viernes, 28 de diciembre de 2018
Lempira, la fantasía y realidad
Por Sandra Rodríguez
Para este tiempo los niños ya anduvieran su dinerito en la bolsa, ya sea para comprar “cuetios” (pólvora) o los estrenos de navidad, pero el precio del café ha caído, y no hay lempiras, no hay desarrollo, no hay trabajo en la tierra de donde es originado el ilegal presidente del régimen hondureño.
El departamento de Lempira está ubicado al occidente de Honduras. Con una extensión 4,228 kilómetros cuadrados, tiene un aproximado de un millón y medio de habitantes y una historia de resistencia indígena y colonización que se impuso con terratenientes y políticos influyentes en el país.
Su cultura indígena lenca da color a los 19 municipios, estos se dedican a la agricultura específicamente de café, maíz, arroz y tabaco, y recientemente se le otorgó un “premio Guinness” por la taza de café más grande del mundo, para lo que se utilizó 18,000 litros de agua procesada y a su vez, se obtuvo en favor de la gubernamental “Marca País” el segundo récord cuando 900 personas bebían el aroma rico al mismo tiempo en Gracias, cabecera departamental.
Para romper esos “récords” Juan Hernández estuvo presente. Lo que significa que en esa ocasión no había libre movilidad ni telecomunicaciones, ya que es como una ciudad blindada, según comentaron integrantes de la Red de Defensores de Derechos Humanos de Lempira.
La exuberante taza de café contrasta con lo que sucede en las fincas de pequeños productores, allá la cosecha no está buena, el precio está muy bajo y es más lo que se invierte que lo que se obtiene, no hay dinero, no hay lempiras en Lempira.
Pero si hay lempiras para el equipamiento policial y militar, hasta en las postas de los municipios más alejadas de la ciudad se cuenta con la logística que no siempre es para “Servir y Proteger” como es lema de la Policía Nacional. Es más, el presupuesto para “seguridad interna” supera los fondos destinados a salud y educación.
Rigoberto Matute, aseguró que “ser defensor de derechos humanos en Lempira es un riesgo” por el trabajo que nosotros hacemos en nuestras comunidades, ya que defendemos a las personas más desposeídas, a la gente de nuestra comunidad, y nos convertimos en una amenaza para el sistema, ya que impulsamos el despertar de esa gente humilde.
Rigo, maestro de profesión y caficultor cooperativista, es reconocido en el municipio de La Unión, donde hay grandes terratenientes e influyentes líderes políticos y religiosos. ¿A quién se enfrenta -le pregunté- “Nos enfrentamos a los entes del Estado, a la policía, a personeros de cargos públicos”
Sin embargo, “Cuando nos gusta lo que hacemos, no es fácil o difícil, es una pasión”.
Desde la cabecera departamental, procura la joven Libny Bonilla, quien participó en el encuentro nacional de redes de derechos humanos el pasado 11 y 12 de diciembre, bajo la coordinación del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), expresó que, al tener este espacio para compartir con los demás grupos de defensores, se lleva mucho conocimiento y experiencia de otras comunidades, pero la Red de Lempira tiene la particularidad de accionar en una región donde se concentra todo el poder del gobierno.
Por lo que, estos encuentros nos hacen reflexionar y tener argumentos para defender nuestros derechos y denunciar los abusos de autoridad los que se cometen, agregó Libny.
Ella siente impotencia al saber que el mismo sistema estigmatiza y criminaliza a los y las defensoras de derechos humanos a nivel nacional. Los señalamientos vienen por ser de partidos políticos diferentes al del gobierno de turno, no se goza de los mismos derechos de quiénes son sus correligionarios, aseveró.
Tenemos los medios para no callar
Con Rigoberto y Libny, también Bernardino Pérez estuvo en el encuentro realizado al oriente de Tegucigalpa, donde compartieron sobre las amenazas que enfrentan junto al COFADEH para la obtención de justicia, con respecto a lo expuesto por su coordinadora general, la defensora de DDHH, Berta Oliva, al finalizar jornada.
A consideración de Bernardino “es preocupante que las oficinas estatales cierren las puertas o nieguen información a las abogadas del COFADEH, como nos explicó doña Berta, porque para los y las defensoras de derechos humanos en las comunidades también es complicado lo que vivimos”.
