sábado, 20 de marzo de 2021

Walezka Zelaya y su estirpe de corrupción


Hurgando en la Basura

“La más oscura noche de la historia política del país se vivió en un carnaval de corrupción en nombre de la paz y la democracia”. Con expresión presenta el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) el Caso Noche Clara, en su publicación 100 años de corrupción e impunidad en Honduras, desde una perspectiva ciudadana”[1].

Según el CNA, el de Noche Clara es uno de los casos emblemáticos de la historia de la corrupción en Honduras, siendo su protagonista el exdiputado suplente nacionalista Rodolfo Zelaya, conocido en el mundo de los negocios ilícitos como “Noche Clara”, apodo que arrastró también a su vida política.

La brevísima descripción del caso que hace el documento del CNA, asevera que la ayuda extranjera a la contrarrevolución nicaragüense benefició económicamente a la cúpula castrense de Honduras, y calcula que un 20 por ciento fue a parar a los bolsillos particulares de los más importantes militares de la época.

Al exdiputado “Noche Clara” lo exhibe como una especie de administrador de los fondos que fueron fruto de la ambición de los militares que participaron en tan jugoso negocio. Pero a renglón seguido afirma que  “…el suceso reflejó, más que ambiciones personales concretas, las pugnas entre los grupos de poder dentro de las Fuerzas Armadas, y no sólo por el control de los dólares de la contrarrevolución, sino por la hegemonía dentro del mismo ejército”.

A inicios de los años 80 para nadie era desconocido en la capital de Honduras había un negocio conocido como “Mercadito Hermano Pedro” se lavaba dinero de la “Operacion  

A más de tres décadas de que “Noche Clara” operara como avituallador de las tropas de la contrarrevolución nicaragüense que violentaron la soberanía nacional, aparecieron en la escena política sus hijos, Rodolfo y Waleska más conocidos compartiendo el apodo de “Noche Clarita”.

La “Noche Clarita”

La diputada Waleska Zelaya, que busca un segundo período en el Congreso Nacional por el Movimiento Unidad y Esperanza, que lidera Nasry Asfura, es una versión edulcorada de la histórica y famosa mancha  brava del Partido Nacional, conformada por obcecados activistas que eran capaces de agarrarse a empujones y trompadas con sus opositores, incluso en su mismo partido político, para imponer su voluntad. 

Zelaya tiene una personalidad impulsiva, explosiva, a la menor provocación se enciende y confronta con palabra dura, de manera particular cuando le recuerdan los antecedentes familiares paternos.

En una sesión del Congreso Nacional de marzo del 2018, en la que se discutía la Ley de Portación y Control de Armas estalló en cólera cuando el diputado Edgardo Castro, del Partido Libertad y Refundación, le recordó el papel que jugó su padre en apoyo rentable a los violadores de la soberanía nacional. 

Del pasado algo queda. Así como la operación Irán-Contras significó negocio redondo para su padre, la diputada Waleska Zelaya vio en la emergencia por la pandemia por COVID-19, que tanto dolor ha provocado al pueblo hondureño, la gran oportunidad para ofrecer baratijas.

La Ley de Contratación del Estado prohíbe a funcionarios públicos y a sus familiares en el segundo grado de afinidad y cuarto de consanguinidad la celebración de contratos con el Estado, y si nadie puede alegar ignorancia de la ley, menos puede los y las parlamentarias encargados de hacerlas.

De acuerdo con el informe “Más irregularidades en la compra de mascarillas N95”[2] del Consejo Nacional de Anticorrupción (CNA), el 8 de abril de 2020 cuando apenas habían transcurrido tres semanas de la declaratoria de la Emergencia, Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) ordenó la compra de 474 mil mascarillas N95 al Grupo GYT, por un monto de 50 millones 836 mil 500 lempiras, aunque no era ese el giro de la empresa.

La diputada Waleska Zelaya y su esposo, Juan José Lagos Ramos, accionista y gerente de la sociedad mercantil Grupo GYT, fueron denunciados públicamente por contratación fraudulenta.

La investigación del CNA reveló que INVEST-H pagó de manera anticipada al Grupo GYT 20 millones 334 mil 600 lempiras, monto correspondiente al 40 % del total de la compra. La contratación al margen de la ley fue denunciada públicamente, razón por la que, la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (FETCCOP) abrió un expediente y citó a la parlamentaria y ejecutivos de la empresa a rendir testimonio.

Para no exponerse a un escándalo mayor, GYT rescindió unilateralmente el contrato de venta de mascarillas 20 días después de haberlo suscrito, lo notificó a INVEST-H, quedando obligado a devolver el anticipo recibido.

La defensa

El 5 de agosto de 2020, tras un interrogatorio en la FETCCOP y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), la diputada Waleska Zelaya expresó a la prensa que había entregado un documento “que desvirtúa que yo soy socia o dueña de GYT, yo nunca he vendido nada al Estado, no he recibido un cheque de 20 millones”.

Pero, el décimo informe sobre la corrupción en tiempos de pandemia del CNA, reveló interesantes movimientos societarios en GYT. Por ejemplo, que en escritura pública del 25 de enero de 2018 se consignó un cambio en el Consejo de Administración del Grupo, que relevó a Zelaya del cargo de tesorera, a minutos de comenzar su segundo período como diputada en el Congreso Nacional.

