jueves, 16 de febrero de 2017
Fracasan políticas de seguridad impuestas por Juan Orlando Hernández
La violencia e inseguridad sigue siendo uno de los principales problemas y fracasos en el tercer año de gestión de Juan Orlando Hernández, refleja el séptimo Sondeo de Opinión Pública realizado por Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús (Eric-Sj).
La encuesta deja constancia de que las principales razones de las bajas calificaciones responden a que la administración de Hernández Alvarado no cumplió con las promesas de campaña, no mejoró la situación económica de las familias y del país y no cambió el paisaje de violencia y terror en los barrios y colonias. A pesar de la millonaria inversión en el programa Vida Mejor, la pobreza y la violencia siguen a rienda suelta.
La población encuestada en esta investigación no tuvo ninguna vacilación en decir que la situación económica sigue en creciente deterioro, y que el problema de inseguridad y violencia tiene una dosis de objetividad en muertes, extorsiones y robos callejeros que se viven a diario.
Desconfianza
La Policía Nacional es la institución armada en quien menos confía la población, con un 68.3 por ciento de desconfianza y un 31.4 por ciento de personas que sí confía en dicha institución. La alta desconfianza se mantiene sobre la Policía Militar del Orden Público (PMOP), expresada por un 55.1 por ciento de las personas encuestadas, mientras que el 44.1 manifestó tenerle confianza. Por su parte las Fuerzas Armadas sufren la desconfianza del 53.2 por ciento de la ciudadanía, y gozan de la confianza del 46.1 por ciento.
Otro elemento dinamizador de la inseguridad es la participación de la policía en actividades del crimen organizado. Arabesca Sánchez experta en seguridad, dice que los datos del sondeo de opinión del Eric, son el reflejo del desgaste institucional que ha provocado el gobierno de Juan Orlando al invertir en instituciones de seguridad vinculadas al crimen organizado. “Esta administración ha logrado colocar al país como el más violento y corrupto del planeta”, agrega Sánchez quien afirma que esta desconfianza se viene generando desde hace más de diez años.
La Policía Militar del Orden Pública es la gran apuesta del gobierno para enfrentar la criminalidad y es el órgano militar y policial que más recursos ha recibido desde su creación. Sin embargo la población no termina de creer en ella. El 47 por ciento de la población considera que la seguridad ha mejorado, frente a un 41.4 por ciento que percibe que ha seguido igual, y un 11.2 por ciento cree que la seguridad ha empeorado con la presencia de la Policía Militar.
La prioridad del gobierno hondureño es la militarización del Estado a través del apoyo financiero otorga a las secretarías de Defensa y Seguridad. En el 2015 estas secretarias tuvieron un presupuesto de 383.4 millones de dólares, pero en 2016 dicho presupuesto incrementó casi el cien por ciento quedando 593.5 millones de dólares, en manos de las fuerzas de seguridad armada del Estado. Mientras el presupuesto de seguridad y defensa aumenta en 58%, las secretarías de salud y educación solo reciben aumentos de 11% y 9%, respectivamente.
¿Y la depuración policial?
Al respecto, las hondureñas y hondureños tienen una opinión divida sobre la contribución de la depuración del ente policial a mejorar la seguridad. La mitad (50%) de la población cree que contribuirá poco o nada, mientras que el 49.1 por ciento cree que sí ayudará a mejorar los niveles de seguridad.
Arabesca Sánchez dice que el proceso de depuración genera más dudas que satisfacción en la ciudadanía. “Los mecanismos implementados por la comisión depuradora no han sido suficientes”, argumenta la experta agregando que dentro de la cúpula policial se encuentras personas que deben ser puestas a la orden de la fiscalía para un proceso intensivo de investigación.
Los resultados del sondeo establecen que una cosa es la percepción sobre la violencia y otra cosa es la experiencia con el delito. La gente percibe la inseguridad como uno de los principales problemas de país, pero al preguntar si la persona encuestada o algún miembro de la familia fue víctima de algún delito, el 73.8 por ciento manifestó que no fue víctima, mientras que el 26.2 por ciento afirmó que sí.
Entre las personas que fueron víctimas, un 35.2 por ciento sufrió el delito de robo sin agresión, el 26.8 fue víctima de robo con agresión, y el 21 por ciento afirmó que al menos un familiar había sido asesinado. Con porcentajes muy bajos mencionaron otros delitos.
La población destaca al tema de la seguridad y la crisis económica como los principales problemas pero también como los principales fracasos del primer año de gobierno de Juan Orlando Hernández, también los plantea como las principales tareas de la administración pública. El sondeo del Eric, deja abierta la demanda de la población a los liderazgos nacionales, con el objetivo de buscar consensos mínimos para la construcción de una sociedad donde se garanticen los derechos fundamentales de la ciudadanía en general.
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