Radio Progreso
El ex Secretario de Educación, Marlon Brevé Reyes, actual Rector de la Universidad Tecnológica Centroamericana, Unitec, considera que es urgente que el país inicie con el pilotaje que conlleve a un retorno seguro a las aulas de clases debido a que la virtualidad es muy deficiente en el sistema público.
“Si usted habla con expertos de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), habla con especialistas de la Universidad Pedagógica Nacional, de la Autónoma, con Rectores de Universidades y otros, opinan que es importante pilotear. Ahora es clave la vacunación de los docentes porque si nos vacunamos podemos iniciar a pilotear por los menos tres centros educativos en cada uno de los municipios, ojalá se dé a partir de julio”, señaló Brevé en Radio Progreso.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, Sinager, aún no habilita el pilotaje en la educación pública, aunque en el sistema privado, sobre todo universidad, desde el comienzo del año están implementando el pilotaje en la comunidad estudiantil.
Radio Progreso (RP) dialogó con el doctor Marlon Brevé (MB), ex Secretario de Educación, sobre los avances y retrocesos en la educación durante la pandemia.
RP. ¿Cuál es su valoración de este año lectivo?
MB. Estamos a mediados de mayo, y seguimos dando tumbos, seguimos con un sistema educativo colapsado donde la inequidad es explícita. Desde el año pasado, con la pandemia, se han agudizado las inequidades especialmente con las familias que viven en la pobreza y en la extrema pobreza, familias que no tienen capacidad económica para recibir una educación a través de un dispositivo, una Tablet o de una computadora, y algunas familias ya están en un nivel de desesperanza.
RP. ¿Cómo ha impactado esto en la deserción escolar?
MB. Hace unos días, el Ministro de Educación (Arnaldo Bueso) nos compartió a un grupo de personas que conversamos con él, que 200 mil niños no se han matriculado este año y que sí se matricularon en 2020. Ese año, la matrícula fue de dos millones, desertaron algunos y los que se quedaron no recibieron una educación de calidad. Actualmente sólo hay un millón 800 mil matriculados y siguen recibiendo una educación deficitaria.
RP. ¿Por qué no se apostó por la educación?
MB. El Ministro tiene buenas intenciones, pero no ha podido implementar los planes. No ha tenido el apoyo del Sinager (Sistema Nacional de Gestión de Riesgos) a nivel central, departamental y municipal. Tampoco los Directores Departamentales han podido articular acciones concretas en cada municipio. No se han sistematizado alianzas entre los alcaldes, la sociedad civil y las autoridades educativas. No funciona estar esperando que el nivel central resuelva los problemas en materia educativa.
RP. ¿Cómo resolver los impases de la educación virtual?
MB. Una de las soluciones es masificar la educación alternativa como el Instituto Hondureño de Educación Radial, IHER. Hay que organizar a las comunidades para que haya apoyo de los líderes comunitarios. Hay educación media alternativa como el Bachillerato de un Sistema de Aprendizaje Tutorial, como el Sistema de Educación Media a Distancia que iban los fines de semana a los colegios.
RP. ¿Por qué cree que es importante que se inicie con el pilotaje?
MB. Si usted habla con expertos de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), habla con especialistas de la Universidad Pedagógica Nacional, de la Autónoma, con Rectores de Universidades y otros, opinan que es importante pilotear. Ahora es clave la vacunación de los docentes porque si nos vacunamos podemos iniciar a pilotear por los menos tres centros educativos en cada uno de los municipios, ojalá se dé a partir de julio.
RP. ¿Qué otros requisitos se deben reunir para hacer un pilotaje?
MB. Hay estándares internacionales como los del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos que habla que los centros educativos deben estar habilitados con condiciones higiénica, con agua potable. También que se socialicen las intenciones de pilotear con los padres de familia, que nada sea obligatorio y que los padres y madres se empoderen y ayuden a organizar ese retorno semipresencial gradual. Asimismo, mantener los mecanismos de bioseguridad: uso de mascarillas, distanciamiento de un pupitre y otro, limpiar las aulas y desinfectarlas, monitorear las temperaturas de los niños.
RP. ¿Cómo se puede volver a las aulas de centros educativos en calamidad?
MB. El Ministro nos confió, en enero, que sólo había 6 mil centros educativos, de los 16 mil, que no tenían agua potable y que los iban a habilitar. Pero allí es donde entran los alcaldes y la sociedad para que se revisen esos centros educativos, y si están en una situación calamitosa no pueden abrirse. Se nos dijo que hay recursos listos para reparar los sistemas de agua potable, incluso captura de agua lluvia para tener más agua en esos 6 mil centros educativos, pero esta semana el Ministro nos informó que se sigue sin licitar esos proyectos.
RP. ¿Qué es lo que más preocupa en este momento?
MB. El el riesgo social en que están miles de jóvenes. Si antes de la pandemia existían 800 mil jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban, que les dicen NINIS, hoy creo que estamos en un millón, y son jóvenes que están en riesgo social. Ojalá que cuando se haya vacunado un buen porcentaje de la población y haya algún tipo de inmunidad comunitaria podamos llegar a esos 200 mil jóvenes con educación no formal. Es una realidad estadística que el joven que deserta por más de un año no regresa.
RP. ¿Qué impacto va a tener para el país este sistema educativo deficiente?
MB. Haber tenido un año muy malo en 2020 en función del sistema educativo y seguir con un año muy malo en 2021 significa dos malos años. Por cada año que usted tiene un sistema colapsado se baja la escolaridad un año. Si la escolaridad de Honduras, antes de la pandemia era de 8 años, para finales de este año, si no hacemos algo, va a bajar a 6 años. Y saben qué significa bajar un año de escolaridad, es un retraso de 10 años porque las poblaciones, con sistemas tradicionales como el nuestro, suben la escolaridad un año cada 10 años pero puede bajar un año en un año.
RP. ¿Dónde están esos niños, niñas y jóvenes que desertaron?
MB. Por más que este gobierno quiera ocultarlo, muchos de ellos han tratado de irse en las caravanas, hay muchos jóvenes que están tratando de irse solos, otro porcentaje está en sus casas, y ojo, también se habla que está pandemia está causando problemas en la salud mental, hay jóvenes que están desesperanzados, algunos se deprimen y otros están siendo reclutados por malos hondureños para delinquir.
RP. ¿Qué papel han jugado los maestros?
MB. Hay miles de maestros que están haciendo una labor titánica. Aun con los WhatsApp están educando a esos niños porque están en comunicación con los padres de familia. El problema es cuando el padre tiene un nivel de escolaridad bajo, por ejemplo, un padre de familia que no terminó primaria y tiene a un niño estudiando séptimo año, es muy difícil que lo asesore.
RP. ¿Qué oportunidades nos brinda la crisis?
MB. En las universidades se aceleró la transformación digital para brindar servicios educativos de manera virtual, y los padres confían en la educación virtual. Pero tienen que haber recursos tecnológicos como dispositivos, cámaras y conectividad. Otra oportunidad que uno ve en esta crisis es que ha acercado más a los padres de familia con sus niños. Ahora hay más sentido de apoyo de los padres a los niños.
RP. ¿Qué mensaje les manda a los padres y madres de familia?
MB. Decirles que la educación es un pilar fundamental para la movilidad social ascendente. A través de la educación se rompen los círculos de pobreza. Se debe planificar una reapertura parcial, semipresencial con todos los mecanismos de bioseguridad, con disciplina, pero con apoyo de los padres de familia, de manera voluntaria para que sus niñas reciban una mejor educación cuando regresemos a las aulas.
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