sábado, 11 de febrero de 2017

Se vislumbra la agudización de la crisis económica durante este año



El pesimismo de la población en materia económica es alimentado por la precariedad laboral, las prioridades de inversión del gobierno, las nuevas cargas tributarias y la concentración de la riqueza en pocas manos, se concluyó el último Sondeo de Opinión Pública realizado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ).

El ERIC, en la séptima edición de la Sondeo de Opinión Pública, consultó a la ciudadanía sobre la situación económica del país; en ese sentido, tres cuartas partes de la población, es decir el 74.6 por ciento, manifestó que la situación económica es deprimente.

De acuerdo al Sondeo, el 67.3 por ciento de la ciudadanía consultada considera que para el presente año la situación económica será igual o peor que en 2016.

La percepción ciudadana se comprueba con los análisis del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH) en los que indican que para el año 2017 el Presupuesto Público aprobado perpetúa el endeudamiento público y la tercerización de las funciones públicas “que agudizan la debilidad” en las políticas que beneficien a la población.

Mauricio Díaz Burdeth, coordinador del FOSDEH, explica que el Presupuesto 2017 tendrá un sesgo de naturaleza electoral: “si no atendemos debidamente y tomar las medidas de precaución para que el presupuesto se usa para combatir la pobreza y generar crecimiento económico las condiciones de la población seguirán siendo las mismas con un nivel de intensidad mayor”.

Díaz Burdeth indica que en 2017 existen grandes probabilidades que el nivel de desempleo crezca.

Una de las grandes apuestas del gobierno nacionalista es el programa “Vida Mejor”, programa que el 81.7 por ciento de los hondureños y hondureñas no creen que le ha beneficiado. Un 73.6 por ciento de la población considera que “Vida Mejor” es un programa para hacer campaña política.

A lo largo de sus tres años de gestión el presidente Juan Orlando Hernández “no solo no cumplió la promesa de generar más empleo, sino que precarizó lo escasos empleos con la aplicación de la Ley de empleo por hora”, señala el Sondeo del ERIC.

Los resultados de la encuesta reflejan que en la actualidad más de la mitad de la población está desempleada, es decir un 53.6 por ciento.

Políticas migratorias de la era Donald Trump provocarían caída de remesas en un 20 por ciento

Es indudable que el ascenso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos tendrá efectos importantes en términos económicos para la región Centroamericana, un ejemplo es Honduras que podría enfrentarse a la reducción de las remesas.

Los análisis del FOSDEH indican que de concretarse las políticas antinmigrantes del gobierno de Trump las remesas tendrían una caída de 20 por ciento. 

La última encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indica que un 60.9 por ciento de los hogares en Honduras viven en condición de pobreza.

De aumentar las deportaciones desde Estados Unidos el ingreso de remesas se reduciría en un 20 por ciento, provocando un impacto severo en la economía explica Raf Flores, sub coordinador del FOSDEH.

“Los exiliados económicos y sociales de Honduras que son los migrantes generan 4 mil millones de dólares y los miran como una cifra que da importaciones al país, pero no lo miran como un ser humano que tuvo que migrar y que sus familias son desintegradas con secuelas socioeconómicas que no se están reconociendo”, detalla Flores.

Al igual que el endurecimiento de la política migratoria, el establecimiento de una política económica y comercial proteccionista por parte del gobierno de los Estados Unidos podría llegar a aumentar la tasa de desempleo en Honduras, manifiesta Mauricio Díaz Burdeth, coordinador del FOSDEH: “es difícil poder calcularla pero nosotros creemos que si eso llegara a ocurrir en el primer año habría un incremento del desempleo que podría andar entre un uno y dos por ciento”.

Frente a la deportación masiva de migrantes y remesas, el FOSDEH propone que el gobierno establezca un Fondo de Desarrollo del Migrante con capitales nacionales y de cooperación internacional.

“Por ejemplo, en vez de utilizar miles de millones de lempiras en publicidad podría crear fondos que le dieran sostenibilidad al fondo de desarrollo del migrante o al fondo de desarrollo local con una ampliación de la base tributaria”, especifica Díaz Burdeth.

En la última década, 174 mil familias han sido desplazadas por la inseguridad y violencia. Mientras que en 2016, 69 mil hondureños y hondureñas fueron deportados de los Estados Unidos.

El informe del Sondeo destaca que del conjunto de preguntas sobre economía la población considera que la concentración de la riqueza en pocas familias es el principal problema del país, y es que el 74.8 por ciento lo identificó como el principal problema de país.

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