Por Sandra Rodríguez
“El gobierno sino mata por balas, también mata por la presión que ejerce contra los y las defensoras”
Ha sido un año de muchas despedidas con dolor, deudas que aumentan en cuanto a defensa de derechos humanos, investigación, falta de justicia y la impunidad que encubre asesinatos y muertes de compañeras y compañeros.
2016 dejó vacíos ante la partida de defensores y defensoras de Derechos Humanos, quienes fueron asesinados ya sea con armas o asfixiados por el sistema estatal, y que aumenta la impunidad.
Y es que es un año de sentir esa permanente ausencia en nuestros corazones, la ausencia de los que ya no están, a unas nos las mataron y otras por la presión a las que están sometidas, sus corazones no soportaron y se fueron, expresó Bertha Oliva, coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, organización que ha sentido directamente estas muertes y ataque.
Agregó que, desde el inicio con el asesinato de nuestra Nobel Verde del planeta, Berta Caceres Flores, coordinadora del Consejo Civico del de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, el pasado 2 de marzo en su vivienda; la investigación no muestra aun a los autores intelectuales, incluso el expediente judicial fue robado del automóvil de la magistrada de la Corte de Apelaciones María Luisa Ramos, el 30 de septiembre. La defensora de DDHH, gozaba de medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, ante las reiteradas denuncias que atentaban contra su vida.
El asesinato de Berta Cáceres, premio Goldman al medio amiente 2015, “indica el nivel de desprotección en que estamos, los altos niveles de vulnerabilidad en que trabajamos, matarla sabiendo quien era y donde la mataron, es el golpe más fuerte que nos pudieron dar, nos están diciendo “donde quiera que estén si queremos lo hacemos, y han pasado 8 meses y no tenemos respuestas de ninguno de los actores intelectuales, pese a que el mundo entero se ha movilizado para exigir la verdad. Es un llamado para tomar conciencia colectiva de la defensa de los recursos naturales, los bienes comunes, que en Honduras se ha convertido en un riesgo.
Y el 19 de marzo se informó sobre la muerte causada por un supuesto accidente en San Pedro Sula, de escritor del pueblo, agrarista y político Teófilo Trejo Pérez (75), conocido popularmente por “Las perras de Teofilito” un cuentacuentos con los que denunciaba las violaciones a derechos humanos y exponía la problemática nacional, su caso quedó en la impunidad.
Los últimos 25 años de su vida, estuvo de cerca comprometido con el desarrollo del movimiento campesino, y eso no lo libró de ser atacado y encarcelado. Teofilito fue el primer secretario de la Central Nacional de Trabajadores del Campo, CNTC, y entre sus últimos cargos fue de secretario general adjunto de esa entidad.
El 25 de marzo falleció la eterna compañera, como dijo Oliva en su momento, refiriéndose a la lideresa de la CNTC, Magdalena Morales, quien a falta de un tratamiento médico adecuado no pudo vencer el cáncer, acrecentado por la persecución y hostigamiento de empresarios y terratenientes, hasta llevarla a los juzgados por defender el derecho a la tierra, y acompañar a 1600 familias en recuperación de tierras en El Progreso, Yoro.
“El líder que impone su opinión con gritos no sirve, no manda nada” fue una de las últimas frases Magdalena Morales en un encuentro que organizó el COFADEH y la CNTC, en octubre del 2015. Hoy quedan sus palabras producto de la lucha que enfrentó a lo largo de su vida por la defensa de los derechos humanos la tierra y el respeto a vida de sus compañeros y compañeras en procesos de recuperación.
El 2 de mayo, atentaron contra el periodista Félix Antonio Molina, de la Asociación de Medios de Comunitarios de Honduras, AMCH, y de la Alternativa en Comunicaciones, ALTER-ECO, quizás la persona que daba a conocer la información más objetiva sobre el caso de Berta Cáceres, asesinada justo dos meses antes. Así mismo fue una manera de tocar al COFADEH, una organización que no está armada, señaló Oliva,
Seis horas antes, el reconocido periodista, denunció en su perfil de facebook que había sido víctima de un intento de asalto, ambos ataques sucedieron en el mismo lugar, mientras se transportaba en taxis, por lo que no se catalogó como coincidencia.
Intento de asalto
12:40 pm Un hombre y una mujer, jóvenes, armados, no tienen feriado en el semáforo del Clarión. No hay policías ni militares. El taxista espera turno en el semáforo, es unl día caliente y uno se siente algo pesado. Dos malabaristas golpean machetes falsos enfrente de todos y distraen y atraen. La joven rubia se desliza sigilosa con el arma en la mano pegada al taxi, mientras el hombre tira de mi brazo derecho y me ordena entregarle el teléfono y, a la vez, ordena a la mujer !disparale! El conductor, que los sigue por el retrovisor, arranca, brusco, oportuno, y escapamos de los rapaces. !ufff, el país que habitamos!.
El uno de Septiembre, en horas de la madrugada, falleció Wilfredo Yánez, un gran defensor por la verdad que se enfrentó a las Fuerzas Armadas de Honduras, un hombre que no tuvo miedo, cuyo valor haría diferente este este país, manifestó la coordinadora del COFADEH, al momento del sepelio, este Comité representa el caso.
