Radio Progreso
Líderes y lideresas indígenas, familiares y representantes de la comunidad internacional conmemoraron este martes los 5 años del asesinato de la lideresa indígena Berta Isabel Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016. Este día se continuó exigiendo que se capture y castigue a los autores intelectuales del crimen.
Los actos conmemorativos se desarrollaron en el Centro “Utopía”, en La Esperanza, y fueron organizados por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), del que Cáceres era coordinadora general. Al pie del estrado principal estaba un hermoso altar con flores y candelas de diversos colores, semillas de maíz e incienso. Mientras en el fondo y en lateral izquierdo estaban dos grandes banners con la imagen de Berta y el letrero que decía: “5to aniversario. 5 años EXIGIENDO y construyendo justicia”.
Desde tempranas horas de la mañana comenzaron a llegar desde Comayagua, Lempira, Intibucá y Lempira, representantes del Copinh. Además de líderes de organizaciones populares y sociales del país, asistieron diplomáticos de la Unión Europea, Colleen Hoe, la encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Honduras y representantes la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La actividad inició a las 9:00 am con una conferencia de prensa en la que participaron familiares y representes legales, allí se denunció que, “se cumplen cinco años de un proceso de impunidad, pese a que siete personas han sido condenadas. (…) porque los que tomaron la decisión de asesinarla siguen en la impunidad. Por eso cada vez toma más fuerza la exigencia que se capture y castigue a los autores intelectuales del crimen”, indicó el abogado Víctor Fernández, apoderado legal de la familia Cáceres.
Fernández agrego que, previamente, simultáneamente y posteriormente al crimen de Cáceres se desarrollaron una serie de comportamientos por parte de entes del Estado y del sector privado que reflejan notorios actos de corrupción. Resaltó que en medio de la adversidad y la apuesta por la impunidad en el asesinato de Bertita que se hace desde los grupos de poder, el pueblo lenco, el Copinh, la familia de Cáceres y la solidaridad nacional e internacional van arrancando ese anhelo de justicia que tienen en esta causa.
Por su parte el Copinh, resaltó en su comunicado que “han transcurrido 1827 días, 1827 amaneceres en los que la luz de la justicia y la verdad se han escapado de la sociedad hondureña porque el sistema judicial evita que haya justicia por el crimen”. Las presiones de grupos económicos y políticos impiden que se avance con la justicia; y que Daniel Atala Midence, José Eduardo Atala Zablah, Pedro Atala Zablah y Jacobo Atala Zablah sean presentados ante la justicia para que respondan por sus crímenes”.
En la celebración se realizó un acto ecuménico a cargo del sacerdote jesuita Ismael Moreno (padre melo) y “Pascualita” del Consejo de Ancianos Lencas y lideresa espiritual. Además de la participación de la cantautora Karla Lara y grupo musical Puras Mujeres, quienes deleitaron a los presentes con canciones que motivaban a continuar demandando justicia, igualdad y feminismo.
“Quiero saludar y agradecer la presencia del cuerpo diplomático: señor embajador de la Unión Europea, señor embajador de España, señor embajador de Francia, encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Honduras y representante de la Organización de Estado Americanos (OEA), y nuestra coordinadora residente del sistema de Naciones Unidas en Honduras. La presencia hoy aquí de la comunidad internacional es un claro indicador y una muestra del compromiso de la comunidad internacional y del cuerpo diplomático en el caso Berta Cáceres”, indicó Isabel Albaladejo, representante de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos.
A reglón seguido dijo: “se cumplen 5 años de la siembra de Berta Cáceres, quien es hoy el símbolo de la defensa de los derechos humanos desde las inquietudes y utopías juveniles por construir una Centroamérica más justa en los años ochenta, pasando por el posicionamiento de los derechos de los pueblos indígenas en la agenda de los derechos humanos en los años noventa, los derechos de las mujeres, los derechos económicos y sociales del pueblo hondureño y de la región, por eso sus luchas siguen vigentes, y hoy más que nuca sigue inspirando los movimientos sociales y populares de América Latina y el mundo, de la misma manera que sigue nutriendo la lucha por la defensa de los derechos humanos”.
“Estudiar el legado de Berta en la historia del pueblo hondureño es adentrase en la lucha de las mujeres por construir un mundo con igualdad de oportunidades y sin ningún tipo de discriminación. La sostenibilidad de la vida del planeta pasa por mujeres como ella, mujeres como su madre doña Austra Berta, de quien aprendió a caminar por los caminos de la solidaridad y la lucha por la justica, que ahora inspira a su hijo y sus hijas. Pero su legado está también en los miles de mujeres indígenas, campesinas, feministas y estudiantes, que inspiradas en su ejemplo de vida siguen trabajando por construir este país aun arriesgando en muchos casos su propia vida”.
“La causa de Berta nos invita a repensar los modelos empresariales, el sistema de justica y la lucha contra la corrupción. Berta respondió en los territorios de su propio pueblo aún modelo de desarrollo que actuaba en detrimento en muchos casos de un medio ambiente sano y de la Consulta Previa, Libre e Informada”, aseguró Albaladejo.
Entre tanto, Berta Zuniga, coordinadora del Copinh e hija de Berta, manifestó que, en la comunidad de Río Blanco, Intibucá, donde se ubica el proyecto de Agua Zarca, continúan luchando por la tierra, ocupando el terreno que se adueñó la empresa y defendiendo su río. Siempre viviendo en alerta permanente mientras siguen sembrando frijoles, plátano, aguacate, caña y sobre todo maíz. Las amenazas y ataques no han cesado”.
“Hoy se conmemora el quinto aniversario del crimen contra la compañera Berta. Sin embargo, dejó miles y miles de semillas de una lucha que continúa en Honduras, país donde se maltrata a la naturaleza y se asesina a quienes la defienden. El espíritu de mi madre sigue más vivo que nunca a cinco años después de su asesinato”, concluyó Berta Zúniga.
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