martes, 22 de octubre de 2013

Carta de congresistas al Secretario de Estado John Kerry sobre la militarización en Honduras


Los congresistas Raúl Grijalva (D-AZ3), Mike Honda (D-CA17) y Hank Jackson (D-GA4) enviaron el 15 de octubre una carta al Secretario de Estado John Kerry instándole a pronunciarse en contra de la creciente militarización de la vida civil en Honduras en el contexto de las próximas elecciones presidenciales del 24 de noviembre.

Octubre 15, 2013

Honorable John Kerry

Secretario de Estado

Washington, DC 

Estimado Secretario Kerry:

Le escribimos para expresar nuestra preocupación en torno a la política de EE.UU. y las próximas elecciones del 24 de noviembre en Honduras. La evidencia hasta ahora indica que la libertad y la imparcialidad de estas elecciones está en mucho riesgo porque los abusos a los derechos humanos durante el gobierno actual continúan amenazando las libertades civiles básicas, los candidatos de la oposición no gozan de una igualdad de condiciones, y las fuerzas de seguridad del Estado han tomando un papel cada vez más importante y ominoso en el contexto de las elecciones.

Estamos particularmente alarmados de enterarnos que el partido gobernante y su candidato a la presidencia, el Sr. Juan Orlando Hernández, ahora controla todas las instituciones claves del gobierno, incluyendo la autoridad electoral del país y al ejército que distribuye las papeletas - dejando escasos recursos a los ciudadanos hondureños si se cometiera un fraude en el proceso electoral y que las violaciones a los derechos humanos continúan amenazando un debate abierto. Esto es particularmente preocupante en vista del largo historial de fraudes electorales en Honduras, incluyendo las acusaciones de fraude generalizado en las elecciones primarias de noviembre de 2012 .

A la luz de estos hechos, tememos que ese país carezca actualmente de las condiciones que garanticen un proceso electoral libre y justo. Por ejemplo, en un reciente informe sobre Honduras, la Federación Internacional de Derechos Humanos expresa su gran preocupación con respecto a la "disfunción absoluta" del sistema de justicia de Honduras, la "politización de la justicia con fines electorales", y la concentración del poder.

También estamos preocupados por conocer sobre los actos de violencia e intimidación contra los líderes de los partidos de la oposición, especialmente los miembros de LibRe. Según COFADEH, la organización de derechos humanos más importantes de Honduras, al menos dieciséis activistas y candidatos de LibRe han sido asesinados desde junio de 2012. Por otra parte, nos llama la atención que el gobierno de Honduras no ha logrado investigar y enjuiciar a los responsables de estos asesinatos .

También observamos con gran preocupación la promoción de una creciente militarización de la policía, ya que se ven amenazadas las libertades civiles, incluyendo la libertad de expresión y la libertad sindical en Honduras. Por ejemplo, los medios de comunicación hondureños informaron que el ejército bloqueó las marchas pacíficas de la oposición del pasado 15 de septiembre, día de la Independencia, y que miembros del Batallón de Ingenieros del Ejército dispararon y mataron a Tomás García, un activista indígena, en una protesta pacífica en julio recien pasado.  Nos llama la atención que el candidato del partido gobernante ha basado gran parte de su campaña electoral en la formación de una nueva policía militar híbrida de 5.000 hombres, bajo el control de los militares. El candidato lideró el mismo el empuje para su creación por parte del Congreso Nacional de Honduras en agosto pasado, prometiendo "un soldado en cada esquina. " Estas nuevas tropas ya están participando en el trabajo de la policía y son visibles en las calles, vestidos con cascos negros y máscaras y sólo con sus ojos visibles.

Le damos la bienvenida a la reciente declaración de la Embajada de EE.UU. en Tegucigalpa, que expresa una posición política neutral EE.UU. con respecto a las elecciones y su disposición de colaborar con el candidato que resulte ganador. Sin embargo, nos preocupa que la Embajada no se haya pronunciado enérgicamente sobre la militarización de la policía bajo el impulso de uno de los candidatos y no haya expresado su preocupación por la concentración del poder institucional del Partido Nacional a través de medios ilegales, y no haya condenado los actos de intimidación en curso contra los miembros de la oposición.

Somos de la opinión que nuestro gobierno perdería credibilidad en Honduras y en la región en caso de que se perciba que toma partido en la elección o que se hace de la vista gorda ante el fraude electoral y las condiciones electorales injustas. Muchos en la región están muy conscientes de que en el pasado, el gobierno de Estados Unidos ha ciertamente apoyado a candidatos específicos en las elecciones de América Latina, en particular en América Central. En noviembre de 2009, mientras el golpe militar en Honduras seguía en vigor y las libertades civiles básicas eran reprimidas violentamente, el Departamento de Estado anunció que reconocería el resultado de las elecciones presidenciales, aún antes haber sido contados los votos.  Parece también que el Departamento de Estado ha tolerado en gran medida la concentración del poder institucional en el gobierno de Honduras el año pasado, a manos del candidato del partido gobernante, a través de medios ilegales.

Pedimos al Departamento de Estado utilizar todos los medios disponibles para asegurar unas elecciones libres y justas en Honduras el 24 de noviembre, para garantizar la igualdad de condiciones en las semanas previas a la elección, y que sean completamente neutrales en sus mensajes públicos y privados a este país. Además, solicitamos al Departamento de Estado hablar con fuerza en contra el patrón de ataques concertados y dirigidos a los defensores de los derechos humanos y de la oposición.

Sinceramente,

Rep. Raúl M. Grijalva

Rep. Hank Johnson

Rep. Mike Honda




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