Hurgando en la Basura
El domingo 14 de marzo los partidos Liberal (PL), Nacional (PN) y Libertad y Refundación (LibRe) realizaron elecciones primarias para elegir a las y los candidatos a cargos de elección popular y autoridades partidarias, y los señalamientos de vinculaciones a redes de corrupción y narcotráfico a personajes que además sostienen el «statu quo», no dejan de brotar.
Hoy les contaremos sobre Elvin Ernesto Santos Ordóñez, excandidato presidencial, diputado actual que busca la reelección en el Congreso Nacional por el Movimiento Liberal Yanista, que postula la candidatura presidencial del banquero Yanni Rosenthal Hidalgo, preso hasta hace unos meses en una cárcel de Estados en Estados Unidos, por lavar dinero procedente de la actividad criminal del cartel de Los Cachiros.
Cuna de Oro
En teoría, Santos representa los intereses de los habitantes de Francisco Morazán en el Congreso Nacional, pero la queja frecuente de la población más humilde, es que sólo logran verlo por la televisión o en tiempos de campaña electoral, y este año de pandemia, ni siquiera eso.
La distancia que guarda Elvin Santos con las personas más empobrecidas se explica fácilmente, ha tenido una vida llena de privilegios. Sus padres Elvin Santos Lozano y Sonia Ordoñez, son propietario de Santos y Asociados, una poderosa empresa de construcción que ha hecho jugosos negocios con el Estado, ejecutando multimillonarios proyectos de infraestructura para distintos gobiernos, sin importar su color.
Su educación primaria y secundaria las realizó en exclusivas escuelas y colegios a las que solo tienen acceso personas con ingresos muy altos, por lo que su contacto cotidiano era con los niños y jóvenes de las familias más ricas del país.
Sus estudios universitarios en el área de la ingeniería civil y administración de proyectos no los hizo en la UNAH de los encapuchados luchadores por la educación universitaria gratuita, sino en una universidad de los Estados Unidos.
A la carrera desde la cúpula
Y a la política partidaria, llegó de la mano de su padre, el reconocido e influyente político Elvin Santos Lozano quien, entre otros cargos, dirigió el Concejo Metropolitano del Distrito Central y después del Golpe de Estado del 2009, el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal. También de su tío Max Gil Santos, quien en representación del partido liberal presidió el desaparecido Tribunal Nacional de Elecciones.
La primera gran oportunidad que tuvo Elvin Ernesto Santos para participar en la contienda política se la dio Manuel Zelaya Rosales, a quien acompañó como candidato a vicepresidente en la planilla presidencial del 2005.
Los resultados electorales lo treparon de un solo a la Vicepresidencia de la República. Pero dos años después renunció, para de evadir la prohibición constitucional de aspirar a la presidencia, si ya se ha ejercido el cargo a cualquier título. Como es común entre este tipo de políticos, Santos Ordoñez no había cumplido ni la mitad de su mandato y ya trabajaba su lanzamiento a la Presidencia de la República.
En enero del 2008 anunció su precandidatura presidencial y en noviembre, renunció de manera irrevocable al cargo de Vicepresidente; pero el Congreso Nacional, presidido por Roberto Micheletti, quien también aspiraba a la candidatura presidencial, rechazó la renuncia, porque no se justificaba.
Y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) le negó la inscripción para participar en las elecciones primarias del Partido Liberal, basado el primer párrafo del artículo 239 constitucional que manda que “el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o Designado”.
En una hábil jugada política, Elvin Santos Ordoñez, burló la ley haciendo que Mauricio Villeda Bermúdez ocupara temporalmente la precandidatura presidencial bajo la consigna “Votar por Mauricio es votar por Elvin”, mientras resolvía su situación legal. La candidatura simulada se impuso a Micheletti.
La resolución favorable a Santos Ordoñez de un recurso presentado ante la Corte Suprema de Justicia, derivó en que el Congreso Nacional aceptara su renuncia. Y de acuerdo a lo pactado, Mauricio Villeda le entregó la candidatura presidencial.
