Alfredo Villatoro se convirtió en la víctima número 24 de los asesinatos contra periodistas en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, según datos del Comité por la Libre Expresión, C-Libre. Las investigaciones y los responsables materiales e intelectuales de dichos crímenes brillan por su ausencia. El asesinato de Villatoro remeció a la sociedad hondureña que de entrada condena los asesinatos. “Aquí andamos en el entierro con mi familia, tuvimos que caminar una hora para tomar el bus que nos trajera a la capital” dijo Alberto Castro que acompañó a familiares y amistades del comunicador.
Indefensión
Alrededor del asesinato de Alfredo Villatoro surgen distintos puntos de vistas que buscan explicar el por qué del hecho criminal. El sacerdote Jesuita Ismael Moreno, director de Radio Progreso, manifiesta que para hacer una verdadera interpretación se requiere de datos precisos, y esos le faltan a muchos en Honduras. “Con este hecho dramático, espeluznante que ha ocurrido en Honduras con el asesinato del periodista Alfredo Villatoro, uno lo que puede decir es que en Honduras nadie está fuera de peligro, que el riesgo se ha apoderado de todos los sectores, particularmente los que están ubicados en relación con dar información, con comunicar información, con dar y generar opinión, con interpretar la noticia, con dar valoraciones a través de diversos medios de comunicación”, dijo Moreno.
Por su parte el Coordinador de C-Libre, Héctor Longino Becerra, señaló que como comunicadores debemos tener conciencia del enorme riesgo que se corre en el ejercicio periodístico. “Este nuevo atentado a la libertad de expresión debe llamarnos a la reflexión, que tenemos adversarios comunes en esta lucha por la información veraz y transparente”. El sacerdote Moreno dijo que “si ha ocurrido con un periodista de un medio de comunicación de alcance nacional, que transmite fundamentalmente noticias con un nivel importante de reconocimiento official en Honduras y que tiene que ver con propietarios vinculados con las altas cúpulas de la empresa privada y de la política hondureña, entonces la indefensión se ha apoderado de los medios de comunicación y especialmente de quiénes ejercen la labor periodística en Honduras”.
Los expertos analizan que en el momento actual que vive Honduras nos encontramos en una situación de altísima indefensión como nunca se había registrado en la historia nacional. “Lo importante no es tanto lo que están haciendo los medios de comunicación sino como se ha organizado y se ha estructurado el crimen en el país como para que cualquier labor de comunicación, independientemente de la orientación ideological que tiene, está en riesgo” reflexionó Ismael Moreno.
Impunidad
Algunos analizan que el clima de inseguridad y de violencia que vive Honduras obedece a que los poderes ya no se definen a partir de la institucionalidad formal del Estado sino que se están ejerciendo desde los corredores subterráneos del crimen organizado. Por eso, explican, los populares, dirigentes políticos, comunicadores sociales, defensores de derechos humanos y todas aquellas personas que tienen una labor social y que en algún momento determinado pueden encontrarse directa e indirectamente en confrontación con estos poderes ocultos, ya corren peligro. “El asesinato de periodistas no es por asuntos ideológicos y queda comprobado con el asesinato de Alfredo Villatoro, sino que los asesinatos se sustentan en que el verdadero gobierno en Honduras no reside primordialmente en Casa Presidencial ni en el Congreso ni en la Corte Suprema de Justicia, sino que el auténtico gobierno es de facto, es decir que reside en unos poderes que se definen a partir de la “ley del más fuerte” y que esa “ley del más fuerte” va controlando cada vez más la institucionalidad pública formal” aseguró el director de Radio Progreso.
Manifestó que es honrado reconocer que la impunidad y la violencia han hecho mella en la sociedad hondureña y particularmente en los comunicadores sociales. “Si tuviésemos que hablar con honradez tendríamos que decir que mucho del miedo que se ha apoderado en la sociedad hondureña ha penetrado en nosotros, los comunicadores sociales. Debemos reconocer que la censura o el autocontrol, como quieran llamarle, está presente en nuestros medios de comunicación”.
Pasos a dar
El llamado que la sociedad hondureña lanza es para aquellos que tienen capacidad de tomar decisiones, desde los políticos sin distingos ideológicos, el empresariado, los diversos gremios, las Iglesias, las Ong´s, a trabajar en torno a ver cómo retroceder o revertir este proceso que deshumaniza y atrapa a la población, de manera indefinida, en la violencia y en la impunidad.
“Si nosotros no podemos y no queremos dar los pasos para que se disminuya esa violencia que significa la inequidad y la exclusión social, y que construyamos institucionalidad, entonces, señoras y señores, pidámosle, clamémosle al crimen organizado, a los que ejercen el poder de “la ley del más fuerte” que por favor nos digan qué es lo que tenemos que hacer, para que nos digan qué es lo que no tenemos que hacer para que no nos maten, para que se respete la vida de los comunicadores sociales” expresó Moreno.
Moreno dijo a los periodistas que antes de ser servidores de un propietario de los medios de comunicación, son seres humanos con una profesión que vale por sí misma, por lo tanto más que servir a propietarios de un medio de comunicación los llamó a servir a una sociedad desde el fortalecimiento de la identidad como comunicadores sociales organizados.
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