lunes, 21 de mayo de 2012

A un año del discurso de un beso



Por Gerardo Torres Zelaya


Dedicado a Erick Martínez Ávila
Cuando las cosas se ponen jodidas
El sabio se esconde
Pero el necio responde

Hace un año exactamente estaba al igual que ahora frente a un teclado, enfrentado al reto de hacer un discurso sobre algo tan sencillo como un beso y la necesidad de pelear para que todos y todas podamos repartirlos con quien queramos sin tener que enfrentarnos ante la discriminación irracional que nos mata de a poco o nos mata de un solo.

Tan especial tarea se me había encomendado por parte del Movimiento de Diversidad Sexual a través de los compas Erick Martínez Ávila y Erick Vidal Martínez, el dúo dinámico que decidió mantener en alto esa bandera multicolor en todas las trincheras.

El “Discurso de un Beso” se leyó en el Parque Central de Tegucigalpa en el acto de cierre de la jornada contra la Homofobia en la conocida como marcha de los besos.

Pero, cuanto puede cambiar en un año… Hoy escribo con la tensión que produce la tristeza en las manos, que las hace parecer de cemento fresco. Escribo con el temor a que se me sequen y se detengan en una obra incompleta, en una figura delatadora de mi que hacer de percusiones en teclados como primera y última opción.

Hoy escribo por vos Erick, por este espacio inmenso que dejastes, hoy en términos prácticos escribo por que no estas.

Se llama Erick Martínez Ávila
Para la Resistencia en general siempre resultó un dato curioso que las dos principales figuras de la comunidad de diversidad sexual más vinculados con las distintas instancias de organización y toma de decisiones llevaran el mismo nombre y apellido.

Pero para muchos Erick siempre fue sencillamente Erick, las demás eran confusiones de generaciones más recientes.

Para quienes no lo sepan o lo han olvidado Erick Martínez Ávila fue un destacado dirigente universitario. Miembro activo del Movimiento Independiente de Periodismo (MIP) que estaba adscrito al Frente de Reforma Universitaria (FRU) en los años del 2000 al 2003 cuando no negociábamos ni un centímetro y cuando gracias al esfuerzo de varios compañeros y compañeras valientes se hizo retroceder a la maquina de muerte del Frente Unido, ese resabio fascista que llevaba veinte años sin conocer derrota. Esa bestia cayó en los pasillos de esa pequeña carrera universitaria repleta de hombres y mujeres valientes. En la primera fila: Erick, nuestro director de la Junta Electoral.

El compa venía de los movimientos católicos donde también tuvo cargos de dirección, siempre fue firme en sus convicciones y la valentía que desplegaba obligaba que cualquier señalamiento se pensara dos veces antes de ser insinuado siquiera.

Un día Erick dio un paso adelante y ante sus hermanos de fe y sus camaradas de lucha dio a conocer que era gay y que no solo estaba muy orgulloso de serlo si no que estaba dispuesto a trabajar por una causa imposible, una que requería de una dosis de locura y de mucha necedad.

Por varios años se entregó a la causa de la Comunidad Lésbico, Gay, Travestí, Transexual, Bisexual e Intersexual (LGTTBI) viajó por el país organizando y capacitando, y más de una vez me invitó a su oficina a preguntarme como iba la izquierda que él había impulsado y que no terminaba de entender la trinchera desde la cual él aportaba a la revolución.

La revolución iba un paso atrás de él, pero lo alcanzó luego del Golpe de Estado, cuando en las calles todos y todas entendimos que somos seres humanos y que con eso basta para respetarnos y para encontrar muchos aspectos en común para luchar contra el enemigo común.

Erick se incorporó a la lucha, y finalmente luego de muchísimos años de insistencia regresó a la Escuela de Formación Político Ideológica de la Organización Política Los Necios (OPLN) donde varias veces había iniciado pero que no había continuado por su apretada agenda laboral.

Ya como necio aceptó la precandidatura a una diputación. Esa llamada la recuerdo de memoria: - Hola Erick – Aja vo, - Loco fíjate que estamos debatiendo en el Secretariado militantes con capacidades para encabezar la política electoral de la organización, yo sé que vos no te hechas para atrás y te estoy proponiendo, ¿qué decis? – Yap, pero ¿la OPLN me va a apoyar? – Claro que sí – Mira yo me tiro, y mejor no lo pienso mucho para no decirte que no. – Gracias, Erick yo te hago saber el día de la Asamblea y te propondremos, cuídate, hablamos – Vaya papi, ahí hablamos al rato – Vemos, - vemos.

Eso fue todo y empezamos un nuevo capitulo de nuestra vida, montamos la mesa la diversidad sexual y Erick Martínez Ávila se convirtió en el primer hondureño abiertamente gay en participar por un cargo de elección popular en la historia de este adolorido país.

A Erick lo conocí hace 11 años y desde entonces siempre ha sido un personaje recurrente en mis fabulas, siempre como una persona valiente ya sea en un portón de la universidad, en una calle o en la mesa de un café revelando sus sentimientos más profundos aun a pesar de todo, del silencio, de la sorpresa, del nerviosismo, del rechazo y de la negociación para una amistad más allá o a pesar de. Ahora esas historias las tendré que contar solo o se irán guardando solo para mí para esos momentos que da la vida para pensar en la vida.

La última vez que lo vi lo abrace como era nuestra costumbre, y prometimos volver a vernos, seguramente en alguna reunión o marcha y pues eso tendrá que esperar.

En esta ocasión nos tendrán que disculpar ya que ni aquel ni yo marcharemos hoy por nuestras calles en contra de la estupidez de la homofobia o en contra de cualquier fobia que le tema a la condición netamente humana que no nos es ajena. Las responsabilidades políticas me tienen lejos y a Erick el compromiso político también lo alejó.

Quienes lo mataron van a pagarlo. Y acá no hay mayores construcciones literarias para adornar o explicar lo que es cierto como una promesa popular.

Siempre te extrañaremos Erick y estoy seguro que muchos marcharemos en tu nombre, pues quienes te conocimos sabemos lo mucho que te molesta faltar a tus responsabilidades.

Venceremos
En todos los aspectos
Necedad
En todos los aspectos
“¡Las personas valen tanto como lo que son... personas!”
Erick Martínez Ávila
Organización Política Los Necios (OPLN)
FNRP - LIBRE

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