martes, 22 de octubre de 2013

Huelga médica


Diario Tiempo

Aunque las reclamaciones de los médicos son legítimas porque el gobierno ha incumplido el pago del aumento del 6% en los sueldos, la huelga decretada por el Colegio Médico (CMH) ha entrado en un laberinto de mayor  confrontación.

El gobierno, ante la disyuntiva de solucionar el problema del impago a los médicos empleados, ha recurrido al expediente de decretar la ilegalidad de la huelga médica bajo el alegato de que el CMH no cumplió con el procedimiento de conformidad con la ley laboral.

El CMH, por su parte, desconoce tal argumentación, pues, con suficiente razón, expone que la demanda está basada en lo establecido por el Estatuto del Médico Empleado, conforme a lo cual se trata, en este caso, de un régimen especial que establece un procedimiento jurídico diferente al ordinario.

Sucede, por otra parte, que en los momentos electorales todas las iniciativas y acciones de los gremios tienden a ser politizadas, y, de esta manera, adquiere relevancia el hecho de que este enfrentamiento se provoca en la antesala de las elecciones del Colegio Médico.

Por el lado gubernamental, asimismo, está en marcha la campaña política de cara a las elecciones generales, y, en ese marco, gestiona la aplicación de 1,000 millones de lempiras para satisfacer su programa del Bono Diez Mil, que es un instrumento de alcance proselitista en la base popular.

Los médicos cuestionan, por ejemplo, el hecho de que el gobierno esté dispuesto a derramar esos 1,000 millones de lempiras, pero, al mismo tiempo, se resiste a cumplir con el compromiso del pago del aumento de sueldos, así como el pago de los sueldos atrasados y las bonificaciones de los  médicos jubilados, una reclamación esta última con cinco años de retraso.

Este problema, como puede advertirse, es mucho más complejo de lo que a primera vista se presenta en los medios de comunicación social, pues procede de las profundidades de una crisis galopante en el sistema de salud. De hecho, hay en todo esto una neblina presupuestaria, de la que surgen sospechas, incluso, de desviaciones de fondos para financiamiento de la campaña política del Partido Nacional, en el poder.

Naturalmente, en ese torbellino político hay también cuestionamientos en el interior del gremio médico debido a la incongruencia del comportamiento del CMH en relación con los reclamos de los médicos del Hospital Escuela que no fueron debidamente atendidos por el CMH, sobre todo en lo relacionado con la ilegalidad del convenio para darle a la Universidad Nacional Autónoma (UNAH) el control administrativo de dicho hospital y con el pago de los sueldos atrasados.

Sin embargo, en ese maremágnum de controversias, empecinamientos y distorsiones presupuestarias, lo que queda en último análisis es un pésimo manejo de la situación por ambas partes, el gobierno y el CMH, que no ponen en primer plano el interés nacional para solventar de manera dialogada, justa  y consecuente el impasse en la Secretaría de Salud.

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