La traición
Las encuestas de mayo del 2009 daban a Elvin Santos Ordoñez una ventaja de 20 puntos sobre Porfirio Lobo Sosa, candidato del Partido Nacional, y todo hacía pensar que sería el próximo presidente de Honduras… hasta que llegó el 28 de junio, y decidió respaldar el golpe de estado contra su compañero en la planilla presidencial del 2005, Manuel Zelaya Rosales.
La propuesta de instalar una “cuarta urna” para preguntar al pueblo si se convocaba o no a una asamblea nacional constituyente para conformar un nuevo pacto social, hizo entrar en pánico en los sectores conservadores del país, entre ellos, a Elvin Santos Ordoñez.
El pueblo que salió a las calles a rechazar el golpe fue reprimido, la sociedad se dividió entre “golpistas y resistencia” y el Partido Liberal, también se partió. La ruptura la pagó muy cara Santos Ordoñez. El pueblo liberal que protestaba no fue a votar. Lobo Sosa se convirtió en presidente.
Después de la dura derrota se refugió en su empresa constructora. Pero en las elecciones del fraude de 2017, se postuló a una diputación por el departamento de Francisco Morazán y ganó. El 2018 se convirtió en jefe de la bancada liberal, gracias al respaldo del lado oscuro de ese partido, encabezado por Carlos Flores Facussé.
Legislador contra el pueblo
La exdiputada liberal Gloria Oqueli, afirmó en una oportunidad ante medios de comunicación que Yani Rosenthal y Elvin Santos representan al lado oscuro del partido Liberal.
“Yo vengo de este partido y conocí el lado oscuro de esta institución. Ese lado fue el que hizo el golpe de Estado y legisló contra del pueblo hondureño. Hay muchos liberales que hacen alianzas con el partido Nacional por conveniencias empresariales, tal es el caso de Elvin Santos y Yani Rosenthal”, manifestó.
Este sector ha sido aliado incondicional del gobernante, Juan Orlando Hernández y del presidente del Legislativo Mauricio Oliva. Leyes que implican enormes beneficios para reducidos grupos de poder económico y político e impunidad, han contado con su respaldo.
También sumaron votos para impedir la realización un de juicio político Hernández, por los altos niveles de corrupción de su gobierno, y las vinculaciones que se desvelan en Nueva York, con carteles de narcotráfico.
En septiembre de 2018, el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal expulsó de sus filas a 17 diputados propietarios encabezados por Elvin Santos Ordoñez, por seguir el juego a los nacionalistas en contra de la línea decidida en ese órgano de conducción partidaria. Santos exhibió limitadas virtudes políticas en numerosas comparecencias mediáticas que tuvo, ya que no pudo dar una explicación lógica a su proceder.
La Pandora de los Santos
En junio del 2018 la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad y la Corrupción (UFECIC) con respaldo de Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) presentó requerimiento fiscal contra los implicadas en un caso de corrupción que denominó Pandora.
Fue presentado ante la Corte Suprema Justicia porque entre las 38 personas involucradas hay reconocidos diputados liberales y nacionalistas y funcionarios de gobierno de alto rango. Elvin Santos Ordóñez y su padre, Elvin Santos Lozano, figuran en esa lista.
El Caso Pandora revela la desviación de 282 millones de lempiras ($12 millones) de los fondos de la Secretaría de Ganadería y Agricultura (SAG) destinados a apoyar jóvenes y mujeres rurales en situación de pobreza, para financiar campañas políticas durante el proceso electoral del 2013.
Noventa y nueve millones 30 mil lempiras de esos fondos sirvieron para pagar préstamos contraídos por el Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL) para financiar gastos de la campaña del 2009, incluido un préstamo personal por 25 millones de lempiras que adquirió Elvin Santos Ordoñez, el candidato presidencial. Cuando esos fondos fueron transferidos, el CCEPL era presidido por Elvin Ernesto Santos Lozano.
