lunes, 20 de febrero de 2017

Mineros de El Mochito: Entre riquezas, precariedad y muerte



Unos mil 200 mineros se tomaron las instalaciones de la mina El Mochito en Las Vegas, Santa Bárbara exigiendo el pago del salario mínimo a todos los trabajadores. Actualmente los mineros ganan entre 3 mil y 4 mil lempiras mensuales, a pesar de trabajar más de 8 horas diarias y estar expuestos a morir bajo tierra. “Exigimos un salario mínimo, ni siquiera digno”, Sergio Rápalo, minero organizado en el sindicato dijo esto en el programa Foros Populares de Radio Progreso, mientras realizaban el paro de labores. 
Entre las verdes montañas del cono sur de Santa Bárbara, cerca del Lago de Yojoa, se encuentra el municipio de Las Vegas, conocido por contar con una de las minas subterráneas más grandes de Centroamérica. En 1948 la empresa "Rosario Resources Corporation” obtuvo la concesión para extraer plomo, plata y zinc, minerales exportados desde Puerto Cortés hasta sus destinos finales en Estados Unidos de Norte América, Japón, Inglaterra y Alemania.

Actualmente  la mina fue adquirida por la empresa canadiense Morumbi Resources Inc, que le compró las operaciones a la minera belga Nyrstar. Su producción es de 75,000 toneladas de broza mensuales, el nivel máximo de profundidad según los trabajadores llega a los 6 mil pies, además está valorada en unos 600 millones de lempiras. “A nosotros no nos informan cuando la mina cambia de dueños. Ni siquiera sabemos qué minerales se están extrayendo exactamente” dice Gerson Núñez, quien lleva trabajando en el interior de la mina desde hace 13 años. Gerson junto a sus compañeros sospecha que la empresa aparte de zinc y plomo ahora extrae cadmio, plata y oro. 

Esta mina lleva casi 70 años en funcionamiento y para los habitantes de El Mochito únicamente ha generado calles pavimentadas, parques pintados y decenas de familias enlutadas, producto de los accidentes que los obreros han sufrido en el interior de la mina. Solo en 2016 se registraron 4 personas y decenas de lesionados. 

En Honduras el gobierno promociona la minería como única alternativa para desarrollar económicamente a las comunidades, por su enorme cantidad de agua, bosque y minerales. En la actualidad se han aprobado 364 proyectos de minería metálica y se encuentran en proceso de aprobación al menos 563 nuevos proyectos mineros. Además se está promoviendo la adjudicación de no menos de 950 títulos mineros adicionales derivados del catastro minero, según una investigación del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús. 

Sin embargo, la realidad que viven los trabajadores mineros y las comunidades dista de ese modelo económico extractivista que ha implantado el gobierno de Juan Orlando Hernández. En la mina El Mochito un trabajador gana como máximo 4 mil lempiras, pero la empresa entrega un bono de producción mensual a cada obrero, aunque si estos no se esfuerzan lo suficiente en la profundidad de la mina, el bono de producción no llega y únicamente reciben los 4 mil lempiras.  “Cuatro compañeros murieron el año pasado tratando de ganar el bono de producción y otros han quedado lisiados”, cuenta con mucho dolor Gerson Núñez, explicando que las condiciones de trabajo son precarias y el sueldo apenas alcanza para comprar los frijoles y el arroz. 

Las condiciones de trabajo son mortales

Hasta el 2012, Edin Rodríguez fue operador de pala y volqueta en el interior de la mina. Él junto con otros compañeros paleaba los minerales que las máquinas no pueden recoger. Los mineros para llegar al bono de producción deben meterse a lugares peligrosos para sacar todo el mineral y cumplir con la meta. Edin y otro compañero lo hicieron y el resultado para él fue catastrófico, ya que una varilla conocida como “Yumbo de 14 pies” que se utiliza para perforar, se le introdujo en su pierna izquierda, dejándolo atrapado. Él cuenta que gracias a la ayuda de su compañero pudo salir a la superficie para ser atendido, aunque una parte de su vida había muerto. 

A los días su pierna fue amputada a raíz de una bacteria que adquirió en el interior de la mina. Después de eso únicamente recibió de la empresa a una prótesis y el cambio de funciones. Ahora trabaja en una oficina aunque su salario sigue siendo el mismo. No recibió ninguna indemnización y la prótesis que le dieron le está causando problemas porque, según él, es de mala calidad. 

Edin contó a Radio Progreso cómo fue su accidente y lo difícil que es ser minero en Honduras. Con una enorme tristeza se cuestiona porqué un país tan rico puede tener gente tan pobre, especialmente en los municipios que cuentan con una enorme riqueza natural como es Santa Bárbara. “Los mineros hacemos hasta lo imposible para poder comer”, agrega el minero que junto a sus compañeros demandan salarios mínimos y mejores condiciones laborales. 

A la mina subterránea del Mochito se le denomina “Mecánica”, bajo tierra operan volquetas, vagones de tren y otras máquinas que acarrean el material. Cada quince minutos los trabajadores tienen que bañarse en duchas instaladas en el interior de la mina  para soportar la temperatura que oscila los 40 y 45 grados. “Hemos sacado compañeros con golpe de calor y otros con pre-infartos”, dice Gerson Núñez, compañero de Edin, asegurando que el golpe de calor se provoca cuando la temperatura corporal rebasa los 40° C. Gerson afirma que cuando los mineros afectados son sacados a la superficie reciben una pésima atención medica en la clínica privada de la minera,  y luego se ven obligados a irse a casa sin gozar de una indemnización. 

No rechazan la minería, rechazan salarios de hambre

Los mil 200 mineros del Mochito están claros, saben que su lucha no es en contra de la minera porque esa es la única fuente de empleo que tiene el sector desde hace décadas. Ellos luchan para tener salarios mínimos y mejores condiciones labores. Saben que no quieren morir bajo tierra pero tampoco de hambre. 

En agosto de 2016, los mineros se organizaron y renovaron el sindicato argumentando que los directivos anteriores respondían a los intereses de la empresa olvidándose de los mineros. “Nunca hemos recibido ni el bono escolar” dice Sergio Rápalo asegurando que los directivos jamás les hablaron de este beneficio y otros. El Decreto Legislativo número 43/97 establece como un derecho para todos los empleados y trabajadoras del sector público y privado, el pago del bono educativo Familiar. 

A raíz de esto la nueva directiva de los mineros ha logrado reunirse con el Ministro del trabajo Carlos Madero y representantes de la empresa para llegar a un acuerdo sobre los salarios. Además se han informado que según ley las industrias mineras con más de 151 empleados deben pagar 9,763.51 lempiras mensuales. Esto según la tabla de salarios aprobada para el 2017 y 2018 en Honduras. Los mineros del Mochito están muy por debajo de ese salario. 

La mina El Mochito es el modelo de minería que los gobernantes de Honduras promocionan a nivel nacional e internacional como alternativa de desarrollo,  pero la explotación minera en manos de los actuales empresarios cierra todas las posibilidades de un futuro estable, sustentable y amigable a las comunidades. Cada día los mineros se enfrentan a la muerte para poder comer en una sociedad violentada en sus derechos fundamentales. 

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