Por Yerina Rock
Después del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 Las Cattrachas se convirtieron en un icono de la resistencia, especialmente entre las feministas organizadas de América Latina, debido a la producción y difusión de audiovisuales con un fuerte contenido de denuncia y testimonio. Con más de ochenta videos colgados en Internet contribuyeron a romper el cerco mediático con imágenes que mostraban las opiniones y acciones de la gente que se oponía al nuevo orden, así como a la violencia que la población estaba sufriendo.
Las Cattrachas nacieron el año 2000 a iniciativa de Indyra Mendoza, una feminista comprometida con la defensa de los derechos de las personas LGTTBI (Lesbianas, Gays, Transgéneros, Transexuales, Bisexuales e Intersex). Siempre fue un grupo pequeño, y su núcleo más activo nunca estuvo integrado por más de cuatro personas. El trabajo de este colectivo es un ejemplo de cómo con una tecnología sencilla, formación técnica básica y autodidacta, pocos recursos y el uso de YouTube, se puede llevar a cabo una poderosa estrategia de comunicación en tiempos de control y censura mediática.
En este “paper” Yerina Rock, especialista en comunicación para el cambio social y colaboradora de Alba Sud desde Noruega, recorre la experiencia organizativa y de elaboración de contenidos de Las Cattrachas en los años previos al golpe de Estado para a continuación analizar cómo fue su trabajo de producción y difusión audiovisual orientado a romper el cerco mediático que impusieron los golpistas. Su esfuerzo dotado de un fuerte contenido feminista trató de también de ampliar la visibilidad en la lucha de distintos colectivos sociales, y en espacial de las personas LGTTBI, además de incidir en la propia cultura política del movimiento de resistencia.
Este documento es parte del libro que preparan Ernest Cañada y Yerina Rock sobre comunicación audiovisual y movilización social en Centroamérica que próximamente será publicado por la Editorial Los Libros de la Catarata en España a iniciativa de Edualter y Alba Sud con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo.
Puede descargar el “paper” aquí.
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