Miles de hondureños desesperados buscan un empleo en las maquilas

Radio Progreso

Cada mañana, son miles de hondureños y hondureñas que salen de sus casas con la esperanza de encontrar un empleo en el país. Muchos no logran colocarse porque la demanda es grande y las plazas son muy pocas.

La mayoría asiste cada mañana a los portones de los principales parques maquileros del país esperanza por una plaza para poder colocarse.

Denis es un joven de 23 años, ya trabajó en maquila, pero a raíz de la pandemia y los huracanes, quedó desempleado. “Andamos en busca de empleo, está difícil conseguir algo, pero estamos pidiendo fuerzas a Dios para nos regale un empleo”, contó Denis en Radio Progreso.

Según cuenta, se ha acercado entre 15 a 20 veces a los portones de Zip Calpules con la esperanza de ser llamado. “Pero nunca he podido entrar porque piden sólo gente recomendada por alguien que trabaja adentro, por un amigo, si uno no tiene quien lo conozca, es imposible entrar”, dijo el joven hondureño.

Desde muy temprano, Ilse Estrada de 37 años, madre de cuatro hijos, salió de la colonia Rivera Hernández de San Pedro Sula, en busca de un empleo también en el sector de la maquila.

“Me cansé de buscar empleo, me puse a hacer tortillas para vender porque tengo a cuatro hijos que mantener, hoy vengo con la esperanza de que me den un empleo, tengo como tres años de no trabajar”, dijo Ilse mientras su voz se entrecorta por la desesperación que siente al no tener un trabajo digno.

“He venido muchas veces, lo primero que le preguntan a uno es sobre la experiencia, yo tengo la experiencia, pero luego le piden el diploma y yo no tuve educación y entonces me mata a mí”, dijo en Radio Progreso.

Ilse vive en la Rivera Hernández, en zona inundable. El paso de los huracanes Eta e Iota le llevó su casa. “Mi casa la llena se lo llevó, quedé sin nada y sin casa. Hoy dejé a mis hijos con una vecina, los dejé sin comida porque lo que hice ayer lo traje para buscar empleo”, dijo Ilse.

La desesperación se apodera de muchos hondureños y hondureñas que buscan empleo y al no encontrarlo optan por salir huyendo de Honduras y pasan a engrosar la larga lista de migrantes que se van del país, desplazados por razones económicas.