A su favor, la Red de Lempira cuenta con medios de comunicación alternativos como Radio Taragual “La voz de la vida”, que origina su señal y en la comunidad donde habita Bernardino, y la que ha sido averiada por los constantes apagones
“Yo he hecho uso de radio Taragual, ha sido un medio para denunciar lo que sucede en La Unión” aseveró Rigoberto, quien hace unas semanas logró la liberación de un docente, llevado a una posta policial para que declarara sobre una pared móvil que construyó en la escuela donde labora, y que al alcalde no le agradó. Las acciones de comunicación fueron inmediatas y efectivas, recordó el defensor, quien informó a la Red y al COFADEH.
Hacemos denuncias de acciones que no podemos apañar, que no debemos callar, que se deben saber y en las que el COFADEH nos da asesoramiento en base a lo que nos ha enseñado a través de las formaciones, detalló Bernardino, que además es comunicador social.
¿A quién se enfrentan? Bernardino respondió que “Nos enfrentamos a diferentes actores, la policía, el ejército, dirigentes políticos y religiosos”.
El presidente que se impuso a la fuerza dice que Lempira no carece de nada, eso nos afecta mucho por que la realidad es otra. Bernandino Pérez
DATO:
En abril de este año, se publicó la inversión de 74 millones de lempiras que beneficiar unos 3,725, hogares, 107 comunidades, 75 cajas rurales de ahorro y crédito, 67,224 personas y 215 centros educativos, en 14 municipios del departamento de Lempira, a través de proyectos de desarrollo comunitario con fondos gubernamentales e internacionales.
En Lempira toda la población es vulnerable, sobre todo en proyectos mucha gente se lamenta y nos dice “hagan algo por nosotros”, ahí se hacen pisos, letrinas, eco fogones, pero solo es para los afines a Juan Orlando.
A criterio de Pérez, la mayoría que supuestamente lo nombró (al presidente de facto) esa gente no está siendo beneficiada. Según el fraude electoral de noviembre del 2017, Hernández ganó por los “votos rurales”, después de 72 horas en que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), presidido por David Matamoros Batson, había dado la tendencia con la que ganada el candidato de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, Salvador Nasralla, con el conteo del 90 por ciento de los votos de los departamentos de Francisco Morazán y Cortés, donde están la capital política y la capital industrial, respectivamente.
Esa mayoría en Lempira (nombre del primer indígena que se resistió a la invasión española en el S. XVI) son del pueblo Lenca, y se le violenta el derecho al territorio, es la imposición de terratenientes la que prevalece “somos excluidos, no aceptamos sus engaños porque por hambre no vamos a caer, estamos claros en la lucha”, afirmó el defensor que dirige la radio comunitaria.
Aunque las tierras de Lempira no son muy perfectivas para granos básicos, es lo que poseen ancestralmente. El café tiene un precio bajo, no hay ni para que los niños compren confites o churros, ya que los pequeñines también se suman a la actividad de la corta entre octubre y enero, y ayudar en la economía familiar. “Los Reyes” (de apellido) son los que están acaparando la tierra, denunciaron los defensores.
Bernardino expresó que hasta el derecho a sacar arena de los ríos se les es negado, pues si requieren de este insumo básico para la construcción deben pagar dos mil lempiras la volquetada, “porque no tenemos derecho a sacarla nosotros mismos los pobladores”.
Por lo que, los programas y políticas públicas que supone la inversión de millones de lempiras y no se ve reflejado en la que desde el régimen llama “vida mejor”, que incluye seguridad social. Es así que, la falta de oportunidades y desigualdad en la distribución de los bienes general violación a los derechos humanos. Hasta acceder al sistema sanitario es un acto riesgoso, pues la policía también le pone peros a los defensores que deciden acompañar estos procesos, como sucedió hace unos meses con Bernardino Pérez.
Mientras tanto, el COFADEH y la Red de defensores y defensoras de derechos humanos de Lempira, continuarán en la procuración del respeto a los derechos humanos, y que desde el Estado se respete la labor de defensoría tal como lo establecen leyes nacionales y convenios internacionales.
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