protección el gobierno central asignó 540 millones de lempiras de los cuales 250 millones ya fueron desembolsados. Pero ¿Cuánto se ha ejecutado de estos fondos? ¿Y cuántos kilómetros de bordos se repararán?
Sigue el peligro
Comisiones tras comisiones visitan las zonas afectadas pero la respuesta a sus demandas no llega.
Las autoridades apenas han comenzado a reparar unos 300 metros de bordo en Finca 8, de los más de 5 mil 800 metros dañados en todas las comunidades, porque apenas la comisión, que se supone responsable de las obras de mitigación en las zonas vulnerables del Valle de Sula, está conociendo la ubicación de las comunidades y su grado de afectación, así lo deja claro el ingeniero Hermis Pineda.
“Todo está documentado. La Comisión está abierta a la veeduría, se ha llamado que todas las comunidades sean partes. Hay un ingeniero supervisor en cada sitio y les pueden mostrar el estudio del suelo que se ha realizado”, dijo Pineda.
Manifestó que en la zona sur de El Progreso, Yoro, los trabajos de reparación se están realizando en la Finca 8. Pineda dijo que todos los problemas están identificados.
En El Progreso más de 15 mil metros de bordo se destruyeron con las crecidas del Ulúa, situación que representa un peligro inminente porque el cauce del río quedó al mismo nivel de las viviendas y los cultivos, con la llegada de las lluvias, nuevamente se pone en riesgo la vida asegura el dirigente comunitario Francisco Del Cid.
“Aquí nos estamos jugando la vida. Una crecida de este río que Dios nos agarre confesados. Con que sacrificio nosotros los campesinos nos queremos levantar construyendo nuestras casas, levantar los cultivos, pero, así como está esto lo vamos a perder todo”, dijo Del Cid.
La ciudadanía que está exigiendo la construcción y reparación de los bordos, es la históricamente abandonada por los gobiernos. Es la gente más pobre, la que ha sufrido persecución por defender su derecho a la tierra. Pero también es la que, con toda su rebeldía y dignidad, está alzando la voz en defensa de la vida y la justicia, demandando la construcción de los bordos ya.
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