Lidia Álvarez, magistrada de la Corte Suprema de Justicia fue designada en junio de 2018 como jueza natural del Caso Pandora, en el que se evidenció una vez más, como se activan las redes de corrupción para que prevalezca la impunidad, ante la notoria falta independencia del Ministerio Público y el Poder Judicial.
Tras una maratónica audiencia inicial realizada el 23 de julio de 2018, la jueza Álvarez dictó la medida de detención judicial contra Elvin Santos y otros 23 implicados en el caso Pandora. En una especie de espectáculo político, los diputados imputados fueron remitidos al Primer Batallón de Infantería en Tegucigalpa, pero tres días después la jueza modificó los delitos de alto nivel a encubrimiento, dejándoles en libertad, bajo condición de ir a firmar cada semana a los juzgados.
El 4 de agosto del 2020, desde el Poder Judicial se dictó sobreseimiento definitivo a 22 altos funcionarios involucrados en el Caso Pandora, destaca entre ellos el nombre del político y empresario Elvin Ernesto Santos. Beneficio derivado de la puesta en vigencia en junio del 2020 del Código Penal de la Impunidad, que reduce significativamente las penas para los delitos de cuello blanco.
Elvin Santos padre
Al padre, Elvin Santos Lozano, también acusado por el delito de fraude en perjuicio de la administración pública en el Caso Pandora se le dicto arresto domiciliario el 7 de enero del 2019. El imputado de 85 años de edad, se presentó a la audiencia en silla de ruedas al juzgado, su apoderado alegó que lo presentaba hasta esa fecha, porque debido al padecimiento de un cáncer avanzado se encontraba recibiendo atención médica fuera del país.
A sólo 16 días de que su hijo Elvin Santos Ordoñez saliera bien librado de la imputación de delitos en el Caso Pandora, la Corte de Apelaciones designada, otorgó sobreseimiento definitivo a Elvin Santos Lozano acusado del delito de fraude en perjuicio de la administración pública.
La puesta en libertad de los involucrados en el Caso Pandora, es un ejemplo concreto de la captura política del sistema de justicia en Honduras, que ha encontrado mecanismos institucionales legales para reproducir la impunidad en el país.
Este caso evidenció como operan en forma organizada las redes de la corrupción para saquear los fondos públicos. Las mafias de la elite política involucradas en este y otros casos fueron los mismos que desde el Congreso Nacional y el Poder ejecutivo, le dieron el tiro de gracia a la MACCIH, según Fátima Mena, fundadora de Frente Parlamentario de Apoyo a la MACCIH.
Desprecio por población más empobrecida
Los 282 millones de lempiras desviados de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) por los pandoros, estaban destinado a proyectos de capacitación a jóvenes rurales y proyectos agropecuarios, agroindustriales y hortícolas para madres campesinas, de comunidades de 8 departamentos del denominado corredor seco Honduras. Gracias a la corrupción terminaron en los bolsillos de políticos, funcionarios públicos y personas particulares.
El Corredor Seco de Honduras, abarca los departamentos de Choluteca, Valle, El Paraíso La Paz, Lempira y los municipios del sur de Francisco Morazán. Entre todos suman casi dos millones de habitantes, que viven casi en permanente crisis alimentaria, que se agudiza por las sequías extremas que enfrentan.
En esa franja que cruza a Honduras de sudeste a sudoeste, se concentra la mayor parte de la pobreza del país. Cifras oficiales calculan que la pobreza de esa región alcanza un 70 %, sin estimar lo que trajo consigo la pandemia.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la situación de pobreza impacta de manera particular a la niñez. Si bien es cierto que los proyectos eventuales que desarrolla el gobierno en la zona no resuelven el problema de pobreza que consume a esa región, al menos contribuido a paliar el hambre de las familias que viven allí.
En el corredor seco donde la Secretaria de Agricultura iba a ejecutar los proyectos con los 282 millones de lempiras que se robaron los involucrados en el Caso Pandora, entre ellos Elvin Santos Ordoñez y su padre Elvin Santos Lozano, el 60 % de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición crónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario