lunes, 28 de mayo de 2012

Se ignora matanza de Miskitos, mientras se anuncia el "hallazgo" de la Ciudad Blanca en la Mosquitia




El gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), Virgilio Paredes, quien carece de las credenciales académicas para fungir en ese puesto, porque la ley orgánica de esa institución establece que la gerencia debe ser ocupada por un profesional de la antropología o de la historia y él no lo es, en fecha reciente, con el contubernio del Ministro de Interior Africo Madrid, ha firmado un convenio que busca debilitar el accionar del IHAH, al restarle funciones y presupuestos, poniendo en riesgo la salvaguarda del patrimonio cultural de la nación y violentando las leyes que lo protegen abusando de su autoridad como funcionario público. 

Paredes fue ilegalmente impuesto por la “cultísima” Ministra de Cultura de facto Myrna Castro en diciembre de 2009.

Devenido en un promotor de la arqueología fantástica y no de una arqueología científica, con bombo y platillo y de la mano de su padrino Africo Madrid, Paredes anunció el pasado martes 15 de mayo en plena reunión de gabinete de gobierno encabezada por Lobo Sosa y con la presencia del Ministro de Cultura, Tulio Mariano González “el descubrimiento de la ciudad blanca” en las selvas de la Mosquitia hondureña. Imaginamos que el show montado además de llevar notoriedad a su mediocre gestión frente al IHAH, pretendió posiblemente distraernos de los trágicos hechos vividos por hombres y mujeres del pueblo Miskitu, que el viernes 11 de mayo fueron atacados en una operación conjunta de agentes de la DEA y fuerzas nacionales en La Mosquitia. Este dramático acontecimiento ha sido ignorado por el Secretario para el Desarrollo de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, Luis Green Morales. El sensacional anuncio del “mayor descubrimiento del siglo XXI,” fue, sin embargo, de alguna manera opacado por el asesinato de un connotado periodista la noche del martes pasado.

El señor Paredes en su comparecencia no estuvo acompañado por científicos como las notas de la prensa hondureña hacen creer. El grupo de extranjeros involucrados en este proyecto está encabezado por el director de fotografía, Steve Elkins, quien pretende hacer una filmación sobre una legendaria ciudad perdida. Asumimos que los arqueólogos profesionales, algunos con postgrados de prestigiadas universidades que laboran en el IHAH, se abstuvieron de tomar parte de este show mediático o les fue coartada su participación para hablar con precisión sobre la evidencia científica e histórica de la arqueología de La Mosquitia.

Sin duda, Paredes sigue en sus planes de destruir el IHAH, limitando las funciones que por ley tiene asignadas y convirtiéndola en una institución que simplemente sirva de promotora y operadora de turismo cultural, pero ahora además está fomentando una versión hollywoodense del pasado de Honduras y del quehacer de la arqueología. Baste recordar que Paredes, como gerente administrativo de la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes, apoyó la utilización del exiguo presupuesto de esa secretaria auspiciando desfiles de moda.

Para información del público a continuación presentamos la traducción de un artículo escrito por el antropólogo historiador Russell Sheptak, Universidad de Berkeley-Universidad de Leiden, con amplia experiencia en la investigación arqueológica e histórica de Honduras, sobre el supuesto mayor hallazgo del siglo XXI, la ciudad blanca.

La Mítica Ciudad Blanca 
Con titulares como “Afirman que Honduras ha encontrado la Ciudad Blanca,” y “Con rastreo satelital comprueban la existencia de la Ciudad Blanca,” la prensa hondureña comenzó a tocar la trompeta, una vez más, el descubrimiento de la Ciudad Blanca, la mítica Ciudad Blanca supuestamente situada en algún lugar del oriente de Honduras.

La última "revelación" de que la Ciudad Blanca había sido localizada fue anunciado por Porfirio Lobo Sosa en una reunión de gabinete el martes pasado.

El artículo de un periódico describe que el supuesto lugar cubre alrededor de 5 kilómetros cuadrados. Africo Madrid, el Ministro del Interior, dijo que el equipo asevera que el descubrimiento podría haber encontrado a la legendaria (sus palabras) Ciudad Perdida o Ciudad Blanca en la región conocida como la Mosquitia, y que podría ser más grande que el sitio de Copán, en el oeste de Honduras.

Virgilio Paredes, quien dirige el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, dijo:
“Sabemos que hay algo y tenemos que entrar en esa zona para saber más sobre qué cultura era la que habitaba."

Paredes también es citado diciendo:
“Hemos encontrado lo que podría ser, según los arqueólogos e historiadores, lo que puede ser el mayor descubrimiento arqueológico antropológico del mundo del siglo XXI, una ciudad perdida, no se sabe qué es, no se sabe si es una estructura, pero sí se ha constatado, por especialistas que conocen esta tecnología y el comportamiento del terreno, y sí hay mucha estructuras hechas por el hombre.”

“Ya muchos lo están considerando a nivel mundial como el hallazgo arqueológico del siglo XXI”.

Ahora que ya ha escuchado la sensacional promoción de las notas periodísticas, aquí están los hechos.

La fuente de tal emotividad es una nota de prensa del día martes por la UTL Scientific y el Gobierno de Honduras, titulado El Gobierno de Honduras y UTL Scientific, LLC anuncian la finalización del primer reconocimiento de imagen LIDAR en la región de la Mosquitia de Honduras (The Government of Honduras and UTL Scientific, LLC Announce Completion of First-Ever LiDAR Imaging Survey of La Mosquitia Region of Honduras)

Si usted lee el comunicado de prensa, usted encontrará que nunca menciona a Ciudad Blanca.

LIDAR (Light Detection and Ranging es escaneo de imágenes denominado Detección Aérea de Luz y Medidas de Rango) es una tecnología que registra el paisaje y hace una imagen precisa tanto de la superficie del suelo y la vegetación en él. El procesamiento de las señales permite remover la vegetación y obtener un modelo exacto de la la topografía bajo ella.

Cuando esto se hizo con los nuevos datos de la Mosquitia hondureña, los analistas vieron algo que les parecía restos arquitectónicos de antiguas ciudades, una serie de sitios arqueológicos.

El trabajo de LIDAR fue hecho realmente por el Centro Nacional para el Mapeo de Láser Aerotransportado (NCALM; National Center for Airborne Laser Mapping), un laboratorio de instrumentación de la Universidad de Houston que es financiado por la National Science Foundation para ayudar a facilitar este tipo de estudios.

Por supuesto, el comunicado de prensa en realidad no procede de NCALM. Viene de UTL Scientific, LLC.

La UTL Scientific es una compañía de filmación que está haciendo un documental. La cual maneja la organización y la logística en Honduras para el reconocimiento de superficie LIDAR. La gente de UTL, cuyas muy breves hojas de vida se incluyen en el comunicado de prensa, son cineastas, escritores y aventureros, pero no científicos.

El anuncio del martes no es el primer supuesto "descubrimiento" de la Ciudad Blanca por aventureros que utilizan la "ciencia".

En 2006, James Ewing, junto con Francis Yakam-Siman y Nezry Edmond, afirmaron haber descubierto la Ciudad Blanca usando un Radar un Apertura Sintética (SAR) con imágenes de la Mosquitia.

El resultado final de la utilización de SAR es similar a LIDAR, un modelo de la topografía de una región. El nuevo estudio de la SAR en 2006 también pareció mostrar los restos arqueológicos bajo el dosel de la selva de la Mosquitia. Las características recientemente descubiertas podrían incluso ser los mismos fotografiados en ese entonces. No lo sabremos hasta que suelten las coordenadas geográficas de la región del último proyecto para crear una imagen. Todo lo que sabemos es que el proyecto se centró en un área marcada en un mapa realizado por el fabricante del primer mapa de Honduras, Enrique Aguilar Paz, como la ubicación de la legendaria Ciudad Blanca.

Que los datos LIDAR muestran posibles sitios arqueológicos de la Mosquitia no debe ser una sorpresa para nadie. Los trabajos arqueológicos pioneros hechos por Chris Begley en la Mosquitia mostraron que había numerosos sitios a lo largo de los ríos, y que algunos de ellos eran bastante grandes.

Begley describe el mito de la Ciudad Blanca en su página web (http://www.mosquitia.com/).

La historia de Ciudad Blanca se basa en tres puntos de referencia, dos de ellas suponen menciones históricas, la tercera fundamentada en la tradición en Pech y la tradición Tawahka.

Los dos documentos históricos fueron escritos por Hernán Cortés (en 1525) y Cristóbal de Pedraza (en 1544). Si bien presentadas como descripciones coloniales de la Ciudad Blanca, en realidad no se refieren a una ciudad blanca o a una ciudad perdida.

Cortés escribió su famosa Quinta Carta al rey Carlos I de España después de regresar de su igualmente famoso viaje a Honduras. En su viaje a Honduras permaneció cerca de la costa, sin llegar más allá del este de la ciudad de Trujillo. Cortés, argumentado sobre el valor de controlar Honduras para el imperio español, escribió:

He recibido noticias sobre provincias muy grandes y ricas con señores prosperos y bien asistidos, especialmente la que llaman Hueytapalan o en otro idioma, Xucutaco que yo ... he descubierto están a ocho o diez días de marcha de Trujillo, que es decir, unas 50 o 60 leguas.

La referencia es a las provincias, no a las ciudades. No hay mención de una ciudad blanca o perdida. Ya que Cortés no visitó la Mosquitia, esta carta lo que podría aportar son rumores acerca de las zonas ubicadas más al este.

La fuente de la riqueza de estas provincias y sus señores suele inferirse de la segunda fuente histórica citada, una relación de la colonia de Honduras hecha por su nuevo obispo, Cristóbal de Pedraza, en 1544. Allí, él escribió observando desde la cima de una montaña en algún lugar localizado al este de Olancho, Honduras:

Vimos un gran porción de tierra, y en la otra parte de ella, hacia el este, tenía grandes ciudades (o poblaciones) y era una tierra con muchos ríos.

Pedraza mandó llamar a algunos indios locales para preguntarles sobre las tierras que había visto:

y pidiendo a través de nuestros intérpretes qué tierra era, me respondieron que era Taguisgualpa que en su lengua quiere decir el lugar donde se funde el oro, porque en su ciudad más importante hay trabajos de oro a donde llegan de muchas partes de la tierra para fundir el oro , y de las montañas de los alrededores que dicen que son cerca de Veragua.

La provincia de Taguzgalpa, como llegó a ser conocida, corresponde a este de Honduras. Fue ocupada por los tawahkas, pech, misquitos y sumos.

"Veragua" se refería a la costa más baja de Centroamérica, desde Nicaragua hasta el río Belén, en Panamá. Históricamente, ésta era una localidad donde se trabajaba la orfebrería precolombina.

En contraste, los sitios arqueológicos en Honduras, aunque han provisto muchos ejemplos de objetos de aleación de cobre, no eran por lo general fuentes de oro. Una figura de oro completo que se encuentró en el valle del río Ulúa era claramente un objeto importado, hecho en la zona de Costa Rica-Panamá. Los fragmentos de otra figura que fueron enterrados debajo de la Estela H de Copán. Sin embargo, la zona productora de oro estaba a un largo camino desde Honduras. Lo que estos descubrimientos prehispánicos atestiguan es la existencia de una red de intercambio y viajes desde Honduras a Panamá -la misma red que transmitió los informes sobre lejanas provincias ricas en trabajos de oro a Cortés y Pedraza.

Mientras que Pedraza recibió una descripción de una ciudad dedicada a la producción de objetos de oro (¿Cíbola?). No obtuvo una mención de una ciudad blanca o perdida.

Chris Begley ha escrito trabajos académicos sobre la leyenda Ciudad Blanca. En su artículo "Leyendo y Escribiendo la Leyenda de la Ciudad Blanca: Alegorías del pasado y futuro", publicado en 2007 en Southwest Philosophy Review, Begley y Ellen Cox apuntan que Begley se han recogido más de 5 menciones diferentes de las ruinas que los informantes (personas no indígenas) dijeron eran la Ciudad Blanca.

Este artículo también arroja luz sobre lo que es la tercera fuente citada por los aficionados que afirman haber encontrado o que dicen buscar la Ciudad Blanca. Begley cuenta que los pueblos pech y tawahkas de Honduras tienen un mito sobre Wahai Patatahua ("lugar de los antepasados") y Kao Kamasa ("la casa blanca") en la cabecera de la confluencia de dos ríos, en un paso a través de las montañas . En la mitología Pech, esta ubicación es el lugar donde los dioses se retiraron después de la llegada de los españoles. Begley, dice que los pech identifican este lugar con la parte silvestre y remota de sus tierras en la Mosquitia.

La Ciudad Blanca, en otras palabras, no es una ruina específica con una carta que abarca las historias de la época colonial española hasta el presente. No hay un solo lugar que sea la Ciudad Blanca. Por el contrario, como Chris Begley ha demostrado a través de su intensa investigación de campo, hay una serie de sitios arqueológicos por debajo de la densa selva en partes no desarrolladas de la Mosquitia. Esto no es sorprendente ni es nuevo.

La SAR y LIDAR son herramientas maravillosas y costosas para la búsqueda de yacimientos arqueológicos. Tampoco están dentro de los presupuesto que normalmente tienen disponibles los arqueólogos.

El estudio LIDAR que promociona el gobierno hondureño, pero no así, según observamos, algun arqueólogo hondureño o internacional, fue valorado en $ 1,5 millones.

La historia de la "Ciudad Blanca" es una gran leyenda. Por lo que no es de extrañar que una empresa de filmación apoye el argumento del descubrimiento del (posible) tesoro que representa.

Sin embargo, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia debe proporcionar un conocimiento confiable sobre el pasado al pueblo hondureño y a las audiencias internacionales.

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