jueves, 31 de octubre de 2013

Brecha fiscal

Diario Tiempo

Mientras la atención del público permanece sumergida en la palestra política, la nigua del déficit fiscal y del nulo crecimiento económico continúa en aumento para estallar en 2014, primer año del gobierno entrante.

A esa desolación nacional habrá de añadirse el incremento del déficit social, de extrema volatilidad, principalmente en salud pública, educación, equidad económica y desempleo.

El calidoscopio de la propaganda política —en el que la manipulación de la mente colectiva con las encuestas y sondeos de opinión orquestan escenarios fantásticos— hace su papel de distracción y de preparación de un ambiente para el fraude electoral.

Ese es otro factor para la acumulación de la crisis que, con seguridad, dominará la vida de nosotros, los hondureños, sobre todo si se cumplen los oscuros designios, desde el poder, de un gane “a como haya lugar” para imponer, con el pretexto de la crisis, un régimen dictatorial.

Entre los elementos del déficit fiscal ampliado destaca el aumento drástico del gasto militar para la creación de una fuerza de choque, nominada Policía Militar del Orden Público (PMOP), con 5,000 efectivos privilegiados con sueldos elevados, bonificaciones y regalías extraordinarias.

Es un gasto militar para la dominación ideológica y la intervención contra el desarrollo de la sociedad civil, como está manifestándose al solo inicio de sus operaciones. Representa, por lo menos, una aplicación presupuestaria anual de 1,000 a 1,200 millones de lempiras, incluyendo los equipos y el mantenimiento.

Los cálculos objetivos indican una brecha presupuestaria entre 8,000 y 10,000 millones de lempiras al cierre de este año. El déficit fiscal, asimismo, andará en 24,000 millones de lempiras, a la vez que el crecimiento de la economía no superará el 2,5 por ciento en relación con el producto interno bruto (PIB).

Solamente frente al hecho de que el crecimiento económico no sobrepase el 2,5 por ciento y que el índice del crecimiento demográfico sea, en términos reales, del 2,7 por ciento, pone en evidencia una situación de no-crecimiento económico, ya que es mayor el aumento de la población sobre la producción.

La campaña electoral es, también, otro factor de acumulación de la crisis multipolar que hará aún más aflictivo el estatus de violencia y criminalidad, debido al derroche de los fondos públicos en el intento de conseguir la continuación del régimen “haciendo lo que se tenga que hacer”.

Una violencia y criminalidad que, por demás, se multiplicaría con el uso de la fuerza militar, del terrorismo de Estado, que ya está fríamente calculado, incluso con mentalidad suicida en los sectores más recalcitrantes de la élite del poder. En esa perspectiva, se prepara, en el aquelarre legislativo, un blindaje a la Policía Militar que asegure su misión terrorista.

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