Rel-UITA
Por Giorgio Trucchi
Foto: Sitaina
El pasado 24 de febrero, el Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario (Sitraina) se movilizó nuevamente para exigir que se haga efectivo el reajuste salarial que se debería haber pagado a partir de enero del año pasado.
El convenio colectivo firmado en noviembre de 2019 estipulaba un reajuste de 1.100 lempiras (45 dólares) retroactivo a julio de ese año, y 1.100 lempiras más a partir de enero de 2020.
Ha pasado más de un año y el Instituto Nacional Agrario (INA) sigue incumpliendo la segunda parte del acuerdo.
“El día de hoy nos movilizamos nuevamente para protestar contra la reiterada violación al convenio colectivo. No es posible que sigan incumpliendo lo que acordamos. Ya no lo vamos a tolerar”, dijo Marta Anariba, presidenta de la junta directiva central del Sitraina.
Pese a que el año pasado el Ministerio de Finanzas aprobó el desembolso, el INA sigue negando a más de 700 trabajadores y trabajadoras el pago del reajuste.
“Vamos a exigir que nos expliquen qué está pasando y quién está atrasando la entrega de lo que nos deben”, manifestó Anariba.
La presidenta del Sitraina informó que tampoco hubo avances sustanciales en el pago atrasado de vacaciones (de enero 2020 hasta la fecha), en la cancelación de trabajadores en edad de jubilación, así como en brindar solución a aquellos que están en la espera de ser incorporados al Injupemp1.
“Hoy nos acompañan en Tegucigalpa delegaciones de nuestras seccionales a nivel nacional. No podemos permitir que sigan jugando con nuestras necesidades.
Sabemos que en otras instituciones ya se aplicaron incrementos salariales. No es posible que a nosotros sigan minimizándonos y discriminándonos.
Nos mantendremos movilizados hasta que se nos cumpla, y si no seguiremos con acciones más fuertes”, concluyó Anariba.
Reforma agraria integral
En un reciente comunicado, el Sitraina hizo también un llamado enérgico al gobierno para que se impulsen políticas de reforma agraria integral, que garanticen a las familias campesinas el “acceso a la tierra, a sistemas de riego y asistencia técnica y crediticia”.
Asimismo, pidió que dichas políticas sean acompañadas por medidas que garanticen los precios, volviendo de esta manera rentable la producción en el agro.
Finalmente hizo un llamado al movimiento campesino hondureño con el fin de juntar esfuerzos en aras de lograr dichos objetivos y el fortalecimiento del INA.
1 instituto nacional de jubilaciones y pensiones de los empleados y funcionarios del poder ejecutivo.
Los pueblos siempre vencen
Todo el país está enterado que el presidente impostor que controla el Estado de Honduras desde 2010 ha cumplido una misión encomendada por Estados Unidos desde 2016.
En las últimas semanas, sin embargo, hay algunas señales que parecieran indicar un giro hacia el cierre de esa misión, para comenzar una nueva.
La política exterior del imperio, bajo control de los militares, concibe siempre a Honduras como una base militar de asalto, una republiqueta de alquiler, un depósito de petróleo, un puente de drogas, armas y dinero. Y como pretexto, un embarcador de bananas, de piñas y toronjas.
En esa política están siempre de acuerdo los republicanos y los demócratas, el Pentágono y el Comando Sur, cuyas oficinas en Honduras reemplazaron la embajada del Departamento de Estado en 2014. James Nealon fue el último embajador.
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