Su esposo Juan José Lagos, socio mayoritario de GYT, informó que en una asamblea de marzo de 2019, vendió sus acciones a la empresa panameña Baudin Overseas Corp, curiosamente, la escritura fue inscrita en el Registro Mercantil de Tegucigalpa hasta el 24 de julio de 2020, más de un año después de la supuesta venta y justo antes de declarar ante la FETCCOP y la ATIC. La fiscalía investiga a la parlamentaria Zelaya y a su esposo [3] por la posible comisión de delitos de fraude, abuso de autoridad y violación a los deberes de los funcionarios.

El acta de constitución del Grupo GYT dice que tiene como finalidad el desarrollo, comercialización e integración de soluciones tecnológicas y de seguridad, así como la implementación y desarrollo de software y la comercialización de equipo de seguridad para viviendas, puertos y aeropuertos, pero se le otorgó un contrato millonario para vender casi medio millón de sobrevaloradas mascarillas al Estado.

“No es posible estar frente a un caso tan claro de favoritismo y abuso de autoridad gubernamental, en medio de una emergencia sanitaria y con una empresa que además no fue constituida para la venta de equipos o materiales de bioseguridad”, comentó Gabriela Castellanos, directora del Consejo Nacional Anticorrupción.

No es la primera vez

El portal de transparencia de la Secretaría de Coordinación General de Gobierno registró en febrero de 2018, que el Grupo GYT representado por Juan José Lagos, proveería al gobierno componentes y suministros electrónicos, tecnologías de la información, equipos y suministros de defensa de orden público, servicios de gestión, profesionales de empresas y administrativos y otros servicios relacionados con el sector público, hasta febrero de 2021.

La provisión de esos bienes y servicios al Estado de Honduras por parte de GYT se sustentó en la resolución 129-2018 suscrita por la ingeniera Sofía Carolina Romero, directora de la Oficina de Contratación y Adquisiciones del Estado (ONCAE).

También esa contratación se hizo violentando la ley, porque Waleska Zelaya, esposa de Juan José Lagos ya era diputada y su cuñado, el exdiputado José Rodolfo Zelaya, y se desempeñaba como Comisionado Presidencial del Plan Nación.

Siete meses después de su declaración ante la fiscalía y de asegurar que no tenía vínculos con el Grupo GYT, tras participar en un foro televiso en Tegucigalpa, la diputada Waleska Zelaya [4] manifestó que sería “lo normal y lo lógico” que personas involucradas en actos de corrupción no participen en procesos electorales.

“La gente quiere elegir gente honesta, no quiere elegir corruptos o gente que está señala, involucrada o sentenciada en un acto de corrupción” dijo Zelaya, para seguidamente cuestionar que en las redes sociales y medios de comunicación se señala, juzga y condena a las personas, sin ser los entes competentes.

La diputada que vocifera cada vez que puede que los implicados en actos corrupción no deben participar en los procesos electorales, pero soslaya que su precandidato presidencial Nasry “Tito” Asfura, enfrentará antejuicio por los delitos de fraude, lavado de activos, malversación de caudales públicos, uso de documentos falsos y violación a los deberes de los funcionarios por el desvío de 29 millones 400 mil lempiras de la Alcaldía Municipal del Distrito Central.

Sosa: Los cómplices están adentro

El sociólogo Eugenio Sosa plantea en un análisis titulado ¿Cómo los protagonistas de la corrupción secuestraron al Estado de Honduras desde adentro?[5] que la corrupción se produce con complicidades desde el interior del Estado, si no, no sería posible.

Y agrega que la corrupción dentro del Estado, por lo general, implica a actores internos de la burocracia estatal que hacen negocios con actores privados para apropiarse de recursos públicos, bajo diferentes modalidades, por tanto, cuando los actores económicos, del crimen organizado y de redes de corrupción, entre otros, logran penetrar el Estado y convertirlo en un instrumento a su servicio, estamos frente a lo que se conoce como la captura del Estado.

La décima edición del Sondeo de Opinión Pública, presentado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), revela que el 85.7 por ciento de los ciudadanos tienen poca o ninguna confianza en los diputados, mientras que para el 82.4 por ciento de la población, la corrupción está muy extendida en el Poder Legislativo. Todavía resuenan en nuestros oídos sus palabras al salir de la cita con la Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate a la Corrupción Pública: “Nunca he vendido ni un alfiler al Estado, ni nunca he sido dueña ni socia de nada”, “el daño que me han hecho es irreversible, nunca he estado en actos ilícitos ni de corrupción”

[1] http://www.cedoh.org/Biblioteca_CEDOH/archivos/001223%20%20100%20A%C3%B1os%20de%20Corrupcion.pdf

[2] https://www.cna.hn/2020/09/21/la-corrupcion-en-tiempos-del-covid-19-parte-xi/

[3] https://www.mp.hn/index.php/author-login/159-agosto2020/6087-empresario-rinde-declaracion-ante-el-ministerio-publico-tras-investigaciones-por-millonaria-ventas-de-mascarillas-a-inves-h

[4] https://www.youtube.com/watch?v=ad4s5fPBnAA

[5] https://cespad.org.hn/2019/12/17/analisis-como-los-protagonistas-de-la-corrupcion-secuestraron-al-estado-de-honduras-desde-adentro/#_ftn2



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