Yánez, perdió su batalla contra el cáncer, que fue acelerada por la falta de justicia ante el asesinato de su hijo Ebed Jassiel Yánez Cáceres (15), por una patrulla militar en el 2012, solo uno de tres agentes fue encarcelado, los otros declarados en libertad pese a ser encontrados co-homicidas por la Corte Suprema de Justicia en enero del 2015. Ese día don Wil, expresó que se sentía como si a su hijo se lo hubieran vuelto a asesinar.
Otro golpe que impactó fue el 18 de octubre, cuando desconocidos asesinaron al presidente del Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán, MUCA, José Ángel Flores (63), después de una serie de ataques contra su integridad por su trabajo en defensa de la tierra en el Bajo Aguán. También murió Silmer George, manos gozaban de medidas cautelares otorgadas por la CIDH.
El 20 de octubre, trascendió de esta vida la histórica defensora de derechos humanos, sindicalista y feminista, Gladys Petrona Lanza Ochoa, coordinadora nacional del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla” o “Las Chonas”. Ella se fue con la preocupación de este pobre pueblo. Aun su expediente no ha sido saneado, tras una condena por acompañar a una víctima de acoso sexual. El Estado de Honduras no supo cumplir las medidas de protección de la CIDH por ser defensora de ddhh.
“Gladys Lanza, estuvo sometida ante el sistema de injusticia de nuestro país, por acompañar a una mujer que había estado sometida a violaciones a sus derechos, revirtieron el caso, en vez de enjuiciar al acosador la convirtieron en victimaria y así la perdimos”.
Después el propio presidente de la república Juan Orlando Hernández, vertió declaraciones señalando a las organizaciones de ddhh de recibir fondos del crimen organizado, y eso ocasionó que el doctor Juan Almendares Bonilla, director del Centro de Prevención, tratamiento de las víctimas de la tortura y Familiares, CPTRT, se pronunciará diciendo que cualquier cosa que le sucediera responsabilizaba al Estado, y sufrió un derrame cerebral el 15 de noviembre, ahora está sometido a tratamientos médicos para estabilizarse, afortunadamente continua con nosotros, porque lo necesitamos para que continúe acompañando este proceso, expresó Bertha Oliva. Un día antes de su decaimiento, el COFADEH había decidido darle un homenaje por su trayectoria, en el marco del 34 aniversario de fundación, al cual no puso asistir.
Igual pasó con Melva Reyes, defensora de derechos humanos, que el 17 de diciembre recibió los homenajes que no pudo dar a su hermano detenido desparecido en 1983, José María Reyes. Melva fue atacada por una crisis alérgica, que no fue atendida oportunamente en Olanchito, Yoro.
Ella trabajaba de cerca con nosotros para un programa de reparaciones, que se pretende crear conciencia de la importancia del respeto a la vida, a la integridad de las víctimas de violaciones a los ddhh. Ella murió por un paro, duele porque hoy estamos hablando con ellos y mañana ya no están, es como permanecer en una olla de presión, puntualizó Oliva.
Además de innumerables denuncias, ataques cibernéticos, campañas de desprestigio, usurpación de nombre -como denunció el COFADEH en diciembre- persecuciones y amenazas contra defensores y defensoras de ddhh a nivel nacional, para mencionar algunos casos está el de Martha Arnold y Orbelina Flores en el Bajo Aguán.
Ataques contra líderes del Movimiento Indígena Independiente de La Paz- Honduras, MILPAH, Martín Gómez, Víctor Vásquez, Felipe Benítez, Rosalio Vásquez, Ana Miriam Romero, entre otros. Y asesinatos contra campesinos en Santa Bárbara.
El sur del país no fue la excepción, por tres meses estuvo privado de libertad le miembro de la Red de Defensores de Derechos Humanos del Sur, REDEHSUR, Abel Pérez y Santos Hernández, quienes enfrentan un juicio por usurpación de tierras en la comunidad de Playa Blanca, Amapala, junto a Santos Tomás Cruz, todos miembros de la Asociación por la Defensa de la Península de Zacate Grande, ADEPZA, dirigida por el líder social Pedro Canales, quien ha sido objetivo continuo de persecución judicial, actualmente tiene un juicio pendiente por la libertad de expresión a través de la radio comunitaria “La Voz de Zacate Grande”.
Esta solo es una muestra de la realidad que vive Honduras, catalogado como uno de los países más peligrosos para ejercer la labor de defensoría, son muchos casos más que aumentan la deuda de justicia al cierre de este año, pese a que el gobierno promulga el respeto y defensa a los DDHH, como si se tratara de un doble discurso.
La realidad la muestra el pueblo en las calles, los universitarios con las constantes protestas sociales, pese a la estigmatización, enjuiciamiento y amenazas de expulsión por defender la educación pública gratuita y de calidad, ya sea en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, o en la Universidad Nacional de Agricultura, UNAG, actualmente en toma pacifica indefinida desde el 18 de noviembre; el trato de parte de las autoridades es el mismo, ante un diálogo reciben criminalización.
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