miércoles, 1 de julio de 2020

CCI reconoce como un acto democrático y constitucional sesión que realiza Diputados para que no entre en vigencia el Código Penal


Personal de salud en protesta demandando material de protección en hospitales

La corrupción en medio de la pandemia del Covid-19 en Honduras aumenta las posibilidades de más muerte y dolor en uno de los países más desiguales y empobrecidos de América Latina.

El actual Gobierno no goza de credibilidad ni de legitimidad ciudadana lo que dificulta controlar el virus que sigue cobrando la vida de más personas y cuyo número de contagios es imparable.

“Creo que en medio de la crisis sanitaria ha quedado en evidencia que el principal problema del país es el tema de una élite política corrupta que nos gobierna, que es desalmada porque roba hasta en tiempos de pandemia”, dijo en Radio Progreso la abogada Fátima Mena, ex diputada y ex integrante del Frente Parlamentario de Apoyo a la Maccih.

La corrupción se ha vuelto la otra pandemia con la que muchos ciudadanos y ciudadanas están luchando. El flagelo está condenando al pueblo a seguir teniendo un sistema de salud débil y muchas veces cadavéricos.

Estos duros tiempos de pandemias, sufrimientos y muertes no acaban con los deseos de robar y la ambición de enriquecerse de muchos funcionarios públicos. Seguramente, y lo dicen los expertos, la pandemia se encontró en Honduras con el Gobierno más corrupto de su historia.

“Tener el valor, las agallas de robar en tiempos de pandemias hay que ser bastante desalmado y perverso. No importa la dignidad humana. Entonces vemos que esos discursos del Humanismo Cristiano que muchas veces se pregonan son del diente al labio”, insistió la bogada Mena.

Millonarios fondos

Honduras dispone de una monumental cartera de al menos L92.807 millones de lempiras (US$3.742 millones), entre fondos aprobados del presupuesto nacional, donaciones, financiamientos externos y autorizaciones para adquirir nuevos préstamos para atender la emergencia derivada de la pandemia del Covid-19.

“La Corrupción en Tiempos del Covid-19”, es una serie de investigaciones que el Consejo Nacional Anticorrupción, CNA, ha estado desarrollando sobre escudriñar sobre el manejo de los fondos públicos.

La abogada Fátima Mena insiste en que el país está ante redes de corrupción que no son nuevas, sino que son los mis actores que como ratas aparecen y vuelven a sacar la cabeza en los momentos críticos del país.

“Son las mismas redes que vienen operando desde hace años, saqueando sistemáticamente. Creo que los trabajos profesionales como los del Consejo Nacional Anticorrupción ha demostrado que estas redes de corrupción operan de manera sistemática y que son prácticamente una máquina de saqueo del Estado”, dijo la ex diputada.

Descontento ciudadano

La indignación en el país ha crecido ante las noticias de compras sobrevaloradas, adquisición de equipos y material médico de mala calidad, compras adjudicadas por favoritismo políticos, parentesco con el funcionario o pago de favores. Además, de estar presentes las famosas coimas o sobornos con las que se enriquecen muchos funcionarios.

Ese es el panorama en Honduras mientras la población está muriendo en los hospitales y otros que no logran llegar a los centros médicos. Lo que hay es un aprovechamiento de la pandemia para cometer los actos de corrupción, sostiene el abogado Marlon Arévalo, analista hondureño.

“Usted no ha visto al Fiscal Chinchilla (Fiscal General Oscar Fernando Chinchilla) en ningún momento en estos tres meses dar una manifestación con los informes que se han presentado”, manifestó Arévalo.

El silencio cómplice del Ministerio Público

Frente a tantas denuncias con claras evidencias de haberse cometido el saqueo, robo y la corrupción, no hay ni una institucionalidad que pueda actuar con el fin de parar esta terrible situación, investigar a los responsables y procesarlos para que reciban su merecido castigo conforme a ley.

La institucionalidad llamada a cumplir esa función es el Ministerio Público que hasta tiene la facultad de actuar de oficio, investigar por su cuenta, pero no lo hacen.

Y no lo hacen gracias a los favores y compromisos que el actual Fiscal General Oscar Fernando Chinchilla mantiene con la clase política corrupta del país, dijo en Radio Progreso el abogado, Omar Menjívar, un luchador contra la corrupción en Honduras, además perteneció a las filas del Ministerio Público.

Menjívar dice que esa es la razón por la el Ministerio Público es incapaz de actuar contra los actos de corrupción documentados y divulgados durante la pandemia.

“El Ministerio Público hace mucho tiempo que perdió independencia, es una institución cooptada, es una institución cuyo titular responde a los compromiso que adquirió frente a los que lo eligieron, que es de protegerlos”, aseguró Menjívar.

Acabaron con el obstáculo

La desaparecida Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, MACCIH, en medio de críticas de varios sectores, logró generar algún tipo de ruido en el país pero, al menor descuido, fue silenciada y desaparecida.

La abogada Fátima Mena manifiesta que la Maccih era un gran obstáculo y una amenaza, porque por primera vez en la historia del país, la justicia finalmente estaba atacando a las altas personalidades como todos los involucrados en el caso llamado conocido como Red de Diputados.

“Muchos dicen que ese fue el gran problema de la Maccih, que despertó a la clase política y que por eso era una muerte casi inevitable, que le faltó tacto, no voy hacer ninguna valoración sobre eso, pero lo importante que debe quedar sembrado en la mente de la ciudadanía es que tenemos redes de corrupción que operan desde el Congreso, desde el Ejecutivo, que han utilizado los ministerios como cajas chicas para usos personales y que ese festín debe de parar”, manifestó Mena.

El blindaje

En medio de la galopante corrupción que impera en la emergencia sanitaria, entra en vigencia el cuestionado Código Penal. La abogada Mena, especialista en leyes, asegura que el nuevo Código es el blindaje, es decir que, aunque cometan delitos, muchos de ellos, incluso con sentencia condenatorias, las penas son tan bajas que pueden optar a medidas especiales para nunca poner un pie en la cárcel.

Explicó también que otra facilidad para los corruptos son las modificaciones que se hicieron a los tipos penales poniendo de ejemplo, el delito de fraude que antes, para poder probarlo, bastaba con que el Ministerio Público estableciera cualquier acto jurídico, no tenía que contar con ninguna especialidad, ahora un fiscal tiene que probar que exista una contratación pública debe reunir una serie de requisitos. “Por allí veo cualquier cantidad de oportunidades de impunidad”, advirtió Fátima MenaC

En Honduras se libran dos luchas: una contra el Covid-19 y otra contra el virus de la corrupción, una combinación letal para el pueblo de Honduras sumergido en la pobreza y la desigualdad social.

No hay comentarios: