viernes, 25 de octubre de 2013

Ideas libres sobre la refundación de Honduras



Por Ernesto Paz Aguilar

He aquí algunas ideas libres sobre una teoría en construcción. “Honduras, escribió Ramón Oquelí allá por los ochenta,  es un país aletargado  donde hasta los volcanes se han apagado”, pero, no hay mal que por bien no venga, porque después del golpe de estado del 2009 el pueblo despertó (india virgen que hermosa dormías) y las máscaras cayeron. En Honduras, la esperanza está venciendo al miedo. La Honduras de los tiempos fecundos ha sido hija de la audacia, no del miedo.

¿Qué es la refundación?  Es “la reorganización  del conjunto de estructuras e instituciones del Estado para que vuelvan a funcionar con normalidad”. Las fuerzas sociales son las que moldean la historia y en el caso de Honduras, el proyecto refundacional  busca responder tres interrogantes: ¿Qué papel debe jugar el Estado? ¿Qué rol debe de jugar el soberano (el pueblo)? y ¿Cómo construir un sistema que garantice la plena vigencia de los Derechos Humanos?

La razón de ser de la refundación es construir un modelo  que supere el Estado degradado que actualmente somos. Un Estado degradado es un Estado fracasado. Es una entidad inválida con incapacidad crónica de cumplir la función básica de cualquier estado  moderno: preservar la ley y el orden, por medio de una autoridad central reconocida  como eficaz por la población.

Un Estado degradado no controla la totalidad de su territorio sino partes de él. En la práctica,  otros actores -maras y crimen organizado-  han logrado arrebatarle  el dominio  de zonas donde estos imponen su “ley”; el aparato institucional del Estado es frágil y precario, hay instituciones pero no hay institucionalidad; es incapaz de proveer servicios básicos a la mayoría de la población; y, se encuentra  ausente en amplios espacios  e infiltrado por poderes fácticos legales e ilegales.

Es necesario precisar: la refundación del Estado debe ser simultánea con la transformación democrática de la sociedad.  Debe existir sincronía entre el Estado,  la sociedad y viceversa. Es una tarea compleja y contradictoria donde conviene advertir: El gran protagonista de la refundación es el pueblo, se trata de avanzar de una democracia representativa a una democracia participativa. Es más fácil, acceder al gobierno que refundar un país. La refundación es obra de varias generaciones, donde cada generación asume los compromisos vitales en el momento histórico que le toca vivir.

La refundación se inspira en la necesidad de superar las fallas y frustraciones de un Estado fracasado, fruto convulso de la aplicación brutal de modelos importados como el neoliberalismo globalizador y el capitalismo salvaje. También está en mente, el fracaso  del proyecto de refundación más ambicioso del siglo pasado: el estado de los Soviets (la Rusia actual) y, opta, por una transformación progresista, menos radical, cual es la socialdemocracia europea y su versión latinoamericana, el socialismo democrático.

La lucha por la refundación del Estado  no es una lucha política en sentido estricto, sino más bien una lucha social, cultural, por símbolos, mentalidades y subjetividades. La refundación del Estado  no implica cambiar solamente  la estructura política e institucional, requiere asimismo cambiar las relaciones sociales, la cultura y la economía.

La refundación imaginada. El proceso de refundación obedece a una lógica y a una secuencia. Primero, se propone y construye un pacto social con la participación y  consenso de todos los sujetos y actores sociales, dicho pacto es el corazón de un proyecto refundacional. En segundo lugar, se convoca  a una asamblea nacional constituyente, originaria, incluyente y participativa. La ANC no constituye un fin en sí mismo, sino que tiene un carácter instrumental. En tercer lugar, se discute y redacta una nueva Constitución, inspirada en un constitucionalismo de nuevo tipo, que perfecciona el constitucionalismo liberal clásico y profundiza el constitucionalismo social. En ese sentido, la nueva Constitución debe ser, antes que nada, la expresión jurídico-política del nuevo pacto social.

El proceso de refundación del Estado y de transformación de una sociedad es un proceso histórico de largo plazo, en la transición emergerán instituciones y mentalidades híbridas que irán anunciando lo nuevo y al mismo tiempo parecerán confirmar lo viejo. Las alianzas irán cambiando, al igual que los métodos e instrumentos de lucha. Se darán muchos pasos hacia atrás, pero lo importante es que estos sean menos que los pasos hacia adelante.

Finalmente, quiero rendir tributo al más grande constitucionalista de Honduras, Efraín Moncada Silva (1933-2013), que no traicionó sus ideales de juventud y quien compartía plenamente las ideas aquí expuestas.

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